El fantasma, seguramente por razones de locura mayor, ha dejado de postear.
Esperando que sea sólo una pausa, se me ocurre recordar el sentido de su blog. Omar Genovese construía diariamente una épica del caos a través del escrute de todos los rebotes arbitrarios de la pelota de la realidad. Con una impronta que jamás perdía el foco en lo literario, atravesaba los hechos y las palabras con una puñalada fulmínea, nunca exenta de una resonancia creativa, porque hacía posible una fecunda reingeniería de la crítica; la acidez que corroe las superficies abrillantadas no para mimetizarse con esa superficialidad que destruye sino que despejar la entraña áspera del pensamiento.
Estoy seguro que su voz libérrima seguirá sonando en muchas otras partes, allí donde esté la iremos a buscar.
Esperando que sea sólo una pausa, se me ocurre recordar el sentido de su blog. Omar Genovese construía diariamente una épica del caos a través del escrute de todos los rebotes arbitrarios de la pelota de la realidad. Con una impronta que jamás perdía el foco en lo literario, atravesaba los hechos y las palabras con una puñalada fulmínea, nunca exenta de una resonancia creativa, porque hacía posible una fecunda reingeniería de la crítica; la acidez que corroe las superficies abrillantadas no para mimetizarse con esa superficialidad que destruye sino que despejar la entraña áspera del pensamiento.
Estoy seguro que su voz libérrima seguirá sonando en muchas otras partes, allí donde esté la iremos a buscar.
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