Jugadores que gobiernan

En ausencia del Gobernador de Boca Juniors -Don Juan Román Riquelme-, el entrenador Julio César Falcioni pudo disfrutar su “veranito de conducción" en unos partidos preparatorios, vulgarmente llamados “partidos de verano”. Esto le permitió desplegar cierta táctica propia de juego y sentir que era por un breve período de gracia el real conductor del grupo. Pero las cosas tarde o temprano iban a volver a la normalidad cuando el Gobernador o Dueño decidiera que era de hora de hacerse cargo de lo que le pertenece, es decir, el gobierno total y absoluto de los destinos institucionales y deportivos del club Boca Juniors. El feliz número 10 decidió poner las cosas en su lugar ayer en una conferencia de prensa donde mandó al entrenador al tacho de los desperdicios ninguneándolo todo lo que pudo y marcándole territorio de manera ostensible. Primero minimizó de forma artera los ”partidos de verano” donde el equipo había recibido elogios en su ausencia por virtudes atribuidas al nuevo entrenador, además de hacer nula referencia positiva a su llegada. Luego descalificó su sistema de juego agregando que el equipo debía jugar “más lindo” todavía y se mostró casi al borde de un ataque de celos por los elogios dispensados por la prensa en su ausencia ironizando sobre que antes todos lo pedían y ahora pareciera que podían prescindir de él, cosa inconcebible. Por último, sin mencionar la obviedad que se daba por incluido en el equipo titular, definió el dilema de los arqueros determinando que juegue García en vez de Lucchetti, con lo que redondeó una verdadera ponencia de estadista que dejó claramente expuesto que él es el que manda y en todo caso Falcioni es tan solo un anecdótico nuevo “entrenador”, asi con minúscula, un mero empleado encargado de organizar los entrenamientos y firmar planillas.


El caso de Verón, Dueño y Gobernador de Estudiantes de La Plata, es similar. Aparentemente cansado de chocar contra el veto del dueño a los jugadores que no pertenecen a su representante, el Señor Sabella, improvisado ayudante de campo promovido a “técnico de perfil bajo” para trabajar a las órdenes del dueño decidió despegarse de la situación yéndose al diablo sin más. El citado ex jugador de River y Estudiantes en el pasado, mostró siempre ser carente de cualquier vocación por ser un verdadero director técnico. Basta recordar aquel momento después del mundial de Sudáfrica cuando sonó su nombre para hacerse cargo de la selección y el susodicho respondió sólo con ladridos monosilábicos evasivos sin mostrar ninguna estatura conceptual. En este caso, ante su renuncia, los “dirigentes” rápidamente pasaron el aviso que buscaban “técnico de perfil bajo”, por no decir alguien que acepte someterse a las órdenes del Dueño sin chistar. Por ello abundaban en la lista de elegibles los “ayudantes de campo” que trabajan para otros técnicos ya que se busca que acepten ser partenaires del Dueño a cambio de dar un salto en sus carreras y ser promovidos de meros colaboradores a directores técnicos plenos, al menos en las apariencias. El que aceptó tal convite con tal de emerger de una vez por todas de las atormentantes sombras de Marcelo Bielsa fue finalmente El Toto Berizzo.

Aclaro que no tengo ningún prejuicio negativo sobre que jugadores de fútbol en actividad desempeñen el rol de gobernantes de clubes, en todo caso habría que evaluarlos por los resultados en comparación con la gestión de los dirigentes, y teniendo en cuenta que estos jugadores ejercen su rol con un gran consenso de los socios, no existe demasiado lugar para las objeciones de fondo. Lo que si desearía es que esta situación de hecho se blanquee a través de una designación formal evitando hipocresías. Se podría crear la figura de “Jugador Presidente Honorario”, “Jugador Manager”, etc.