El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

enero 26, 2009

Semblanzas de faunos culturales



Hoy: Los anarcóticos


En instancias de pura experimentación de una señal, se liquidan, se hacen agua servida que abraza la cloaca como su entrañable refugio de amistad, como el seno obsesivo de la justa madre que los omitió en su encantamiento. El excremento es su caldo y la basura su cultivo que se eleva en trashumantes cosechas iracundas; fértiles fermentos de imbecilidad excretora que no cesan de repetir una viciosa adhesión al rebalse; no mueren jamás, presentan pedidos de licencia por longevidad, viven en base a recursos de amparo biológico, como excarcelados del horror de la fisiología propietaria.

Anarcaóticos, anarcos, ácratas, putañeros insignes, soñadores insolentes pero culposos, brutos tranviarios de la aceleración del deceso. Erupciones de vidrio cubren sus harapientos currículums, abarrotados de manifiestos vencidos y resentimientos recalentados. Se comen la lengua cada vez que hablan y amarillentan el papel cada vez que escriben. Digieren el pan ajeno de cada día con retardo, son alérgicos a las infusiones breves de las sobremesas. Chapotean en el sudor de las palabras unidas en matrimonios ilegales, se manifiestan a través de muchedumbres de vocablos apiñados como la carne humana se apiña en los recitales, hasta succionarse a huevo rojo, en axilas acuosas, como asfixia hedonista del matadero colectivo.

Huraños, siempre entre pares, muy cojinetes desarticulados, sus pensamientos acaban en tránsito perpetuo al fideicomiso, porque representan intereses ateos embanderados con sotanas de alpiyera, encíclicas versificadas al crochet, puro concentrado de discurso apologético de la prostitución como aurora del sexo bífido y la mugre pordiosera en status subversivo. El amor es para ellos un mero instinto de adulteración de géneros, de copulaciones insostenibles bajo lunas vacías y texturas de pasiones vulgares. Enfermos desde la cuna de raquitismo afectivo, no fueron jamás niños sino miniaturas monstruosas, versiones reducidas a escala de cromosomas caducos, paridos sólo con el esfuerzo mancomunado del azar y la inercia animal de la especie. Se mienten una comunidad irónica, fraguada, configurando migrañas de torso desnudo entre los caníbales, panfleteando grasientas epopeyas de derrocamientos. Vigiladores erráticos de la saltinbanqui trayectoria intelectual del condenado eterno, retienen la gloriosa pulsión vitalicia destinada a reinar en un inquilinato.

Todos somos anarcóticos en algún lugar de nuestra siniestra sabiduría, en algún escondite de la pereza caudalosa que anima nuestro deseo enrevesado. Sabemos ser macacos, vasijeros, fumadores de nicotina saborizada, arteros moradores de descartes, teros y halcones hacinados en la discreta función del infortunio final.

La solución ácida



Los narcos de Tijuana en México exhiben un gran conocimiento de las propiedades de los ácidos


enero 25, 2009

Psicopatías literarias II



No hay peor paz que la de los sepulcros literarios


Dedicado a Haiga, Dea y Estea; las tres hijas ilegítimas de la lengua nacional.



Obamafobia apresurada


Rescatado de un comment que dejé en Humano Buenos Aires

¿Que pasa que desde la progresía todos se apuran a poner a Obama como un traidor? Como si el tipo hubiera prometido en la campaña instaurar el socialismo en USA por decreto de necesidad y urgencia, romper relaciones con Israel y desmantelar el ejército. Por favor, absténganse de contarnos como un gran descubrimiento que USA seguirá siendo USA con Obama, como si no supiéramos a que “cambio” se refiere el cambio de un republicano a un demócrata. Me parece estúpido intentar desacreditarlo desde el vamos de forma tan ingenua, cuando todavía no se sabemos si se podrá obtener algo positivo de él. Y positivo quiere decir un poquito menos malo que lo anterior, no que concrete la gran utopía que sabemos ni siquiera está entre sus sueños más descabellados.

El mayor cambio que podemos esperar de Obama es que intente posicionar a USA como potencia hegemónica dentro de una nueva articulación multilateral de poder -en vez de la soberbia unilateralista e irresponsable del cowboy George W- tomando cuenta de una realidad tan grande que es imposibles de desconocer como la existencia de nuevas potencias económicas dando batalla. Y que lo intente por necesidad y pragmatismo, no por convicción anti-imperial.


La debacle de Aguinis



Lo de Aguinis ya resulta fronterizo con la licuación cerebral. De su pujante militancia alfonsinista de los `80, quedó un curioso ensayo llamado “Un país de novela” que a pesar a estar plagado de trivialidades y funcionar como panfleto de campaña a favor de Angeloz contra Menem, contenía alguna que otra descripción ingeniosa del origen histórico de este hervidero de ladrones en celo que tenemos como país. Con los años parece que se quiso volver el Vargas Llosa de las pampas judías argentinas y fue adoptando su misma pose ampulosa y redundante de converso neoliberal para terminar defendiendo en cuanto papel o micrófono tenga a mano la libertad de mercado como panacea universal. Sus libros sobre “El atroz encanto de ser argentino” resultaron el descenso definitivo a la ciénaga ya que combinaban una escritura torpe con un confuso cambalache interpretativo plagado de prejuicios y resentimientos desordenados contra todo objeto móvil que desoyera el catecismo mercantil. Ahora, con los sucesos de Gaza delante de sus narices, sale a denunciar un tsunami antisemita. ¿No será un poco exagerado maestro?


Vía El Fantasma




enero 22, 2009

Psicopatías literarias


Lo de los literatos o críticos literarios usurpando el oficio de escritores es un delito semántico; una acción que debiera estar penada por la Ley del Arte, esa Ley que siempre esperaremos y jamás nuestros legisladores intelectuales sancionarán alguna vez.

enero 18, 2009

La masacre de Gaza




A medida que el peso de las atrocidades humanas incontrastables tapaban cualquier argumento, las condenas a la masacre israelí sobre el pueblo palestino de Gaza fueron llegando desde lugares ideológicos, políticos y religiosos diferentes como para darle consistencia de consenso cuasi global. Pero el interrogante azorado es: si existe tanto consenso ¿como no es posible que no haya existido alguna acción para detenerla? ¿Que pasa con las sanciones económicas a las que era tan afecta las Naciones Unidas dirigidas a otros países por ejemplo? Nunca escuché tantas voces de condena y tanta inacción, a veces la borde de lo ridículo, como leer aquí que el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, "imploró" a Israel y a los militantes palestinos que detengan inmediatamente los combates en Gaza. Si la función de Naciones Unidas va a ser la de "implorar" sería bueno declarar la disolución de todo el organismo ya que para hacerlo no hace falta más que arrodillarse en cualquier lugar que uno esté.


Futbolidades II



La ontología Racinguista


Un año más y regresa a su ciclo clásico la amenaza del sufrimiento extremo, el borderline permanente, la impotencia de una pobreza institucional mezclada con magritud futbolística y ese encendido fervor que a fuerza de ser inexplicable es cada día más orgulloso. Con un plantel de plantas silvestres, con retazos y saldos, con refuerzos que nada refuerzan, con tres arqueros que no pueden hacer uno, con dos pesimistas del gol como el Payaso Luguercio y Pablito Caballero.

Pero allá vamos, de nuevo con la sangre a máxima presión; a llorar el canto de la balada para un resultado afortunado y creer, siempre creer que será posible.


Futbolidades I




!La 10 a Messi ya!



Truena la absurda pretensión de los mediocres que se apiñaban tras los intereses Riquelmianos; por bosteras demagogias mercantiles y por crueles miopías de caballos mentales. El momento fulgurante de Messi demuestra en hechos palpables que es la única palabra capaz de conjugarse con la explosión del brillo futbolero, por más que los eunucos del fútbol internacional voten la fachita de Cristiano Ronaldo amparada en los títulos penaleros del aburrido Manchester United.

Por otra parte, si a Maradona le queda algo de fidelidad a si mismo, deberá desmentir la gigantesca torpeza que cometió al proclamar a Mascherano como el único titular. Cabe el recuerdo del salvataje que Bilardo hizo de su alma futbolística cuando antes del mundial 86 le dio la 10 y la capitanía en desmedro del caudillo Passarella. En el fútbol los picapiedras y caudillos jamás fueron el eje de triunfo alguno.

La camiseta 10 de la selección debe ser ya para el mejor jugador del mundo; que permanezca en manos de Riquelme un minuto más es un derrame penoso de estupidez.


enero 11, 2009

El error del horror



El mundo es una entidad ansiosa. Pareciera estar siempre esperando con extrema impaciencia la oportunidad de reafirmar la imposibilidad de cualquier esperanza. Se percibe una intensa desesperación por desmentir cualquier atisbo de superación evolutiva de sus atrocidades incorregibles. Lo vemos retroceder hacia lo mismo de siempre, como violando con goce una vez más cualquier pacto imaginario con la ilusión de un cambio. La idea de que la acumulación histórica de experiencias trágicas podía incitar a una mayor racionalidad humanitarista es desmentida brutalmente.

A veces somos optimistas por defecto, por afecto, o por virtud de una partecita muy recóndita de nuestra naturaleza que nos obliga a creer que existe una nueva respuesta posible a las preguntas que ya han sido contestadas. El regreso del horror de la carnicería humana al vapor de bombazos y arrasamiento de poblaciones parece una pregunta ya contestada, porque el horror vuelve para cumplir con su cuota contributiva al establecimiento de su invulnerabilidad. Los errores se repetirán, por eso son errores. Repetición y error son sinónimos porque en realidad el error que no se repite no es error. Esa es la respuesta contestada digerida, que imaginamos a veces ha desaparecido para volver a hacernos la pregunta con algún atisbo de duda; una duda que en este caso es esperanza. El error del horror no cesará repetirse aún cuando se repita que es un error. Es inmutable, único, obstinado e intransigente. Viviremos en el error a fuerza de no poder corregirlo.

La defensa es –estaba tentado a decir fue pero no corresponde- el argumento preferido de la violencia neoliberal. Nadie ataca, todos se defienden, y basados en un uso diabólico de la premisa “prevenir es mejor que curar” han instaurado la idea de la guerra preventiva que autoriza un ancho campo de libertades destructivas. Primero han definido el enemigo terrorista como “difícil de hallar” muy contradictoriamente en una era donde crearon una tecnología capaz de vigilar la respiración de cualquiera en cualquier lugar del mundo. Es que la falta de localización del enemigo no los perjudica sino que los beneficia al liberarlos de la limitación de un blanco; ahora es posible arrasar todo lo que está en pie con la excusa que se busca pegarle a los que se esconden y son inhallables. También es una teoría que abre las puertas a las más brutales desproporciones dejando al viejo adagio peronista como un mero y tibio punto de partida: por cada uno de los nuestros nos autorizaremos a voltear 100.000 de ellos; por cada rotura de vidrios nuestra inflingiremos al enemigo la destrucción de enteras fábricas, carreteras, viviendas y hospitales. La defensa -legítima cuando es defensa- se vuelve una hipócrita excusa cuando encubre la deformidad ofensiva.


La gente lee...



...cualquier boludez

enero 03, 2009

Dos mil nueve


Manipulados por las convenciones, ya no las resistimos, apenas si podemos obedecerlas con humorística resignación, resignificando la rusticidad de los ideales en plásticos divertimentos, o usufructuando la fiebre oblicua de la embriaguez todopoderosa.

Es fichaje, enrolamiento, alta en el registro de la toxicidad, desilusión anticipada que aborta misiles menguantes, socava confianzas de sorpresas afortunadas, y habilita prematuramente el registro para despotricar contra la realidad, sin mediar vacación alguna.