El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

abril 30, 2008

Los malestares de Feinmann

( Vía El fantasma )


El José Pablo está excitado.

Siempre lo estuvo un poco pero se podría decir que en todos estos años venía sobrellevando bastante bien la carga de ser el intelectual peronistamente correcto más popular de la Argentina.

Pero de pronto, ciertos destellos referenciales que lo vincularon a la era Kirchnerista terminaron de desequilibrarlo. Sus últimos episodios de expresión pública lo muestran con signos extraños y concurrentes de varias extrañas neurosis que parecen acapararlo. Primero que nada se lo nota subido a una veleidad de nueva estrella televisiva, autorizándose hasta a una revanchita frívola como confesar su resentimiento con Beatriz Sarlo por haberlo excluido de sus cánones noveleros. Luego, sus apariciones lo denuncian ostentando los síntomas de su galopante "Neurosis de Peronista Arrepentido de Haberse Arrepentido de Ser Peronista" a través de la cual desparrama mensajes contradictorios que son capaces de esbozar –a pesar de su desprolijidad- algunos interesantes planteos críticos de la política argentina moderna mezclados con regresiones cuarentistas.

Bajo este background, era previsible que saliera a sumarse al bando defensivo de las estrellitas escandalizadas que desenfundan sus devaluadas pistolas sobre el blog. La constante de los rabiosos antiblogueros es el ardor del orgullito interior hecho cenizas. Rezongan por el malestar que les produce leer los blogs mal escritos, cuando por lo que realmente están gritando es por una verdad inversa, el malestar que les produce leer los blog bien escritos.

Hay bloggers que escriben bien, y lo peor es que si les pagaran escribirían mejor.

abril 29, 2008

Amasijo



A G.B.


Se observa una ralentización de la costura muraria en los límites incontinentes de su ovillo y una destrucción del mito del envase aséptico de multitudes. Todas sus vigas enhebradas son cabellos de ángel en una sopa aérea. El objeto puede nombrarse coherentemente como mamúd orbital o telaraña troglodita, también definirse en relación a su significante ausente como el monumento al invitado incorrecto o la estación temporal del evento. En definitiva, este pulpo pétreo enlatado al aceite tendrá en su interior una experiencia de radicación efímera, jamás podrá ser conmovido en su cualidad de objeto. Desde la lejanía se verá el único escenario de deseo posible: aplastarlo ni bien lo hayan terminado de usar.

abril 28, 2008

El menor de los análisis XI


-De familias castradoras



Pesa sobre el filósofo una absurda obligación de coherencia que emana del mandato histórico de su disciplina; la filosofía es como la gran Familia Real del Saber que impera en base al influjo de su tradición, y el filósofo sólo un hijo más cuyo deber primero es honrarla.

La literatura bien puede ser un atajo que tome el hijo para desligarse de la abrumadora responsabilidad de una herencia demasiado ligada al respeto de sus héroes del rigor, la coherencia y la verdad. Puede que en el intento de asumir una dimensión más experimental y autorizarse a abandonar sus lazos de sangre con tanta sabiduría heredada acuda a la salvación liberadora de la ficción. Lo que no sabe es que pronto perecerá víctima del peso de la responsabilidad de ser heredero de otra familia tan conservadora y mucho más cínica en su poder de castración.

La libertad es la ficción más verosímil de la literatura.

abril 25, 2008

Morcipán futbolracinguista

Díganme ustedes que están leyendo si se sienten bien tratados por estas letras. Ustedes que serán madres y padres de familia, putas y tortilleras, imbéciles, cabrones, cerdos y energúmenos. Siempre me pregunto cual será el nuevo registro narrativo posible para un periodismo excitante, que merezca ser leído a causa de lo irresistible de su entretenimiento. ¿Una Aguafuerte Porteña arltiana? ¿Un tuttifrutti ferroviario a lo Rosana Gutiérrez -quizá un formato más adaptado al cholulismo bloguero actual-? Hoy entrego una propuesta efímera destinada a perecer en su debut: un morcipán de orgullo racinguista. Celeste y blanco pero no blanquiceleste Racing es pobreza ilícita, henchida nobleza de su pueblo junto a la corrupción inmortal en sus dirigentes; perder es su desayuno y ganar su cena de aniversario.

Que todos lo sepan: podemos perder la categoría, pero descender jamás.

abril 22, 2008

Noticias privadas

"Te veo, te designo y te pongo una etiqueta... "

La noticia privada que reabre las perturbaciones debajo de La Tapa De Los Sesos

abril 18, 2008

¿ApoKalipsis now?


O los humos que no dejan ver el fuego

Hay como un designio torcido, un estornudo infeliz de las malas fuerzas cósmicas que aqueja a la Argentina bajo esta administración Cristinista desde su minuto inicial. No tengo evidencias suficientes para sostener una teoría conspirativa terrenal pero si los hechos apuntalan por lo menos el lanzamiento de una hipótesis de conspiración metafísica; han pasado y pasan cosas raras. Los eventos se desmesuran y todo rubor de discreción perece decapitado por un descontrol delirante, primitivo, de una violencia odiosa e irreconciliable. Estamos inmersos en una flagrante bestialización de las relaciones humanas propias de las inminencias de los abismos sociales más peligrosos.

Si tratara de definir hoy día el humor cotidiano, el contenido remanente que emana desde el maremágnum acontecimental, diría que se percibe el incremento de una falta de ternura atroz; hay un baño de sadismo eructado en cada gesto del cotidiano vivir, el argentino se levanta cada mañana en estado de guerra preventiva, dispuesto a ejercer su ritual de crispación apocalíptica, pero experimentando un raro orgullo por su decadencia, un nervioso y enardecido mohín de goce. Arrecia la anomia y el brutal desprecio por Otro y por el respeto a cualquier regla de convivencia. Una condición maldita que inmortaliza el imperio de la ley de la selva, de su selva preferida, ese paraíso narcisista que lo único que es capaz de garantizar desde lo colectivo es la más absoluta impunidad para toda violación de la solidaridad, la irresponsabilidad absoluta por todo estrago de su conducta que debe ser perdonada en virtud de su normalidad. El instinto de supervivencia postmoderna manda: primero hay que saber victimizarse para después poder agredir. Una derecha agria que popularizó su versión interesada del respeto a las normas que se asimila a una receta represiva de exclusión asesina y de supresión purificadora, con una izquierda siempre negligente que se asombra de la corrupción enquistada pero que acepta la oferta populista de impunidad como redistribución del ingreso.


El apogeo de la siniestralidad



Los brutales incendios -obviamente intencionales- en la zona del delta del Paraná que han provocado la inmersión en el humo de todo un inmenso espacio geográfico incluyendo el monstruo urbano del Gran Buenos Aires, parecen ser el coronamiento de una sucesión perversa. Si repasamos los últimos meses pareciera que de pronto toda siniestralidad se volvió floreciente; aumentaron hasta niveles insoportables los accidentes automovilísticos, autos y micros que chocan en todas partes multiplicando tragedias, una red de rutas demuestra la extrema volatilidad de pequeños hilitos de transmisión impotentes parta contener el crecimiento vegetativo de objetos físicos en danza. Liquidado el ferrocarril de un plumazo en aquellas noches de juerga neoliberal, la médula espinal del espacio geográfico argentino se retuerce atravesada por obsoletas hebras de asfalto, sobrevivientes terminales de un país sin Obra. La inseguridad urbana ahondó su ya habitual muestrario de ferocidad, el delito parece ser la primera oferta laboral, la más jugosa promesa de dinero fácil; aturdimiento químico y emociones rítmicas al compás de una música universal. Cajeras de supermercados masacradas, niños que caen bajo el fuego de tiroteos, violadores más excitados que nunca que trepan balcones como hombres araña, y una especie de furia misógina que parece haber tomado a las mujeres como el objeto más deseado para la habitual impunidad del homicida; como si con ello se diera muerte simbólica al totem Mujer-Poder. Los adolescentes en las escuelas se encrespan en una epidemia de violencia acicateados por padres peleadores. La violencia de los hijos parece haber aumentado al ritmo inversamente proporcional a la pregonada disminución del índice de desocupación en los padres. Como si se homenajeara a la historia en una vuelta a la época de Rosas, el efecto Felipe Pigna que empieza como comedia y vuelve como tragedia en la nueva moda del uso de las armas blancas para dirimir pasiones y minucias.

Un campo minado

Los dantescos reclamos del campo ensoberbecido se lanzan en términos de bruta extorsión a la catástrofe, como expedicionarios desembarcados rumbo a la conquista del todo o nada. Una intervención extrema que juguetea con la amenaza de demolición total, un orden social reglado reducido al rol de juguete a control remoto con un explosivo adentro. Este conflicto instaló un nivel inédito de beligerancia social bajo el cual se tejen ahora unas teatralidades de “negociación”. Desde los comentarios de “La Nación” se deja ver una encendida animosidad ya de grado bélico, enrolada en la mística de las cruzadas históricas, con tufillos de la vieja soberbia mesiánica.

Es difícil decodificar las señales estructurales de tanta puja, se mezclan palabras que suenan como verdades en ambas partes pero que también empiezan como verdad y terminan como manipulación. Una de ellas es el recrudecimiento de las tensiones provincias versus metrópoli. Del lado del interior se llega hasta delirantes razonamientos separatistas, trasnochados sueños inducidos por la fiebre del oro sojero como el de exportar directamente sus granos al mundo y comprar productos en el exterior eludiendo el “filtro” del estado. Enceguecidos por su odio al estado encarnado en una gestión a la que demonizan, pero ciegos y sordos a los manejos de los holdings exportadores ya que su mentes no conciben cuestionar esa cadena de mandos económicos. Sin embargo nada puede negar que la gestión de este gobierno es ultra unitaria ya que lo que recauda va a alimentar el manejo discrecional de una política central de aglutinamiento clientelista que implica cero redistribución regional, reduciendo las ya debilitadas autonomías regionales. Nunca antes estuvo el federalismo tan liquidado, con un Congreso reducido al rol de partenaire. Pero también es cierto que las políticas activas sobre la economía nacional que se realizan con intenciones de equilibrar el nivel de precios internos por ejemplo, tienen efecto sobre todo el país y de ello se beneficia también el interior.

Derechos reservados

Se va consolidando un modelo trágico de relaciones políticas y sociales; abolido el libre juego de instituciones corrompidas por la cooptación gubernamental, la conflictividad debe dirimirse de facto, de hecho y no de derecho, mediante operaciones de acción directa; amenazar y violentar, extorsionar, presionar usando el límite constante de los fines extremos. Todo ello da como resultado un país siniestrado en el que la amenaza de colapso forma parte de su agenda diaria de gimnasia administrativa, donde la forma de convivencia elegida es vivir a las trompadas, sin términos medios. El ciudadano que sale a la calle siente la sensación que deberá atrincherarse hasta para lograr que un colectivo le pare al borde de la vereda. Los familiares de pacientes que concurren a los hospitales públicos apelan al apriete y a la amenaza sobre médicos y enfermeras para asegurarse que su familiar no sea una víctima más de la normal indolencia ante su suerte. El respeto al derecho del otro no es costumbre arraigada, en principio se lo pisotea por defecto, sólo si la cosa se complica en el terreno de los hechos queda el último recurso de respetarlo.

Mientras tanto, ninguna voz se oye para apagar la violencia. Ninguna palabra de equilibrio, afecto, cordura, negociación sincera o entendimiento. Ningún consuelo para las víctimas más que el solitario testimonio autista de los familiares, el morbo de los medios y los oficios de algún abogado cuervo movido por la búsqueda de carroña. No extraña que un Pergolini, tan descerebrado como su enemigo Tinelli, el multimillonario mayor del entretenimiento puteril, se burle violentamente de las personas con discapacidades. Recibe sólo tibias críticas, temerosas de quedar fuera de la moda del reviente total donde cagarse de risa de mogólicos y ciegos es cool, funcional al llenarse de guita a costa del pisoteo del mas débil.

Final en la vecindad

El carnicero de un supermercado de mi pueblo me corta tres bifes de cuadril como con sorna, como dueño de un poder, una señora dice vamos a ver que pasa, están reunidos. Je je, dice el trinchador de pulpas, devela un tono militante por el campo aunque en su puta vida debe haber visto otra cosa que vaquitas y hectáreas ajenas. Buenos Aires es un enemigo jurado “a ésos lo único que les preocupa es quedar bien con las Madres de Plaza y llenar los bolsillos de toda la manga de inútiles” dice la señora mientras hunde tomates en la bolsita.

abril 15, 2008

Pequeño manifiesto de un ciudadano evolucionado

Encontrado en las barracas abandonadas de un cuartel cerca de las playas de Punta Lara. El título original era "Pequeño manifiesto del ciudadano común" y se presume que fue escrito por algún intelectual argentino que combatía al servicio del Ejército Universal.


“El hombre se enfrenta a dos pulsiones básicas en su vida social: el instinto de la justicia y el instinto del éxito. Uno lleva a la frustración y al fracaso con absoluta seguridad, el otro admite un escaso margen de posibilidad de salir realmente airoso pero generalmente siempre recompensa, aunque sea un poquito.

En ambos sueña con el heroísmo del reconocimiento. Pero alcanzarlo mediante el instinto de justicia es extremadamente improbable porque precisamente se trataría de un heroísmo verdadero que es utópico por definición. En cambio el heroísmo del éxito es más accesible en tanto es un falso heroísmo, un heroísmo fraguado, una afortunada cadena de engaños difícil de concretar pero no imposible si es que luchamos en busca de un resquicio o una falla en las defensas.

La vía del instinto de justicia hace al hombre esclavo de los escrúpulos morales, la del éxito le ayuda a perderlo, lo autoriza a capacitarse en la astucia de alto rendimiento, las trampas básicas de la manipulación avanzada y las destrezas más calificadas de la falsedad táctica. Le enseña a administrar sabiamente los modos de ser con respecto a los otros: cuando es momento de apelar tácticamente al amiguismo, a la obsecuencia y a la adulación forzadas o cuando es momento de aplicar los abandonos, las traiciones y los desplantes más arteros.

Toda otra consideración adicional al presente no será más que basura hipócrita envasada en libros de ocasión”

abril 14, 2008

Sincera revancha del obsesivo

Se dice que los músicos que son ejecutantes especializados -también llamados instrumentistas- establecen una relación simbiótica con su instrumento. Tantos años de obsesión condensada en los límites físicos de ese pequeño objeto puede provocar fijaciones afectivas encontradas, el clásico esquema polar amor-odio. Para muestra basta ver lo que declara Paco De Lucía.

abril 09, 2008

Barricada lírica


Siempre la lírica literaria me pareció el más cómodo de los libertinajes de la palabra; la joda loca de unas vacaciones sintácticas, la promiscuidad de los vocabularios preferida por los borrachos letrados de la ginebra en ayunas. Toda responsabilidad de certeza ausente; abrir y cerrar párrafos como barricadas que interrumpen el normal fluir del tránsito de sentido.

Que tener relaciones textuales con el lenguaje sea como montar un ejército de artistas que ocupa todo París armado sólo con grandes espejos deformantes. O más vulgar; al viajar en ómnibus y pasar por una piscina pública, descender como borregos para irnos a bañar en pelotas y orinarnos adentro sin complejos. Pero los comisarios de la ortodoxia académica dicen que sólo se trata de contar historias, buenas historias. Contar viene de enumerar, pero hay cosas que no se pueden poner en una lista así de a una y en fila: poner una palabra detrás de la otra es aliarse a una falsedad confesa. ¿Cómo imbricar en vocablos encadenados el olor a tegumento de rana que explica quizá el sinsentido de ésta, tu mañana extrema? “Encadenados” justamente parece un chiste que nos habla de cárcel, la sintaxis como la cárcel de la palabra, la imposible receta de igualar por mera yuxtaposición la oquedad íntima que sentiste cada vez que tu tiempo se detuvo en el recorrido del ascensor con la enfermedad terminal de tus muebles viejos cuya imagen te aburre antes y después de mirarlos.

Obviamente, tanta libertad para embadurnarse de placer autoral aturde, confunde un poco los límites, pero de esa confusión nace la arrebatada liberación de los pánicos, el lanzamiento de los impetuosos contenidos a los que se les ha perdonado sus deudas con los continentes. Como si de pronto todo el diccionario dejara escapar sus estáticas definiciones y una musa desnuda volara desplegada para embocarte con su vagina acaparadora, para verte rechinar los sesos sin celos ni maldiciones, para convertirte en meca, en templo, en abad, en prostituta desvirgante, en gerente de rentas, en festival internacional. No se trata de mayor o menor cultura amiga lectora, se trata de esos imponderables que determinan arbitrariamente que una combinación de palabras termine estallando en pedacitos de sentido, y otras casi igual pero no, pero tal vez si. Es esa mezcolanza sagrada de túnicas bamboleantes, rugidos estruendosos y lamidos húmedos la que permite el ejercicio de la libertad bajo palabra que gozamos. Porque bueno es recordar que todos estamos apenas en libertad bajo palabra, hasta el más tibio poema es una declaración en sede judicial, provisoria promesa de una emancipación imposible.

Y podremos también, por fin, contar la historia del amor abandónico que nos entristece, o las tropelías de una anécdota de viajero, narrar las hazañas del héroe o la heroína ausente de un amor frustrado. Si está tan claro el Objeto de ese deseo, todo lo que se escriba hablara de él, porque ya jamás hablarás de ti hasta que lo liquides: si es un villano, en la hoguera cínica donde le corresponde purgar sus culpas; si es un héroe, en el santuario que le haya edificado tu corazón cesante, como un homenaje de entierro definitivo. Pero lo difícil es hacer crujir los maderos del movimiento cuando no poseemos ese único Objeto orientador que nos clava siempre en la escena fatal con una nitidez casi de clausura.

abril 08, 2008

Alerta epistemológico


Paseaba sobre la mesa de saldos de mi temporal y me informé de los hechos.

Venían definidos como advertencias oficiales. Entonces me impuse Pronta Adaptación: reacción, reflejo y recomposición. Me asaltó un maremoto en la comisura de los labios menores, de planes perentorios para irme a gritar al baño privado del hotel, para votar en disidencia a mi propia liberación y permanecerme confinado a los fines precedentes. Callado y encallado en el mismo intolerable centro de una muchedumbre sudorosa, me veía en cualquier display de los basurales tecnológicos. Materia póstuma, jerga de urticante repercusión, como baldazos de agua frígida, podía condenarme a la observación de un eclipse imperecedero; o al soberano oficio de construir rejas de ventilación para la libertad.

También se pronosticaban prolegómenos infiltrados, repartidores de alimento para ratas que traficarían bajo el caudal de su seducción remanente. Presagio de desbordes, arrullos de designios ignominiosos, los quasers trípticos que desenfundarían cucharas de papel como excavadoras. Plagas de errantes minuciosidades, como circos de violencia con tigres antropófagos, y una manifestación de canoas remontando la corriente sin remos, apenas con unos bracitos estirados que eviten la rendición al agua maldita capaz de hervir las heridas incurables.

Ocuparme por mucho tiempo de los detalles voraces de la realidad me ha masacrado los refugios refrigerados que supe conseguirme; atalayas simbólicas desde donde salía a hablarme solo en plena negrura de la madrugada, a salvo de los peligrosos testigos vivos. Pero apenas descuidé la delicada cáscara de su bretel insinuante quedó abolida la ríspida truculencia de su virtud hospitalaria, su metropolitana variedad disponible para volverme infinitesimal. Levemente inclinado, pero con aterradora predisposición a la invulnerabilidad, respiré el inminente agotamiento de los derroches que me merecía; ya nada evitaría la decadente prosperidad de mis yacimientos florales, y se consumaría muy pronto mi privación ilegítima de cenar placebos todas las noches, hasta la expresa prohibición de repetir esos postres caseros hipnóticos que me hundían en el sueño como una pesada bolsa sobre la balanza.

abril 03, 2008

Ecos del campo feroz


Un interesante blog llamado Kaleidoscopio se hace eco de mi artículo anterior publicado en Nación Apache.

abril 01, 2008

Campo feroz (VI)

En la primera campaña presidencial de Bill Clinton para la presidencia de Estados Unidos se acuñó una frase que se hizo famosa: "!Es la economía, estúpido!". Habían creído encontrar el elemento clave para identificar la motivación del votante estadounidense. Después de leer y ver tantas cosas sobre este tema del conflicto agrario, y sobre todo una nota de José Pablo Feinmann sentí que había encontrado, con bastante de humor y fastidio, la clave de la ontología dialéctica argentina: !Es el racismo, estúpido!

Pero bien podría perder la coma y ser: ! Es el racismo estúpido!. Hete aquí mi colaboración en Nación Apache