"En mi entorno se hablaba mucho de cómo las grandes empresas habían colonizado la contracultura, pero no teníamos claro cómo funcionaba ese proceso en la práctica. Se solía interpretar como un acto de hostilidad del sistema frente a su mayor enemigo. Tras la investigación, me quedó claro que las empresas no consideraban la contracultura como un adversario, sino como un fenómeno social poco amenazante, incluso un complemento del capitalismo del consumo. Hablo de la contracultura en sentido estricto, excluyendo la llamada Nueva Izquierda y el Movimiento de los Derechos Civiles..."
Desde Estados Unidos, Thomas Frank aborda el tema de las contraculturas amigables al capitalismo, y de paso da cuenta de la -¿paradójica?-enorme consistencia colectiva de las derechas.
El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...
marzo 13, 2012
Contraculturas cooptadas
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