El ingenio del negocio cautivo es inagotable. La imaginación de la multinacionales al servicio de la dependencia económica no descansa. Como si no tuvieran suficientes negocios infinitos y estrategias para asegurarse ventas compulsivas, ahora parece que volverán al ruedo por las semillas llamadas "Terminator":
"Se trata de una tecnología transgénica para hacer semillas suicidas: se plantan, dan fruto, pero la segunda generación se vuelve estéril, para obligar a los agricultores a volver a comprar semilla en cada estación".
A estar atentos el año que viene en la RIO+20 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable) donde estos temas deberán tratarse.
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