Existe en los sectores medios-altos de la sociedad una pobreza funcional que se pone de manifiesto en la insuficiencia de poder económico para afrontar el goce del alto consumo que alcance las necesarias dosis de elitismo para ser excitante, que rubrique el acceso mínimo a los ejercicios del placer masivamente deseables. No acceder a íconos como cirugía estéticas, vacaciones en lugares de moda, sexo pago con modelos o cuatriciclos para los niños se vuelve una condena social. En cierto momento de la vida, para estos sectores lo vergonzante es no tener acceso a aquello que un brutalmente mayoritario consenso social-mediático ha establecido como lo único por lo que vale la pena vivir, y es lo único que daría sentido y justificación al patético y artero papel que con sofisticada imbecilidad se ha venido desempeñando tantos años.
2 comentarios:
Hasta Los Pumas les arrebataron.
Pobre gente.
Cierto, ahora son de los sponsors, la medicina prepaga al poder. Pero hablando de Pumas debo reconocer que pusieron mucho huevo contra Francia y esta vez tuvieron mentalidad ganadora.
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