Repugnante espectáculo resultó el fallo sobre Cromagnón. Con el deplorable fuck you de la madre de Fontanet a los familiares de las víctimas incluido, todo fue pasto para que los descerebrados tengan algo que festejar; triunfo de la república del primitivismo y el hacer dinero de cualquier forma. Fallo populista y tribunero que entregó apenas un poco de sensación de racionalidad ante las condenas de Chabán, el manager y un policía, pero una densa oscuridad en la impunidad absoluta para los asesinos que tiraron las candelas -a los que nadie se preocupó en individualizar- y los que los instigaron a hacerlo con una campaña bastarda de agitación tribunera que no medía riesgos sino dividendos económicos. Ninguna lógica razonable explicará el por qué de una condena al manager y ninguna a los integrantes de la banda.
En este artículo puede que Eduardo Fabregat no acierte en todo, pero al menos siento que se acerca a la misma sensación que siento.
En este artículo puede que Eduardo Fabregat no acierte en todo, pero al menos siento que se acerca a la misma sensación que siento.
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