El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

mayo 30, 2006

El menor de los análisis ( II )

Apenan y alejan

La permanencia del afecto y la afinidad mutua entre dos personas es directamente proporcional al modo en que logran mantener zonas de desconocimiento. Entre las personas, conocerse es diferenciarse. El disenso y la divergencia son el correlato natural de la intensificación de una relación, ya que conocimiento y diferenciación son procesos de crecimiento paralelo y simultáneo. Cuando predomina el desconocimiento sobre el conocimiento, existe el espacio suficiente para que flote una ficción optimista de comunión que sobreestima toda coincidencia acontenida y elude la presunción de las diferencias que una ulterior profundización de la relación pudiera descubrir.

Así es que las primeras coincidencias entusiasman y acercan, tanto como las últimas diferencias apenan y alejan. Si queremos conservar el estado de gracia de una empatía, mejor nunca conocerse del todo. Cuanto más desnudos y revelados dos seres se despedacen, su interacción irá perdiendo atractivo, hasta marchitarse en la imposibilidad.

Destinatarios futbolísticos

Gracias a la gentileza de Omar Genovese, puedo canalizar mi ansiedad por el inminente mundial de fútbol en el blog Crónicas Germanas. Esta vez comparto allí una de esas cartas que se escriben pero que nunca se envían a su destinatario. Tal vez porque se escriben en momentos donde aprieta el hambre no saciado de comunicación y todo es nada más que devorar por un rato el pan duro de la ficción. O porque en realidad el destinatario soñado es otro.

mayo 26, 2006

Egocentrismo ¿Y por casa como andamos?


Hoy en Crónicas Germanas me referí a lo publicado por Juan Pablo Varsky en el blog periodístico que La Nación armó para el mundial de Alemania. Este periodista que cuenta con mi simpatía y reconocimiento, me decepciona aquí cuando asume una especie de defensa corporativa de sus colegas de los medios a través de un recurso tan pobre como lo es sumarse al campo de la acusación hueca y generalizada contra los bloggers. Y lo que en un caso ya de irritación personal me resulta superlativamente molesto es que la acusación preferida sea la de “egocentrismo”, muletilla repetida una y otra vez cuando los mediáticos se refieren críticamente al mundo de los blogs. Por eso quiero agregar aquí algunas apreciaciones que van más allá del ámbito deportivo donde nació esta cuestión.

Primero, y sin rodeos, soportar que estos personajes de los medios vivan acusando a los blogers del síndrome del cual ellos mismos son el más vivo ejemplo y modelo, en sus versiones más virulentamente patológicas, me pone el cuero cabelludo de punta. Es la vieja historia del muerto que se asusta del degollado o del que ignora la viga en su propio ojo. No es que en los blogs no haya muchos tipos excesivamente egocéntricos, pero llama la atención que ésta sea la observación preferida desde el lugar donde son plaga sus casos más impúdicos. Por otra parte, la crítica sistemática y el desprecio al blog convive con la ceguera voluntaria frente a su propio rebaño, no se si por obediencia corporativa o solidaridad gremial entre quienes se creen estrellas.

La pregunta para la gente que es figura central en los medios sería: ¿se miraron al espejo alguna vez?, ¿son concientes del nivel de egocentrismo que muestran muchos en sus cotidianas y celebradas exhibiciones mediáticas? Bastaría con ver los shows que montan acerca de su vida personal, como asisten a programas donde ejercen el rol de vedettes o les hacen extensas notas cuya única finalidad es experimentar hasta donde es capaz de ascender su capacidad de gozar la adulación. Muchos blogers, como consumidores de esos medios –y sostenedores de sus salarios de modo indirecto- soportan estoicamente estos actos excesivos, y hasta los comprenden, por eso me sorprende y molesta tanto esta actitud.

En todo caso el egocentrismo no tiene por qué ser un privilegio para pocos, celebrado y tolerado en el caso de las personas que se expresan en los medios centrales, y condenado en el caso de personas que se expresan a través de un blog. Aunque supongo que para ellos vendría a ser algo así como un botín conquistado, un coto de caza al que han accedido y alrededor del cual deben alambrar con púas. ¿Cómo permitir que alguien que no pertenece a esta nobleza consagrada practique el deporte de los reyes del egocentrismo? Reclaman la incumbencia exclusiva sobre una posibilidad que suponen no puede serles usurpada.

Escribir un blog es entre otras cosas ejercer la calificada libertad de no pertenecer a ninguna empresa ni tener que quedar bien con nadie. Ahora bien, esa naturaleza de “outsider” no da más ni menos derechos ni títulos que la de ser “insider”, lo que da es una desnudez y soledad absoluta, el “respaldo cero” de quién se las tiene que arreglar con una insignificante estructura. Y no creo que exista un ensañamiento global hacia ellos; los medios y sus personajes son criticados en los blog como cualquier otro suceso o personaje del entorno sociocultural.

Pero detrás de todo esto hay una conclusión que me hace terminar con una sonrisa: que las figuritas mediáticas cacareen es una muestra de la efectividad del blog en esa sustancial materia; la democratización de los egos sigue siendo uno de sus máximos logros. Y es el que más les duele.

mayo 25, 2006

Brevísima biografía política del amor

El amor romántico, al que agrego el adjetivo de doméstico -no porque lo asocie a una determinada versión limitadamente “familiar”, sino para remarcarlo como un hecho perteneciente a la vida privada- siempre tuvo buena prensa, supo gozar de un respeto y un buen trato dentro de todas las ideologías y las concepciones político-filosóficas. Pero también es cierto que ninguna de ellas lo tomó demasiado en serio ni lo usó como argumento central de su ideario, más bien es probable que algunas se hayan aprovechado de él como un estandarte más para la ocasional simpatía popular de un discurso, para luego relegarlo a un rol menor y abandonado.


Dentro del universo conservador, si bien los reflejos del racionalismo maquinista pujaban por menospreciarlo al verlo como debilidad sentimental que interponía inútiles obstáculos y resistencias al despliegue ilimitado de la racionalidad, se lo valoró y protegió fundamentalmente para ligarlo a la estabilidad de la familia y al modelo de unas relaciones regladas que se valorizaron como imperiosas al disciplinamiento social necesario para el desarrollo económico. Se lo etiquetó, se lo moldeó e introdujo en un envase contenedor donde estaba exento de sus peligrosidades y donde se aprovechaban muy bien todas sus virtudes conservadoras.


Desde las galaxias del progresismo, las utopías socializantes y las izquierdas en general -tanto las empinadamente revolucionarias como las más moderadamente reformistas- también se le guardó un gran respeto y tal vez se lo señaló con mayor énfasis reivindicatorio. Por un lado, se lo ligó a una instancia de trasgresión y liberación de mandatos puritanos; el amor libre era la expresión capaz de desafiar las reglas establecidas de clases, razas y convencionalismos burgueses. Pero más que en lo social, la liberación más celebrada era respecto de lo religioso; practicar el amor libre era más una rebelión contra las ostias que contra la sociedad civil. Por otro lado, existía un sesgo casi artístico en la recuperación humanista del valor de los sencillos sentimientos humanos frente a la opresión maquinal del capitalismo, en su condición de derecho popular igualitario a ser respetado. En el amor libre estaban fundadas buena parte de las esperanzas de creatividad de una sociedad nueva. La reivindicación económica ligada a las estructuras productivas venía ligada a la reivindicación sutil del derecho a la experimentación de la libertad de sentimientos, la fraternidad que retornaría de su enajenación obligatoria impuesta por el industrialismo que había establecido al hombre como instrumentos para los fines de otros hombres. La competitividad individual era una barrera contra la fraternidad y por añadidura contra el mismísimo amor, así es que en todo socialismo habitaba un perfume afectivo, algo politizado, maquinoso y proletario pero que dejaba colar el halo romántico del rescate de la pura aventura amorosa. Pero existía también un contrapeso que introducía cierta tensión difícil de resolver: la valoración demasiado central de las pasiones privadas era vista con cierta desconfianza, como una desviación pequeño burguesa, que arrinconaba al individuo sobre si mismo y lo privaba de usufructuar las posibilidades políticas y transformadoras de su accionar social.

La actual globalización –fase ulterior del espanto claudicante de la posmodernidad- caracterizada por una protestada pero a la vez celebrada resignación al burbujeo establecido, lo viene matando mal, porque le resulta incómodo e insulso. Para los que pretenden fomentar el despertar de conciencias sociales extra-personales que aniden en el gigantismo totalista de los movimientos globales, resulta un escollo, una retención del individuo sobre su aura más cercana, una conexión demasiado sólida en su refugio intrascendente. Permanecer demasiado apegado a los valores derivados de las relaciones propias de la esfera privada se percibe como una limitación a su militancia en la función pública inter-galáctica del goce, en épocas donde la oposición a las modas ya es vista como un renunciamiento irreparable, y donde las batallas por los sentidos deben librarse necesariamente en el campo mediático. La relación amorosa en directo se convierte es una complicación y en una pérdida de tiempo anacrónica. De este modo, la desvalorización de lo doméstico consuma una vez más su accionar, aquello que no consume redes, que no ocupa espacios mediáticos o altera la frecuencia de circulación de signos y significados masivos, no existe. No hay demasiado tiempo para detenerse en torno a un enamoramiento, por ejemplo, cuya proyección se limita al territorio de dos seres anónimos. Por otra parte, la liquidez de la plaza en materia de traslaciones y transacciones afectivas que debe mantenerse alta y vertiginosa, mutante, casi “randomizada”, pulveriza fácilmente todo tipo de pequeño heroísmo en la materia.


Pero el amor doméstico tiene sus propias leyes que devoran cadenas y desprecios de todo tipo; si bien no puede servir neutral a los intereses de las ideologías, se las ingenia siempre para defender su orgullo y su identidad incontaminables, para fabricarse una vida y un espacio posibles. Hagan lo que hagan de él, desde el inconmovible sustento de su esencialidad y de su capacidad de recrearse a si mismo, le auguro muy buena salud; seguirá trepando como enredadera por los más extraños y disímiles vericuetos que cada época le coloque delante.

mayo 24, 2006

De batirte

Unas breves rimas homologadas sólo en un descuido de mi interventor, me permiten por fin actualizar mi blog La Tapa De Los Sesos.

El debate nunca es un crimen. A lo sumo puede llegar a ser una infracción de tránsito de la palabra.

mayo 23, 2006

El menor de los análisis ( I )

La poesía es el juego ( la negociación ) entre los sentidos convenidos y los sentidos a convenir de las palabras.

mayo 18, 2006

Insolventes


“Lo hacemos sólo por el dinero” decía Frank Zappa.

Vocación de medrar, de roturar el cemento y regurgitar los yacimientos. A través de las canastas se pueden ver los tornasoles ultrajados, las independencias amputadas; todos las nervaduras al rojo muerto.

Contrato de cooperación eliminatorio. Establecimiento imparcial de estabilidad. Mantenimiento preventivo de caducidades. La estadística de la sabiduría universal dice que siempre fallan algunos invitados. Porque siempre las metas son amigas comprensivas del despilfarro de contenciones, y los resultados son avaros administradores de estrechos orificios.

La desaparición química es inminente cuando nadie ya parece interesado en gozar de tu mercadería; cómo hacer para sobrevivir si no hay ofertas por tus minutos favoritos. La conclusión discreta nunca debe ser desoída: se necesita aprender a bostezar bajo altas temperaturas, dominar el oculto arte de escribir con las manos atadas.

Cuando los pajaritos de nuestros sentimientos se declaran insolventes, nos queda bebernos el delicado elixir de la impuntualidad del deseo; esa vaga munición del enlace excepcional.

mayo 13, 2006

De manifiestos y antimanifiestos ( I )


Esta historia reconoce como fuentes no atorizadas de inspiración a cierto Manifiesto aparentemente nacido en la sonrojada Londres, y a un Antimanifiesto puesto en escena por un Fantasma de Banfield.



Había una vez uno de los autores del Manifiesto de Euston que va al psicoanalista. Una vez sentado en el diván deja salir de sí a su ello, tal vez a su otro yo, mejor dicho a su otra voz, es decir, a la otredad de su mismidad. Eso.

-Soy un arrepentido –le dice al terapeuta-. Y sin mediar otra aclaración comienza algo así como un monólogo…

“En realidad, hubiéramos querido escribir el Manifiesto del Absolutismo Económico Capitalista, pero el rol que nos ha sido asignado en la Estrategia de Dominación no lo permite, a nosotros nos toca jugar el papel de “oposición progresista” así que debemos construir ingeniosas y convincentes piezas conceptuales y retóricas a fines de mostrar que estamos en contra de las atrocidades que produce la Idea Reinante, pero a la vez a favor de la conservación incondicional de esa Idea Reinante, sobre la cual obviamente pondremos un manto de silencio.

Es bien sabido que el principal argumento filosófico que tenemos para revestir de justicia y razón a nuestra cavernaria voracidad de destrucción es la noción que une indisolublemente a la Democracia Liberal con el Orden Reinante del Capitalismo Absoluto. Notamos que muchas voces están intentando separarlos, o mostrar la contradicción de esta afortunada y rentable unidad. Así, en un intento de dominar la acción y la oposición, es que queremos cooptar la reacción progresista y mantenerla dentro de los cauces de su debida obediencia. Lo que deseamos es imponerle como vivir a los pueblos, que es una forma de “integrarlos” a los intereses de nuestros mercados. Si todos se adhieren a las recetas del O.R.C.A es más fácil mantener su gigantesca dieta que necesita expandir casi paroxísticamente el crecimiento voraz de la acumulación, y hacer cada vez más monstruosa la desigualdad.

Necesitamos que la izquierda siga siendo esa izquierda posmoderna que tan bien diseñamos para que fuese funcional a los intereses del O.R.C.A. Que sigan funcionando las válvulas de escape autorizadas: las revueltas urbanas, el sostenido abastecimiento de alcohol y drogas, las reivindicaciones y defensas de los derechos de las minorías exóticas, las vulgatas histéricas por la igualdad sexual, la trivialización de la ecología y algún que otro entretenimiento tan revoltoso como inofensivo. Está bien un poco de antinorteamericanismo, nosotros lo alentamos y en parte somos culpables de que muchos demonicen de modo tan poco inteligente a Estados Unidos haciéndolo culpable hasta de sus fracasos eréctiles; es parte del juego, lo que está mal es tomárselo tan serio y olvidarse que en definitiva, si somos adultos, deberemos aprender a aceptar a G.W. como es.”

El terapeuta interrumpe todo al levantarse para ir al baño...

mayo 11, 2006

El extraño privilegio de los pingüinos



Me siento a mirar canal 13 de la TV de Buenos Aires y veo como hacen del rescate de unos pingüinos una tragedia internacional, con un título como “Catástrofe”, móvil en directo y música conmovedora de fondo. ¿Por qué tendrán este raro privilegio los pingüinos? Por qué tanto silencio por ejemplo frente a los miles de vacas, pollos, cerdos, pavos, caballos, ovejas, faisanes y peces que perecen a grito pelado hora tras hora para ocupar, entre otras cosas, el plato de la cena del mismo cronista vomitivamente sensiblero que hace la nota. ¿No se puede poner una cámara en un matadero y grabar el estertor seco de un ternero – al que encima castraron para que su carne sea más rica y tierna- al ser reventado por un brazo mecánico? ¡Tragedia en el Matadero Municipal!. ¡Paremos este genocidio bovino! No creo que funcione, aún en el reino animal las costumbres de la democracia occidental atentan contra la igualdad, y existen estos prejuiciosos privilegios de clases sociales. Y la vaca siempre fue una especie poco afortunada; nacida para sacrificarse sin poder pedir nada a cambio, y encima demasiado obesa y sucia como para inspirar lástima. Nunca fue cool.

Como dice un viejo proverbio, el perro es el mejor amigo del hombre sólo porque su carne tiene feo gusto. Y los pingüinos resultan pintorescos, pobrecitos, será la nieve que los rodea. O la estupidez humana, claro.

mayo 10, 2006

Ghostblogger

¿Quién dijo que bloguear no tenía salida laboral?

mayo 08, 2006

Charlatán de feria


Visité, huí y olvidé...

Mi paso por la Feria del Libro de Buenos Aires se refleja en esta colaboración en el blog de Paula Pampín “Crónicas Inútiles”. Gracias Paula por la invitación ¡

mayo 05, 2006

La mentira no descubierta

La verdad es una mentira todavía no descubierta, es lo que nos da la sensación de verdad, la sensación racional de que hemos arribado a una ciudad que hasta ese momento nos convence de que podemos llamarla de ese modo, pero que puede ser reemplazada toda vez que el pensamiento vuelva a arder. De ahí que el arribo a la verdad derive del debate, de la discusión, del fuego dialógico. Como digo en el lema de mi blog La Tapa De Los Sesos: la verdad no tiene verbo, para nombrarla decir no hay un verbo; y si lo tiene la mentira porque lo que está probado que existe es mentir, de lo que estamos seguros es de que hay mentiras, la verdad como discurso siempre es una posibilidad, una probabilidad cuya vigencia es provisional. La verdad siempre es una versión de los hechos. Pensar es poner en riesgo nuestras verdades, nuestros supuestos, aún eso que parecen de granito, que no cambiaremos hasta morir porque los creemos parte de nosotros mismos.

Comprender es descubrir una trampa.

Dar de baja un engaño. La ignorancia es siempre una forma de engaño vigente, sea por sustitución de la verdad anterior o por ocupación nueva de un espacio donde no existía idea alguna.