El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

septiembre 15, 2011

Un viejo sabio llamado Marx


La revalorización del marxismo a nivel de la vigencia de sus teorizaciones económicas continúa galopante vista la terquedad con la que la presente crisis global del capitalismo parece haberse instaladado. Aún para los más afortunados gurúes defensores del sistema imperante, que otrora jamás se hubiera atrevido de decirlo públicamente por temor a represalias de sus propios mandantes, ven que ya no tiene sentido negarse a reconocer la verdad inconfesable toda vez que su riesgo político pareciera neutralizado: se supone que nadie entendió tan bien el capitalismo como Marx.

Nouriel Roubini nos dice "Karl Marx llevaba razón. Llegado a cierto punto, el capitalismo puede destruirse a sí mismo. No puedes perseverar en el desplazamiento de ingresos del trabajo al capital sin tener un exceso de capacidad y una falta de demamnda agregada. Y eso es lo que ha ocurrido".

Casi lo mismo señala George Magnus "Marx también señaló la paradoja de un exceso de producción y de bajo consumo: cuanto más trabajadores se queden relegados a la pobreza, menos serán capaces de consumir todos los bienes y servicios que las empresas producen. Cuando una empresa reduce los costos para aumentar los ingresos, es inteligente al maximizar beneficios, pero cuando lo hacen todas las empresas al mismo tiempo, socavan la distribución del ingreso y la demanda efectiva de los que dependen de los ingresos y beneficios"

Son dos voces que coinciden en una idea: enriquecer tanto a tan pocos y empobrecer tanto a muchos termina poniendo en riesgo la salud nada menos que del propio capitalismo. Tal vez aprendan la lección y en el afán de prolongarle la vida al capitalismo se decidan a terminar con la pobreza.


1 comentario:

Carlos Aprea dijo...

¡!(brillante,nada mas que agregar, gracias)