—Sabés una cosa, a pesar de todo yo creo que el mundo marcha hacia el socialismo…
—Ojalá así sea —respondió rápido Progressor dando evidencia de cierta satisfacción con el tenor elegido para el intercambio—. Cuando más cansados estemos de esperarlo, y cuanto menos lo creamos probable, llegará la hora en la que se cumplan los profundos sueños de cambio —prosiguió sacando casi de la galera una bocanada de inspiración sentenciante—, que esta larga noche oscura del capitalismo ceda por fin su lugar a una sociedad más justa donde todos podamos gozar de los beneficios de la vida por igual y a todos nos den los que nos corresponde, y que bajo el rostro del socialismo por fin por fin arribe la era del infinito goce…
—No boludo, con el socialismo tenés que laburar también…—concluyó Dorox creando la interrupción justa para ante la llegada del mozo hacer el pedido de los dos cafés.
(Fragmento de “Dorox, el impreciso” una novela siempre desescrita en el primer capítulo...)
4 comentarios:
Ahhh, ahí no lo acompaño, yo soy socialista laforgueano.
Se refiere usted a Jules Laforgue?
Perdón, lafarguiano.
La pereza, más que un derecho es un mandamiento !
Ahhh, ahora si....! Bueno, comparto la exaltación del ocio. Si por algo el socialismo no triunfó sobre el capitalismo fue porque incluía también el trabajo. La única revolución que realmente sería capaz de motivar a la gente es la de estar al pedo, la de la vivir en joda permanente, y sería la única verdadera revolución, ya que contra lo que nos enfrentamos es contra la tiranía de trabajo!!
PD. igual bien que me hizo acordar de Jules Laforgue que es un poeta de la pucha madre!!!!!
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