El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

junio 30, 2008

La salvación como conquista



No hay ningún error. La salvación es la conquista de los héroes justos.

junio 25, 2008

Arresto domiciliario

Los otros, ese magma del que nadie escapa
La red que te contiene es la que te atrapa

T.H.


Los bloggers, desde la melancolía ciclotímica de domadores anarcos, tan templados en la voluntad de hacernos fuertes en lo sórdido de una insolidaria manada de coyotes con un látigo deshilachado, seguiremos fundando colonias en los vacíos más insólitos, al mismo tiempo que veremos languidecer el horizonte.

Estamos tentados de creer que la decadencia de los procesos ilusorios es inevitable, pero las cosas tienen la maldita costumbre de empezar y terminar sin dejarnos ser los mensajeros de la novedad.

Imagino una convocatoria a todos los habitantes de la blogósfera en una plaza. Entonces salgo a un balcón de cara a la multitud y lo primero que digo es una pregunta a los gritos:


“Si alguien tuviera una buena idea ¿sería tan pelotudo de salir a quemarla en un blog?”

La respuesta tal vez unánime nos dará será la prueba de la esterilidad intolerable del blog que no alcanza a volverse una condena de cumplimiento efectivo pero si es un arresto domiciliario.


La oración desesperada


Ni siquiera tenemos permitido el goce de nuestro sufrimiento.

Porque Racing va por la hazaña de permanecer muerto en vida, contra nada y contra todo.

junio 23, 2008

¿Un deporte de caballeros o de caballos?

Una nueva muerte de un jugador de rugby argentino en circunstancias de juego hace pensar en los riesgos intrínsecos de este deporte que es defendido por sus adeptos como “un juego de caballeros”, escondiendo tras estos sanos y nobles ideales una gran contradicción en torno a su esencia reglamentaria que es guerrera, cruel y brutal, y que propicia una lucha física muchas veces desigual. Los amantes de este deporte suelen negar que los altos riesgos de lesiones graves que impone se deban a la naturaleza del mismo -que autoriza un uso desmedido de la violencia física- y tienden adjudicarlas a factores secundarios como la fatalidad o la falta de preparación adecuada. La realidad es que no hay preparación posible que baje los riesgos de semejante combate según unas reglas bastante extrañas.

Para ubicarnos en el debido contexto digamos que los deportes que se basan en el contacto o lucha física cuerpo a cuerpo o en intercambio de golpes con las extremidades (lucha, boxeo, yudo, taekwondo, etc) se rigen por categorías que agrupan deportistas según el peso, tratando de que la paridad en torno a esta variable asegure un mínimo básico de equivalencias físicas en la lucha. El rugby, supuesto deporte de destreza con pelota, es en realidad un deporte de lucha y contacto físico, y uno de los más brutales, con un reglamente que autoriza el uso de la fuerza en el contacto como algo esencial en el juego, y de hecho expone a la lucha jugadores con físicos desiguales. Esta desigualdad se potencia por los diferentes tipos físicos que resultan óptimos para las diferentes funciones del juego. Así es que los medios –medio scrum y medio apertura- y los backs, también llamados “tres cuartos” -2 alas o “wines” y 2 centros- necesitan una serie de destrezas como velocidad y habilidad para manejar el balón por lo que suelen ser en promedio de una envergadura física menor y de una diferencia de kilaje realmente importante con los 8 componentes del pack de forwards cuya función de fricción permanente requiere de físicos exuberantes. La única refriega reglada que tiene en cuenta el factor de la equivalencia física es el scrum donde está estipulado que solo toman contacto y pujan ordenadamente los 8 forwards de ambos equipos, tendiendo con esto a un sensato equilibrio de fuerzas. Si bien esto no baja los riesgos (hay muchos casos de rugbiers que sufrieron lesiones gravísimas como paraplejías o cuadriplejías a consecuencia de la puja en los scrums) al menos establece cierto equilibrio protector. Pero las reglas del juego no imponen restricciones al contacto que tengan en las llamadas formaciones móviles que responden a contingencias libres del juego –llamadas “rucks”- donde está permitido que cualquier jugador ejerza fuerza física sobre cualquier otro, sin limite de cantidad ni de posición (pueden ser 5 forwards contra 1 back) posibilitando situaciones de una flagrante inequidad que ponen en serio riesgo la integridad de los más pequeños. Por ejemplo, se dan situaciones típicas de juego donde varios hombres que superan holgadamente los 100 kilos acuden a derribar a un wing de 80 kilos cuya función quijotesca es precisamente tratar de penetrar con la pelota los bloqueos de esas enormes masas humanas que salen en su cacería para derribarlo, impedir que juegue o quitarle el balón. El jugador que pretende progresar con el balón puede ser embestido, derribado y luego literalmente aplastado contra el suelo por la cantidad de jugadores rivales que quieran, con los riesgos de lesiones graves que ello implica. La libertad que otorgan las reglas del juego en el uso de la violencia física a los jugadores en estos rucks, que generalmente se desencadenan tras un tackle defensivo al jugador que lleva el balón, es excesiva, por lo que los riesgos a los que están sometidos todos son muy altos, y peor aún los más pequeños que se hallan desprotegidos y expuestos.

En torno al lamentable deceso del joven Migliore vendrán explicaciones sobre que no hubo “deslealtad“ en la maniobra que le produjo la muerte, que se trató de un “accidente” pero sonarán a excusas inconsistentes frente a un deporte cuya misma esencia reglamentaria exalta luchas en extremo violentas y desiguales que de ningún modo se solucionan con la declamada “caballerosidad” que por más que sea sincera en su intención a menudo se pierde en el fragor de la lucha como queda demostrado en los partidos donde abundan golpes de puño, aplastamientos, codazos, pisotones alevosos y tackles altos. Aclaro que estas reflexiones las hago en el marco de una visión crítica de los deportes cuya esencia es inter-destructiva y que no miden los excesivos riesgos a los que exponen a sus practicantes, caso del boxeo por ejemplo, contracara “humilde” del rugby. Y esta reflexión crítica se ajusta a sus reglamentos y a los responsables de su vigencia, pero no significa en modo alguno un desprecio sobre los jóvenes deportistas que emprenden estas actividades con sincera entrega, pasión y entusiasmo motivados por un natural estímulo del medio donde crecen. Obviamente suena a vana ilusión soñar con cambios reglamentarios que disminuyan los riesgos y privilegien la habilidad con la pelota por sobre el poder de la fuerza bruta, en un deporte de fortísima tradición donde esa exhibición de hiper-musculosos que van a la caza de una presa indefensa constituye precisamente su condición emblemática.

junio 21, 2008

En los márgenes de la rutocracia

El escenario hoy tiene el eco inmediato del anuncio de la salida de las rutas de parte de sus ocupantes. Aunque se advierte que será una liberación provisoria. Dejo aquí las postales - algunas reflexivas, otras simplemente descriptivas- que fui recogiendo como apuntes a lo largo de esta semana rutocrática.

-Mientras Duhalde realiza un acto en Mar Del Plata de obsceno chupamedismo “al campo”, el matrimonio Kirchner da señales de comprender su aislamiento y abrir el juego hacia el Congreso en busca de eso tan vital que es la amplitud política. No parece haberlo hecho por convicción sino por extrema necesidad, bajo la presión de la soga al cuello recurrió a lo que debió haberse planteado como objetivo inicial. La mandataria Cristina no las tiene todas consigo a la hora de manejar el estado mediático del conflicto. Había encausado bastante bien el barco el martes, y el miércoles con el balcón y la plaza de afrodisíacos volvieron a subirle las hormonas evitógenas y les regaló algunas frases crispadas como pasto a los medios para que azuzaran la hostilidad. Ahora los legisladores están siendo invitados a realizar su trabajo, algo que los toma de sorpresa: ponerse a estudiar, debatir y construir en serio una ley para el tema de las retenciones. Es difícil que tal milagro ocurra pero al menos veremos una interesante agitación de las huestes políticas, una Rutocracia Rural Mediática que deberá apelar a nuevas estrategias y un gobierno de pronto obligado a un tipo de “negociación” de igual a igual con sus aliados y adherentes, algo a lo que no estaba acostumbrado.


-Un flash de un noticiero cualquiera de los últimos días: en una ruta de Córdoba se informaba de un bloqueo donde “no dejaban pasar a nadie” y sólo habían permitido el paso de una camioneta con hemoderivados que iba camino a un hospital. Esa imagen me pegó, pensé la ambientación literaria que pudiera tener; un escenario de guerra, podría ser uno de esos controles de los nazis en los países ocupados de Europa en la segunda guerra mundial, tal vez alguna ruta de Irak controlada por el ejército de los Estados Unidos; o de un camino de la selva colombiana controlada por las FARC. No, la realidad no da lugar a equívocos, se trata de unos de los tantos grupúsculos –poco importa el nombre- que ejercían el poder por su cuenta. Ah eso, dejaron pasar un vehículo destinado a la salud, ¡que humanitarios!


-Argentina es un país ocupado con el consentimiento de una “pseudo-mayoría mediática”. Bandas de ciudadanos alzados ejercen en buena parte del país un poder de facto y no de derecho. Constituyen un real co-gobierno de facto. La lección cívica consecuente es deplorable: el verdadero rostro del poder de las corporaciones y que es lo que sucede cuando se gobierna sin el consentimiento de alguna de ellas. Una vuelta a la Democracia Vigilada donde todos los actos de gobierno deben someterse al veto o la aprobación de esta auto-instituida Corte Suprema Rural de Gobierno y Justicia de la Nación.


-Se anunciaron aprietes a legisladores “casa por casa”. Una exhibición repugnante de prepotencia irrespetuosa de los derechos civiles más elementales de cualquier ciudadano, que se suma a la ya exhibida durante casi 100 días. Los medios siguieron y siguen cargando para cerrar el círculo. Las amenazas de no acatamiento de la ley en caso de que no colme las expectativas “rurales” son claras y manifiestas. El vicepresidente de la Sociedad Rural la hizo corta: “si la ley ratifica la resolución 125 no será una ley justa y una ley injusta no es ley, así que volveremos a la acción” El “campo” se ha auto-instituido en Corte Suprema Ejecutiva, Legislativa y Judicial; tendrá un poder de veto legitimado por una abrumadora “pseudo-mayoría mediática” de la sociedad; si la ley no los conforma, no será acatada y se los autoriza para seguir operando como autoridad de facto e impunemente mediante las mismas medidas de intimidación y coacción que han venido empleando. A tal punto han instalado esta idea de que está justificado el accionar de estas bandas alzadas que ejercen de facto el poder sobre los argentinos, que nadie se pone a pensar en la absurda barbaridad que implica o no lo quieren decir porque forman parte de la operación lógica, con intención o sin ella, que instala como una verdad de sentido común que el gobierno tiene la obligación de hacer lo que el campo exige, que es lo mismo que subvertir el orden natural de una república.


-De cara a lo que se viene, si este gobierno sobrevive al brote que amenaza su durabilidad, aventuro a modo de pronóstico, la nueva “propuesta” que nos espera: el Cuarto Oscuro con Apriete. Antes de las elecciones vendrían a “visitarnos” para aconsejarnos como hay que votar, onda Don Corleone, digamos que entrarían y bloquearían la puerta de nuestra casa con un tractor, para “recomendarnos” que votemos a favor de ellos y de paso enseñarnos como hay que votar. Después instaurarían el “Cuarto Oscuro Con Apriete”, que consistiría en un cuarto donde están las boletas pero que poseería una ventana de cristal desde donde un agro-matón de De Angelis nos observaría para controlar que votemos como corresponde al grito de “ojo con lo que votás”


-Se interroga a muchos intelectuales y dirigentes que ven todo esto como “normal”. “no hay que exagerar”. Está bien, tienen profundas diferencias con este gobierno, broncas, fastidios, disensos y necesitan pasarle factura. Perfecto, de hecho muchos como yo tenemos gruesas diferencias con el Kirchnerismo pero no tanto para perder la capacidad de análisis estructural al punto de refrendar situaciones como las presentes. ¿Exagerar? El uso ilegítimo de la fuerza está probado en los hechos, la única diferencia con los alzamientos típicos es que aquí no se usan armas; pero si otras formas de coacción física como interponer barreras vehiculares o de personas para que sean obedecidas. No creo que sea necesario aclarar que hasta en el derecho internacional se considera uso de la fuerza no sólo el uso de armas sino cualquier acción que implique coacción y amenazas, como destruir un puente, bloquear, poner barreras, etc. También es evidente que no ha existido voluntad de resistencia a los bloqueos, ni de parte de los ciudadanos comunes que los acatan con resignación y mansedumbre -a pesar de alguna bronca pasajera- ni de parte de ninguno de los poderes del estado que tienen una actitud absolutamente permisiva y pasiva. En materia de derecho lo que no se condena se legitima, se hace costumbre, derecho usual.

junio 18, 2008

Latidos de la crisis II

Señales de ruptura del autismo

Señal 1: Despegar de D’elía. Poco importa si lo que decía el iracundo dirigente del FTV tenía fundamento o no, era necesario borrarlo como referente casi exclusivo del gobierno, su imagen estaba carbonizada, y su representividad mediática totalmente desproporcionada respecto de su pequeñísima representatividad real. Llamativa fue la caricia hacia Duhalde. ¿Habrá existido alguna negociación la noche del lunes entre Kirchner y Duhalde? Tal vez la transacción haya sido el cambio del oxígeno de un apoyo por la entrega de D´elía y la apertura hacia el Congreso.

Señal 2: Acudir al Congreso siempre es bueno, aún en lo meramente formal, siempre el Congreso es señal de amplitud, apertura, posibilidad de debate, ajustes de las medidas y obtención de apoyos más variados que multipliquen la sensación de peso en el lado oficialista del conflicto. Dividir la responsabilidad en este caso suma porque también divide la carga de la presión y crea una instancia de participación conforme a la legalidad institucional.

Señal 3: Estar al borde del precipicio quizá le haya hecho "entender" a Kirchner que salir de la soledad no es tan mal negocio político. Abrí la ventana que entra el sol.


Evidente muestra de ingenio popular

Un amigo me acerca una idea: “visto el consenso que tiene esta metodología, primero le damos lo que piden, retrotraemos la situación al 10 de marzo de 2008 y quitamos la movilidad a las retenciones, pero después cuando empiecen a mandar camiones de soja como loco para embolsarse las carradas de guita armamos una protesta y les bloqueamos todos las rutas y puertos para que no puedan embarcar ni una sola tonelada, reclamando por la distribución del ingreso y que se vuelva al 12 de marzo”.

Pequeño intervalo futbolero

Que se vaya Riquelme de la selección. Y Verón también.

!La camiseta 10 para Messi ya!

junio 17, 2008

Latidos de la crisis

El doble discurso instantáneo


La táctica que impera del lado del "campo" es el doble discurso instantáneo. No sólo dicen una cosa y hacen otra, sino que dicen una cosa y dicen otra cosa al mismo tiempo.

Lo practica Duhalde. Dice que hablar de golpe es un delirio y un disparate y a renglón seguido su vocero afirma que está trabajando para ser alternativa “porque tiene una responsabilidad que no puede eludir”. Raro que justo ahora se acuerde de pensar en el 2011, a 3 años y medio, es obvio que trabaja para ser alternativa AHORA. De Angeli y los dirigentes del campo son otros campeones de esta técnica, los mensajes contradictorios. Actúa por la fuerza a la vez que se declara pacifista. En abril de 2007 llamó a “voltear a martillazos a la pastera Botnia como el muro de Berlín” pero “sin violencia”. Ahora dirige bloqueos salvajes de rutas que provocan caos pero dice que es “pacífico” y “busca el diálogo”. Un escenario lleno de contradicciones y paradojas.



Ejercicios de imaginación de salidas

Mientras las fuerzas que componen el oficialismo K , ausentes sin aviso hasta ahora del debate, están en plena fase de “reacomodamiento”, con todo lo que eso puede significar, imaginemos salidas posibles para Cristina:


-La primera idea que se me ocurre lleva por título "Golpe de escena desperejilizador"


Uno de los problemas que aqueja al gobierno ( uno más entre tantos ) es la condición de “perejiles” de sus ministros de economía (Martín Lousteau-Carlos Fernández) que serían las figuras que debieran dar respaldo técnico a sus medidas, y el desgaste de los dos Fernández viejos. Esto exacerba la debilidad de su posición y envalentona a los del campo ya que no existe una figura económica de peso con cintura y prestigio para negociar en un eventual diálogo. Un escenario posible es:

1- Echar a Carlos Fernández del ministerio de economía. Eventualmente echar al jefe de gabinete Alberto Fernández.
2- Ofrecer el ministerio de economía o la jefatura de gabinete a una figura económica de peso como podría ser Roberto Lavagna para que encabece un nuevo plan económico que incluya una revisión de la instrumentación de la política del agro, abra una ronda de diálogo orgánico, incluyendo al congreso, sin modificar los objetivos de máxima del poder ejecutivo que son la redistribución del ingreso y el mantenimiento de los precios de los alimentos accesibles para los argentinos. Sería un golpe de escena con posibilidad de éxito. Una forma de ir para atrás sin que sea ni parezca una claudicación en los objetivos de parte del gobierno y una apuesta fuerte que le ponga la campo un contendiente de peso y lo “obligue” a una postura menos absoluta y más reflexiva.

Claro que estoy imaginando que Lavagna acepte, tal vez algo altamente improbable aunque tampoco descabellado dadas las últimas señales entre él y Kirchner dentro del PJ. Después de todo son nada más que ejercicios de ficción.

junio 16, 2008

Cercos y soledades crecientes

Otro día plagado de tensión. Se me superponen las imágenes y me cuesta ordenarlas:

-Es insólito ver como desde los dirigentes del campo, los políticos oportunistas y los medios cómplices niegan el golpismo y hablan de paz cuando están tomando medidas de coacción, de vocación de diálogo cuando se atrincheran sobre una posición irreductible e innegociable y le echan la culpa al gobierno de las consecuencias de los bloqueos realizados por los grupos alzados.

-Al mismo tiempo los mismos medios informan que continúan con los bloqueos y hay desabastecimiento de naftas, como si todo eso sucediera por arte de magia. También es llamativa la falta de reacción de los damnificados, caso de tamberos que deben tiran leche o productores de otras especies agrícolas que salen a mal vender sus productos pero en ningún caso presionan a sus directos victimarios sino que adoptan una extraña solidaridad plegándose a la teoría del “único enemigo y culpable” en el gobierno.

-Todo este escenario muestra una realidad cruda, irracional, contagiosa y con signos de ser imparable. La soledad y el aislamiento del gobierno parecen crecer día a día, hasta un punto casi difícil de imaginar, reducido cada vez más a un núcleo ínfimo, supervivencial. Su voz parece reducirse a la soledad de un D´elía, cuando extrañamente ningún miembro del poder legislativo integrante de la mayoría oficial abre la boca. ¿Estarán reacomodándose? Duhalde y Reutemann se preparan, hasta dejan filtrar el nombre que tendría el engendro: “Unión Popular”. La Carrió sigue viendo como incrustarse. Este gobierno aparece demasiado sólo y con demasiados enemigos como para que le den una mano, buena parte de esos enemigos son estructurales, la otros se los ganó el mismo con sus actitudes autosuficientes, autoritarias y soberbias. Le están soltando la mano en todas partes.


La lógica perversa

Esta lógica devoradora de la sensatez cívica muestra una vez más el endémico mal histórico argentino que es el desprecio a la Ley, y en este caso a la Ley suprema que es la constitución nacional; instrumento que se pretende pisotear y acomodar a cada interés particular sin respetar su esencia.

En Argentina se ha legitimado de facto que cualquier reunión de personas es soberana por encima de la Constitución, las leyes y las autoridades legítimamente constituidas mediante el voto popular. Puede hacer uso de la fuerza, cortar puentes internacionales, bloquear caminos, provocar todo tipo de daños sociales, desoír órdenes judiciales y disponer libremente a su antojo de la vida y los bienes de las personas, ante un estado que rinde totalmente su soberanía huyendo de cualquier acción bajo una falaz auto-condena de “represión”.

¿Por qué hago hincapié en esto? ¿Me he vuelto un acérrimo institucionalista? ¿Es que veo con cierto recelo las expresiones populares directas que ganan la calle? No. Sólo creo es un hecho clave para entender los acontecimientos dilucidar cómo sobre efectivas actitudes de reclamo de sectores del pueblo se montan operaciones de manipulación del poder.

Los antecedentes más significativos del crecimiento de la tendencia son los episodios que antecedieron a la caída de De la Rúa el 20 de diciembre de 2001. La táctica es simple: montarse sobre genuinas expresiones de descontento popular para manejarlas y activar mecanismos desestabilizadores. Pero fue durante el gobierno de Kirchner que se consolidó su delirante instalación definitiva en el imaginario social: cualquier accionar que sea presentado como “protesta” y que incluya algún agrupamiento de personas tiene impunidad absoluta y el estado debe claudicar toda capacidad de acción, sin importar el grado de representatividad que estos grupos tengan del conjunto social. Kirchner fue el principal responsable de la instalación como verdad pública de esta lógica perversa, mostrando el más irresponsable de los populismos y la peor de las miopías políticas. Festejada por la intelectualidad oficialista, era en realidad una concesión demagógica y facilista para complacer a la progresía nacional y tener a favor a los sectores “piqueteros” que encabezaban protestas sociales, a la vez que se suponía se bajaban riesgos de tener alguna complicación, léase algún muerto como tuvo Duhalde en 2003 con Kostecki y Santillán masacrados en una salvaje emboscada por asesinos de la policía bonaerense. Nadie pareció advertirle los peligros de tal aventurado mensaje que eran nada menos el de estar poniendo en venta, muy barato y al primer postor mínimamente organizado, la soberanía del estado. Nadie imaginó que la medida sería manejable sólo cuando los reclamos fueran pequeños planteos por alguna reivindicación gremial concreta sin segundas intenciones, pero que significaba poner una poderosa arma desestabilizadora en manos de cualquier sector con cierto poder que quisiera ir en contra de la voluntad popular.

El primer síntoma grave de perdida de soberanía fue la pasividad ante el corte del puente internacional con Uruguay que condicionó la política exterior del gobierno, llevándolo incluso a un papelón en aquella cumbre donde el ex presidente Kirchner pretendía negociar con su par de Uruguay sin tener el más mínimo manejo de la situación. La consecuencia de la mediatización de esta lógica hoy día es que se da por aceptado que un sector si no está de acuerdo con una medida de gobierno tiene derecho a rebelarse contra su autoridad y usar la fuerza hasta obtener lo que le conviene o provocar una desestabilización que lo voltee. No importa a quién perjudique o que ley viole, se instauró un “valetodo”, una suspensión de la vigencia de la Ley, una anarquía festejada mediáticamente y avalada por fuerzas y dirigentes políticos de la democracia. Por el solo hecho de juntar una cierta cantidad de gente que apoye y revestir de cierta razonabilidad a la causa del reclamo se da por sobreentendido que adquiere legitimidad cualquier accionar. Acreditar esto como algo aceptable es la locura que está cometiendo gran parte del país, la mayoría de los medios y buena parte de la oposición que se suma a esta carrera del campo para liquidar este mandato de un plumazo, a imagen y semejanza de los golpes de mercado.

De validarse esta práctica en los hechos implicaría una regresión profunda de la sociedad argentina a la noche oscura de los golpes de estado. Ya nada asegurará el respeto al estado de derecho y las autoridades legítimamente constituidas mediante el voto popular y los sectores históricamente golpistas habrán encontrado una nueva vía de acceso al poder. Ya no será posible jamás ninguna política que afecte mínimamente sus intereses por más que sea votada por la mayoría del pueblo. Las rutas se convertirán en el teatro de la contienda democrática.

Ahora el boomerang llegó a destino. Los encandilados por los superficiales visos de “democracia directa” de la protesta y su fetiche “quilomberista” de la sagrada “lucha social” no vieron el bosque feroz detrás del arbolito con luces de colores. A esta altura las aguas rebalsan de humor destituyente en el interior y la postura del campo gana cada vez más espacio en la opinión pública. De Angelis se ha vuelto el nuevo Perón de las Pampas Argentinas para los grandes medios que ya hablan de “otro 17 de octubre de 1945”, y de su mano puede venir cualquier proyecto ya que del otro lado poco queda por oponer para revertir la opinión. ¿O queda algo? Algunos confiaban que la exposición de los campo-golpistas como responsables del caos que causan sus bloqueos debilitaría su apoyo popular pero parece hasta ahora la dinámica de los hechos lo desmiente; ha calado demasiado hondo, al menos en el interior, la onda de que tienen razón y pueden hacer lo que se les de la gana. Salir a normalizar la situación de las rutas significa exponerse al reflejo condicionado de toda una maquinaria mediática que acusará a todo acto del estado de “represión”. Sostener y explicar esto enfrentando esa corriente tan fuerte de opinión pública es difícil sin ampliar la base de sustentación del gobierno, para ello debe romper su aislamiento político. Desde las voces (pocas) no estrictamente oficialistas que no apoyan al campo, pueden leerse ideas que concuerdan a grandes rasgos en la necesidad del gobierno de salir del autismo y generar un mayor consenso, tanto en lo político orgánico en lo vivamente popular.


La dinámica totalitaria, golpista y extorsiva del planteo del campo es inédito en la Argentina. Repasemos sus características salientes:

-Es un planteo absoluto que no admite negociación, que se pone como objetivo obtener la concesión de todo lo pide o persistir indefinidamente en la desobediencia a la Ley y en las medidas de coacción física.

-Apela al uso de la fuerza en perjuicio de toda la sociedad. No repara en provocar daños a terceros con tal de incrementar el efecto desestabilizador. Aunque no se usen armas de fuego hay modos de acción que implican el uso de la fuerza como coacción física: el bloqueo de rutas con elementos físicos como vehículos pesados o cualquier otro elemento, las amenazas de agresión y represalias a quién pretenda birlar el bloqueo.

-Provoca perjuicios económicos a la libre actividad laboral e industrial de terceros ajenos al conflicto.

-Se rebela y no acata las disposiciones de la justicia del estado de derecho.

-Desconoce a las autoridades legítimas de la nación.

-Avasalla la vida y la libertad de las personas.

-Avasalla los derechos elementales al trabajo de las personas.

-Provoca perjuicios gravísimos a la salud y la integridad física del pueblo. El bloqueo de alimentos básicos como la leche pone en riesgo la alimentación infantil. Los bloqueos de insumos básicos para la actividad económica como los combustibles provocan, aparte de incalculables daños económicos patrimoniales a todos los sectores, un daño potencial sobre las vidas humanas: ¿que pasará el día que una ambulancia, un carro de bomberos o un patrullero policial no puedan salir por falta de combustible?

junio 14, 2008

Vértigos de la crisis

Los hechos se suceden de forma vertiginosa. Voy escribiendo estas líneas en los momentos donde decido sustraerme por un rato a la observación de lo que muestran los medios y de lo percibo en la calle luego se salir a hacer alguna tarea cotidiana. Los penosos hechos de hoy en Gualeguaychú, epicentro focal evidente de este movimiento sedicioso y golpista, marcan que lo que vine escribiendo era lamentablemente la lectura correcta de los hechos. Las “protestas” estás orquestadas en sus fines y en su implementación para obtener lo que piden o voltear al gobierno, sin terceras opciones. Han instalado un clima de total desobediencia civil a las autoridades legítimamente constituidas de la democracia. Estos grupos no acatan fallos de la justicia ni acatan las leyes de la nación ni las disposiciones del poder ejecutivo; eso tiene un solo nombre: sedición. Pusieron al gobierno contra las cuerdas, no le dieron opciones. No olvidemos que por más que nos guste o no este gobierno, que tengamos nuestras gruesas disidencias con él, o que estemos hartos de algunas de sus miserias y tropelías -como es mi caso-, es el que detenta el legítimo poder político institucional que representa al estado de derecho.

Por fin, desde el gobierno entendieron que debían actuar y liberar las rutas aplicando las leyes de la nación. Era imposible sostener un país mirando de brazos cruzados como unos sectores sediciosos producían la ruptura operativa del país tratando de imponer por la fuerza e ilegalmente su posición multiplicando bloqueos de vías de circulación de personas y suministros. La actitud de los sublevados pone al gobierno contra las cuerdas y le deja sólo dos opciones: o acata incondicionalmente el pedido que los sublevados o actúa con firmeza, pero vista la virulencia y obstinación de los rebeldes es muy probable que tenga que acudir a la fuerza pública para normalizar la situación, no le están dando otra opción desde el momento que no acatan la autoridad constituida ni los dictámenes de los jueces. Proceder con firmeza es una señal necesaria, al igual que convocar al diálogo pero bajo la condición de deponer los bloqueos.

Esto se convierte en un episodio análogo a los levantamientos de Aldo Rico en 1987 y de Seineldín en 1990. Días pasados observaba con inquietud como desde los centros urbanos llegaba, aún desde sectores progresistas que decían defender al gobierno, un mensaje de ingenuo optimismo que creía que se podía apoyar al gobierno y sostenerlo sólo desde la declamación intelectual, al mismo tiempo que se debía observar de brazos cruzados la actuación de los grupos sediciosos que no reconocen la autoridad constituida como si nada pasara. Desde la comodidad de una facultad, una oficina o un café de la Av. Santa Fe me parece que muchos tienden a desconocer la realidad de esta rebelión que ocupa buena parte del interior del país, y sólo tomarán conciencia de sus efectos cuando a la gran metrópoli dejen de llegar los insumos básicos para la vida. Yo vivo en una pequeña ciudad de la provincia de Buenos Aires, no tan lejos de la Capital pero lo suficiente para palpar el clima de este “interior” donde crece como reguero de pólvora el consenso en torno a una idea que consiste principalmente en no reconocerle autoridad alguna a este gobierno, dándole la razón unilateral y ciegamente a cualquier acto o argumento que provenga del “campo”. A nadie parece importante mucho la pérdida del orden constitucional y están convencidos de que sólo hay dos opciones o salidas excluyentes: o el gobierno le concede al campo todo lo que pide o se tiene que ir.

Los productores de Gualeguaychú y otros grupos duros o autoconvocados, están sublevados, y sediciosos se arrogan la representación del pueblo, deciden por él decidir sobre la vida y la libertad de todos los argentinos, además de desconocer a las autoridades. Su discurso es intolerable; pretenden argumentar que lo que hacen no es “ilegal” sino una mera “protesta”. No se puede aceptar esta estúpida manipulación: no tienen voluntad de negociar sino que su objetivo sin retorno consiste en imponer por la fuerza e incondicionalmente su criterio, o bien presionar por la fuerza para voltear al gobierno mediante actos de rebelión contra el estado de derecho como son los bloqueos, actos que representan el uso ilegal de la fuerza aunque no usen armas de fuego, ya que actúan mediante la disposición de barreras físicas, coacciones y amenazas; ya es hora que se hable de bloqueos sistemáticos y no de “cortes”.

Lo mismo decía Aldo Rico cuando se sublevó en Monte Caseros, que lo suyo no era un atentado contra el orden constitucional sino una “protesta” de representación de un sector de oficiales del ejército contra la política de derecho humanos de Alfonsín. Negar la ilegalidad de los actos sediciosos deliberados, planificados y sistemáticos forma parte de las tácticas golpistas. En estos días, conversando con algunos amigos, muchos me decían que yo estaba exagerando las cosas; que el gobierno no debía tomar ninguna medida que implicara el uso de la fuerza porque sería asimilado a “represión”, de modo que la solución que veían lógica para el gobierno era que soportara el golpismo en actitud pasiva, al mismo tiempo que siguiera intentando mediante discursos estúpidamente persuasivos y declamatorios hacer respetar su lugar y las medidas tomadas, cosa que era brutalmente negado en los hechos. Espero se hayan dado cuenta de lo absurdo de tal postura; se ha demostrado que eso es imposible, la única forma de no hacer cumplir mediante la fuerza pública la legalidad a aquellos que no la quieren acatar por propia voluntad es aceptarles el reclamo y darles todo lo que piden. A los que dicen que el intento de aplicar la medida judicial de hoy y la detención de De Angelis es un error, les pregunto: ¿Cuales eran las demás opciones que tenía el gobierno para decir que era un error? Sólo tenía dos: aceptar incondicionalmente lo que pedían para destrabar definitivamente el conflicto, o inmolarse esperando una segura e inminente caída ante el crecimiento galopante del caos provocado por las consecuencias de la escalada de actos de bloqueo y desobediencia civil.

Si fuera necesario apelar al uso de la fuerza pública esto no lo puede hacer el gobierno solo y aislado ni menos que menos el poder ejecutivo, necesita un apoyo orgánico y popular cierto y que vaya más allá de su círculo ultra-íntimo de acólitos. Ya mismo el gobierno debiera convocar a todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria y declarar la emergencia que impone la puesta el peligro de la legalidad constitucional. Pero obviamente, esto no parece en principio muy fácil de lograr; pocas ganas de tenderle una mano le puede quedar a sector político alguno, aún aquellos que fueran afines en los trazos gruesos ideológicos, después de sufrir el comportamiento kircherista; su glotona acumulación de poder, su autismo, su cerrazón, su soberbia y su desprecio de la crítica, del debate y de todo aporte de ideas. La izquierda anda por ahí, cargando con el ninguneo que le propina el gobierno y su debilidad. Lo más visible de la oposición –léase Elisa Carrió y algún sobreviviente radical- obviamente están especulando ya a su favor tomando encendido partido por el campo. Macri sigue temeroso e irresoluto al respecto. El resto del peronismo poco y nada, incluido un Reutemann tan ambiguo como incapaz, y un Duhalde poco visible a comprometerse aunque deje siempre la duda de si realmente estará tejiendo alguna influencia en las sombras (¿). Pero aún así imagino posible -¿o tan sólo deseable?- la generación de un consenso de apoyo cívico-político que sea enfático en la condena de los actos sediciosos del sector agropecuario (la ilegalidad de su pretensión de obtener se le conceda por la fuerza la totalidad de sus pedidos) como forma de “protesta”, y que incluya una agenda abierta en la temática en conflicto para iniciar una revisión de políticas. Se verá quién apoya esta iniciativa o no. Basta de autismo, y para los sectores que dicen apoyar al gobierno en tanto creen necesaria la continuidad de su mandato, llegó la hora de los hechos, las palabras ya no sirven. Si el gobierno cree que le bastará con D’ elía para defenderse, entonces sus horas estarán contadas y su caída será un hecho irreversible, salvo el último recurso que siempre le quedará de acatar el reclamo. Cuando ocurrieron los hechos de Semana Santa de 1987 el gobierno de Alfonsín fue relativamente hábil para solidificarse pidiendo al apoyo de todas las fuerzas y explicando al pueblo la situación, aunque de todos modos haya terminado concediendo las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Alguien tiene que explicarle a los que todavía se resisten a entender los hechos objetivos de está extorsión inconstitucional que está cometiendo “el campo”.

Finalmente, una ironía: a los que creen en toda esa basura mediática acerca de que lo que está haciendo el campo es “legítima manifestación popular” y todo acto contrario es “represión”, bueno, entonces que firmen entonces de una vez la caída del gobierno a manos de los sectores que impondrán la política sojera sin retenciones y máxima rentabilidad. En el peor de los casos habrá que salir a cortarles las rutas al futuro gobierno sojero el día que nos caguemos de hambre.

junio 12, 2008

Juegos perversos

Basta de inoperancia e imbecilidad, este gobierno debe poner las pelotas -o los ovarios- sobre la mesa, si es que los tiene, y salir a liberar las rutas para normalizar el país. Y lo debe hacer no sólo en defensa del país sino en legítima defensa propia; sólo un ciego no vería que toda esta lógica perversa de acontecimientos va camino de devorárselo. No importa si el que realiza los bloqueos es blanco, negro, pobre, rico, gordo o flaco; la necesidad acuciante es restaurar la normalidad y hacer uso de sus legítimas facultades para que las discusiones se instalen definitivamente en una vía negociada. Para eso se lo votó, para que gobierne y no para que juegue a la guerra cínica con los sectores que lo desafían y le han perdido todo respeto al punto de jugar a desestabilizarlo en sus narices. Si no tiene convicción y bolas para sostener sus políticas y mantener el estado de derecho que renuncie en bloque y llame a nuevas elecciones.

Este gobierno cometió el error de darle rango de "simple expresión de protesta" a diversos atentados al orden público que son esencialmente desestabilizadores, como es el caso del bloqueo de suministros. Todo empezó en el primer mandato kirchnerista con cierta exaltación celebratoria casi de folklore progre de todo corte transitorio de una ruta, calle de una ciudad o plaza que se realizaba como forma de protesta puntual para que tuviera cierta publicidad. Hasta ahí estaba todo bien, este tipo de actos que se practicaban en la Argentina desde hace varios años atrás, no iban más allá de eso y sólo generaban como efecto indeseable algún malestar menor como demoras y desvíos localizados en el tránsito. Pero al tomarse la variable “teatral” del corte erróneamente como concepto de fondo se aceptó tácitamente que todo corte implica una inofensiva manifestación de protesta y como tal debe ser incondicionalmente tolerado. Pero las acciones mutaron cualitativamente y de los cortes transitorios y puntuales para obtener repercusión pública en un reclamo gremial se pasó a bloqueos de circulación de suministros sistemáticos, organizados y permanentes. Legitimar un bloqueo que se planifica sistemático con el evidente fin de hacer daño a toda la sociedad, crear desabastecimiento y otros efectos desestabilizantes, dándole el tenor de un simple acto de protesta, es una peligrosa imbecilidad política.

Ahora resulta que son los transportistas los que bloquean y generan desabastecimiento en protesta por el conflicto del campo con el gobierno que “no los deja trabajar con normalidad”, lo que impide a la mayoría del país trabajar y vivir con normalidad ?!. ¡En protesta por las consecuencias de un bloqueo se responde con otro bloqueo igual o peor! Pero parece que el sector transportista que está impulsando los cortes es el que depende exclusivamente del campo, por lo tanto está como rehén y es probable que esté siendo usado como carne de cañón por el propio campo para radicalizar el conflicto. Debe ponerse fin a este juego perverso y delirante que pone el país al borde de la anarquía. No se puede seguir en la ingenuidad de creer que con este nivel de caos el gobierno puede durar; si queremos que dure los 4 años lo peor que podemos hacer es creer que se va a sostener sólo con discursos pelotudos en el medio de la desintegración operativa del país ante una orgía de bloqueos.

De nada sirve la obstinación obsesiva en sostener a rajatabla las medidas si al mismo tiempo no hay bolas para hacerlas respetar; esto lleva a un callejón donde sólo hay dos salidas para el gobierno: o da marcha atrás y cede a los reclamos, o actúa con vigor para reestablecer el orden y el respeto por sus medidas. Esto último no excluiría la apertura de una profunda revisión negociada de las mismas, ya que todo lo que implique ampliar los marcos de análisis y participación orgánica de los diferentes sectores en una política determinada no es señal de debilidad sino de lucidez gobernante, pero de ningún modo puede permitir que el reclamo ponga las cosas fuera de control. Lo que nunca debió dejar de hacer es exigir –no pedir- el cese de los bloqueos para iniciar cualquier tipo de diálogo. Sostenerse sólo por la obcecación declamatoria es imposible si al mismo tiempo se permite que del otro lado rompan el país.

Fiebre apache

Redistribución social de las rentas extraordinarias, impuestos confiscatorios establecidos por decreto, mentiras, desplantes, ofensas, legitimidades, heroismos...

En en el medio de la disputa entre el campo y el gobierno por los réditos del oro alimentario se me ocurrió disparar algunas flechas con dirección desconocida.

La rutocracia hargentina

Democracia en las rutas.

¿Para que ir a votar cada 4 años un presidente? ¿Leyes? ¿Estado de derecho? ¿Debate, diálogo, congreso? ¿Reclamar ante la justicia? ¿Que es eso? No viejo, eso es judicializar la propuesta, digo la protesta ¿estás en pedo?

Ahora la izquierda y la derecha por fin coinciden en algo: el mejor sistema de competencia y gobierno es la rutocracia. Si la democracia argentina se ha propuesto que las pujas se dirimen en las rutas, lo mejor es abolir el sistema de elecciones y establecer una Rutocracia Quilombera Irrepresentativa; el sector que corta más rutas gobierna hasta que otro le gane. Las rutas van a estar muy solicitadas, va a haber colas de grupos esperando encontrar una ruta libre para poder cortar:

-Déjennos cortar a nosotros que llegamos primero, hace más de tres días que hacemos cola y somos los Salvadores de la Patria Occidental y Cristina, digo Cristiana...

-No, salgan de acá fachos de mierda, nosotros llegamos primero y somos los Salvadores de la Patria Socialista, rajen de acá... !Si Evita viviera estaría cortando una ruta!...

Lo mejor para la salud de la rutocracia será construir más rutas.

Mientras tanto el pueblo se jode, nos jodemos, eso en definitiva no cambia.

junio 09, 2008

La periodistización de la literatura II

Cumplo tardíamente una promesa:

En los comments de mi reciente post sobre el periodismo y la literatura Inx envió un interesante texto de Pavese. Cito dos párrafos esenciales:

“En cambio, en la crítica, que desde distintas partes viene dirigida a los escritores, está implícita la superficial presunción que contando de ciudades destruídas, de heroísmos de guerra, de hambre y de prisiones, de lo que, en fin, se le llama actualidad palpitante, nuestra literatura resultaría más rica, más verdadera, o como se dice, más “humana”. Entendámonos bien. No se niega a nadie el derecho de escogerse los argumentos que cree, no se pretende que sea un mérito asistir neutrales e impasibles a la tragedia cotidiana de una guerra civil -por cierto nadie lo logra, y los neutrales, los llamados bienpensantes, también ellos combaten- simplemente, se quiere aclarar que la profunda humanidad, la vena auténtica, la franqueza del arte, tienen raíces no en la cantidad o enormidad de los hechos sufridos, sino solamente en la mente y en el corazón, en la claridad de la mirada, en el monótono y martillante recuerdo"

"Es ilusorio buscar en el apoyo directo de los hechos, en la escuela de la dura experiencia, en la aventura vivida, aquella seriedad y aquella precisión de fantasía que nacen solamente -cuando nacen- de la lenta costumbre y maduración de la vida interior. Que sea deber de cada quien enriquecer de todo modo -no por último, aceptando y respetando los límites propios- esta vida interior, es cosa obvia. Que cada uno de nosotros -también el escritor- está enraizado en una situación dada, en una clase, en un histórico conflicto inevitable, es verdad. Sin embargo, es también verdad que cuando se toma en la mano la pluma para narrar en serio, todo ya ha sucedido, se cierran los ojos y se escucha una voz que está fuera del tiempo"

De acuerdo. El escritor puede relacionarse con los hechos en un reflejo indirecto, mediato, lateral; que puede ser posterior o anterior quizá como prospectiva, ya que los hechos en él influyen como el macerado de tendencias, estructuras, procesos, señales decantadas. Pero creer que será un eficaz colector inmediato de los hechos es un error, solo puede aportar pequeñas mejoras formales en el producto del texto, pero para la esencia de la crónica caliente, para la perecedera misión de tener que hacer algo con los hechos ya mismo, nada mejor que el periodista. La escritura es maduración y es juego, cosas que el periodismo no se puede permitir.



junio 05, 2008

Aullidos orientales



Un testimonio de rock japonés de los '70 con "Satori" de la Flower Travelling Band. Cuando el rock era un duende desgarrador de límites y moldes, casi un aullido étnico de libertad.

junio 03, 2008

Observaciones distraídas VI

Hay accidentes lexicales dentro de la lengua castellana que producen un efecto de fusión semántica, son palabras o combinación de palabras donde por casualidad se funden dos vocablos de significados opuestos, iguales o concurrentes. Ejemplo:

“El expan-sionismo del estado de Israel”