El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

septiembre 29, 2006

La blogueridad ( I )

Origen: El disparador de estas reflexioneses es -nuevamente- un post de Miguel Soler, autor del blog Dural. Y el tema es nada más y nada menos que la copiosa crucifixión filosófica de la lecto-escritura publicante, la propia naúsea existencial del acto de bloguear, su "to be or not to be", que yo he decidido llamar simplemente La Blogueridad.

Blog
Casa
Albergue
Transitorio
Hospedaje
Techo de chapa
Y algodón
Harinas del otro costal
Strip tease y pudor
Toda riqueza encontrada es un desperdicio
Todo autenticidad es trivial

Por defecto y efecto
Por afecto

Se bloguea para poder escribir
Se deja de bloguear para poder escribir


Con prisa pero sin pausa

Que desagradable que es ver pasar la absurda –por lo excesiva- velocidad de los días que se acumulan después de postear algo y como va corroyendo como un ácido la estabilidad de nuestro supervivencia bloguera. Cuando los días se amontonan sin publicar o comentar nada se presiente la inminencia del peligro. Un blog de más de 15 días de silencio se presume enfermo, al menos con sospecha firme de una dolencia que puede llevarlo a la muerte.

La excesiva dependencia de la variable temporal es lo más hermoso y lo más nefasto del blog. Seguir blogs fatiga, comentar se hace tortuoso. En mi caso hasta perdí una quinta velocidad comentera que tenía por ejemplo el año pasado y que me permitía entrar en régimen en pocos minutos y armar una idea.

Al post de ayer lo mata el post de hoy. Y el post de hoy sobrevivirá algunos días hasta ser muerto por el próximo. Y en el caso de que no lo mate uno nuevo, simplemente se suicidará para dejar vacante el espacio, que indefectiblemente habrá que llenarse con el siguiente.

El blog es un recipiente pequeño y agujereado. Un líquido dura allí apenas un corto lapso porque es desalojado por un nuevo líquido o bien simplemente se derrama.



¿Gasto o inversión? El blog como pérdida


Hay una ley que amenaza ser inexorable: usar el tiempo que uno dispone para escribir en el blog es restar ese tiempo a otros proyectos incompatibles con él: proyectos de escritura extensos a mediano o largo plazo; novelas, cuentos, ensayos, artículos de opinión elaborados, textos que requieran mucha investigación bibliográfica, análisis o borradores. Para la salud de todo ese tipo de proyectos el blog se parece a un camión que viene de frente en una ruta de una sola mano. Yo tengo un blog y varios proyectos de trabajo en escritura que no se acomodan a ese formato. ¿Quedaron relegados por culpa del tiempo que le dedico al blog? En parte, después de más de un año de andar, diría que si, que se desviaron en su tiempo de elaboración, pero también tal vez hayan ganado un estímulo circundante cuyos frutos se verán en un futuro inmediato, ya que bloguear en mi caso reabrió un apetito voraz por la escritura que había perdido después de algunos años de anorexia, y en lo cual tuvo mucho que ver el sentido de comunidad establecido, las lecturas recíprocas, los comentarios, debates, encuentros y relaciones. ¿Se podrá alcanzar un equilibrio? ¿Es compatible dejarse seducir por la imperatividad cotidiana del blog y al mismo tiempo poner ladrillo sobre ladrillo en obras de mediano plazo?


Al que siente que la energía que gasta en un blog la podría utilizar en otro trabajo destinado a ser publicado en formas y medios tradicionales, se le pronostica una vida bloguera efímera. Entender ese desgaste como antagonista de nuestro propio desarrollo implica la gestación de un dilema. Por un lado algo parece informarnos que lo escrito en un blog no es algo digno de tener entidad en si mismo. Llegamos a pensar en términos de la rentabilidad del tiempo, y hasta hablamos de gasto y no de inversión. ¿Estaremos condenando al blog como entretenimiento menor para jamás poder concebirlo como continente de algo que merezca la pena? Algunos lo descartan a poco de andar porque en su carrera al estrellato sólo les aporta un granito más en su curriculum, y otros porque no les da el cuero para sostenerlo a la par de los otros emprendimientos más interesantes. ¿Será posible rescatarlo de esa amenaza?


Tal vez la condena congénita que porta el blog nazca de una de sus propias virtudes; generar una plataforma de excitación escritora útil para liberar ideas que en forma directamente proporcional a su potencial han precisamente de guardarse para un destino mejor que el de publicarse en un blog. Su destino tal vez sea producir el alimento que lo conducirá a su próxima inanición, y que confirmará su rol de partenaire; un auxiliar de entrenamiento y entretenimiento escritural –para evitar el término literario que a algunos les parece demasiado-. El blog será el lugar donde habremos de presentar aquello que no es demasiado malo como para hacer decaer nuestra imagen ni demasiado bueno como para merecer el destino de una carrera en alguna instancia jerárquica superior de las publicaciones. Será el depósito de lo que creemos mostrable pero carente de brillo, o bueno pero sin potencial para merecer retenerlo en pos de un mejor desarrollo. Y ahí si el blog como instrumento publicante digitará el alcance estético de sus contenidos, y terminamos dándole la razón a Marshall Mc Luhan “el medio es el mensaje”. Aquí sería: el medio es la resignación.

septiembre 26, 2006

Arquitectura a la milanesa

El estimado Gustavo Nielsen nos acerca en su blog Milanesa Con Papas una interesante propuesta para escribir sobre arquitectura. Me resulta especialmente atractivo el concurso ya que de alguna forma se inscribe dentro de la idea general que me rondaba cuando escribí aquellos posts titulados Arquitectura Carnal ( prometo no usar más este adjetivo por un tiempo largo) y que tiene que ver con conocer las opiniones y comentarios de gente no especializada en el tema, ya que presumía una gran riqueza de lecturas y miradas allí. Recordando los excelentes aportes que recibí en aquella oportunidad de parte de varios blogers, no dudo que puede haber entre ellos varios potenciales participantes. Sería muy bueno que aprovecharan este concurso -organizado por una publicación tan prestigiosa- para volcar sus inquietudes en la materia.

septiembre 24, 2006

Invalidez carnal


“A un sol
que ha sido privado
del poder de sus rayos
ni siquiera le queda el recurso
de beberse su propio calor a la sombra”


Le corrió un frío lapidario por el cuerpo ante el impacto crudo de la noticia. No puede decirse que fuera una tragedia desgarradora, sin embargo cualquier nombre sería incapaz de definir la índole del anti sentimiento sufrido.

Todos sus espejos, verdaderos objetos de placer que había sabido limpiar día a día con extrema prolijidad, se volverían de pronto solventes garantes de un duradero pesimismo. Quedaría seriamente cuestionada su continuidad en la elite de los sobrevivientes carnales. Haría silencio sobre soporte de cigarrillos o bebidas, y vería la escarcha de Serrat, un nevado abismo de diferencias insalvables, o ese ruido macabro de la imposibilidad. Se convertiría en su propia criatura extraviada; un pordiosero íntimo de la mano de su sueño rechazado. Su orgullo, aquel soplido de confianza puesto a resguardo en mil batallas, se erosionaría como atacado por un torno de dentista, de esos que pulverizan carne maloliente. Y de su género, sólo volarían las fosforescentes malezas del abandono, como un tímido cadáver reseco.

El apetito desmentido es como una intragable tortura en gotas, una especie de espesa indignidad que se atraviesa desnuda a mitad del pasillo de la respiración. Una alfombra de vidrios destrozados dispuesta a recibir infinitamente el primer paso de todos los días venideros.


–Yo te quiero como amigo…


Ser declarado incapaz de calentar es la invalidez más amarga de toda masculinidad.

septiembre 20, 2006

El menor de los análisis V

Nunca estuve de acuerdo con los que creen que la razón la tiene siempre el que tiene el poder o el éxito de mercado. Nunca estuve de acuerdo con los que creen que la razón la tiene siempre el que protesta, el que reclama o resulta desfavorecido en alguna situación.

Pasándolo en limpio:

Nunca estuve de acuerdo con los que creen que la razón la tienen siempre los ganadores. Nunca estuve de acuerdo con los que creen que la razón la tienen siempre los perdedores.

Tampoco nunca estuve de acuerdo con escribir este tipo aforismos balanceados, pero los escribo igual.

septiembre 15, 2006

El tesoro del discurso

Este post comete un acto de desafío contra una ley no escrita que en la práctica gobierna a los blogs; hace referencia a un texto aparecido en otro blog más de un mes atrás y saca a flote algunos apuntes que nacieron casi como comentario y que fueron puestos a dormir en espera de florecer en momentos de más benignas condiciones de temperatura y humedad creativa. Ese mejor momento nunca llegó ni llegará, sólo que hoy una mano casi autoritaria de mi parte ha decidido despertarlo y hacerlo salir a la puerta con lo puesto.


Parto de citar parte de lo que Miguel Soler escribíó en Kaputt :

“…Como lo mío es el dibujo y las artes visuales, me recuerda la forma en que el público recorre una galería de arte. Si prestan atención en ello, verán como la gente se traslada cuadro a cuadro, tratando de componer un film imaginario que les pueda indicar el sentido de la serie. Por eso traté siempre de ir solo a una exposición que fuera de mi interés; porque de las veces que recuerdo haber ido acompañado, me sentí tirantado por esa órbita preestablecida en la continuidad de las paredes y la uniformidad de los espacios. Yo creo que uno tiene que entrar un poco ciego, y dejarse asaltar por la súbita visión de una pintura; algo así, como jugar a la gallinita ciega: plantarse en el centro del salón, girar una cantidad de veces, y lanzarse al tanteo de una forma fugaz pero apremiante, como hacia una mujer que guía con su aliento, cada vez más jadeo, cada vez más ardo. Nunca la memoria ha ordenado con eficacia la concatenación de hechos que forman nuestra vida. Solemos pensar que ajustada la relación de causas y efectos, el sentido surgirá como un fantasma convocado. No es así…”


En arquitectura existe un modo de vivenciar los espacios según un orden temporal narrativo lineal que es forzoso; una obligatoriedad del recorrido porque la experimentación de cada espacio depende de la limitante física del movimiento de la persona. Pero lo central es que no es posible vivenciar las unidades en forma autónoma sin la experiencia necesaria del enlace o la transición. No se puede estar en un living en un instante y pasar a experimentar de pronto el interior de la sala de lectura que se halla unos pasos o unas paredes mediante evitando alguna clase se transición que ya inyecta una inevitable variable encadenada de percepción. Tampoco -a menos que alguien se tire desde un helicóptero como el hombre araña y caiga por la claraboya- se puede experimentar el interior sin primero vivir el exterior y su transición. No es posible empezar por el final, saltear pasos o construir una sucesión de punto independiente. Eso no quiere decir que no existan espacios que se puedan experimentar con recorridos alternativos, por ejemplo si se parte de un centro y hay varias opciones se pueden generar alternativas pero no se puede pasar de la habitación en la que se está a la de del otro lado del centro sin pasar por algo.

En pintura si se puede caer sobre cada cuadro en particular evitando la búsqueda de un orden o promenade perceptivo, pero no quiere decir que no se pueda buscar ese efecto de cuarta dimensión o recorrido por el cual cada cuadro puede estar articulando un discurso si se los visualiza en determinado orden. Como en música, se puede vivir la experiencia de insertarse perceptualmente sobre piezas aisladas, pero también erigir conexiones narrativas y que el orden sea estéticamente activo.


La diferencia que plantea Miguel con la memoria es fundamental: la memoria hace el trabajo de seleccionar episodios pero no construye discurso narrativo, nunca nos cuenta un cuento, sólo muestra imágenes impresas, da cuenta de registros en grados de intensidad, amplitud, estrechez, forma, calidad; pero no aporta sentido narrativo, no da satisfacciones expresas a las demandas de orden, solo informa desde su propia “arbitrariedad” selectiva. Y pongo comillas ya que por arbitrario calificamos a todo lo que no podemos hallar su estructura lógica, pero eso no nos asegura que tenga sus razones que quizá se manifiestan según otro tipo de códigos.

Quién entra a una sala de exposición de cuadros por “instinto” habrá de escrutar señales de la existencia de una propuesta de algún orden de recorrido en la disposición del material. Y no están tan errados; el ordenamiento dispuesto por el autor en relación al movimiento puede tener alguna intencionalidad expresiva, formar parte de la cuestión artística, y no un mero orden azaroso para la experiencia de obras en si mismas. También es posible que la lectura de unidad o sentido del conjunto de las obras se de igual sin necesidad de apelar a disponerlas según un orden secuencial.


Cuando Mussorgsky tuvo que representar musicalmente las obras expuestas de su amigo, el pintor y arquitecto también ruso Victor Hartmann, que había fallecido poco tiempo antes, le llamó precisamente “Promenade” (paseo) a los intermedios del recorrido que imaginó por las diez obras que escogió de las más cuatrocientas que integraban la muestra homenaje organizada por su amigo común Stassov. No presentaban ningún orden entre si, pero a juicio del propio Mussorgsky representaban un hilo conceptual común.


La tendencia al ordenamiento es un gen que del cual el lenguaje nos hizo herederos. Ningún ser humano educado es capaz de privarse fácilmente de esa tentación que es la búsqueda del tesoro del discurso.

septiembre 11, 2006

Hipótesis sobre el mal

( Se aclara que el presente es un mero ejercicio de pensamiento provisional cuya demostración queda pendiente para probablemente jamás ser realizada. )



-El mal opera en todas partes y en realidad gobierna el mundo. Toda la vida y el pensamiento es la suma de las luchas y los intentos por desmentirlo.


-El mal es la física de la realidad. Su perfecta consumación, su puesta en escena coordinada y coherente. Nada escapa a la ley del Mal, porque el mundo tal cual lo vemos y vivimos no es otra cosa que su obra. La historia de la humanidad es la historia de los triunfos del Mal contra el Bien, su partenaire creado y preferido, al que inventó para vapulearlo. Sólo han variado las sucesivas formas y maneras en que ese triunfo se fue consumando. El Mal ha vivido para ganarle al Bien de todos los modos imaginados, para derrotarlo en las más disímiles condiciones, en los escenarios más diversos y extraños, bajo las configuraciones más originales.


-El mal necesita para ser efectivo que se dude de su poder. Si todos estuviéramos seguros de su gobierno absoluto de la realidad, sería incapaz de existir el truco que da vida a su esencia vengativa y al goce que todavía es capaz de experimentar por el ejercicio de tal dominio. La condición necesaria para que una traición sea consumada es la existencia previa de una esperanza, por consiguiente, es esa esperanza el alimento básico e indispensable del Mal. Y entonces el Bien se parece demasiado a una estrategia que creó el Mal para hacer posible y más divertido su gobierno, para hacer que su acto de afirmación luzca mejor en la escena y su efecto destructivo sea más penetrante a nivel emocional. El Mal se precipita en acto preferentemente sobre una desilusión, una traición, una interrupción abortiva de una fe que se deja renacer una y otra vez para poder sentir el placer de matarla una y otra vez. El Mal viste al Bien como su títere, hace que se vuelva a presentar y que no se vea ridícula su pretensión de tener posibilidades de vencer.


-El mal se manifiesta en la tristeza del mundo, en sus terribles miserias y dolores, en sus desgarros inexplicables, en sus injusticias ordinarias, en sus colapsos cíclicos, en la impotencia definitiva de la vida para tener sentido.

septiembre 05, 2006

La comprensión del nazismo

Comprender (RAE)

1.Abrazar, ceñir, rodear por todas partes algo.
2. tr. Contener, incluir en sí algo. U. t. c. prnl.
3. tr. Entender, alcanzar, penetrar.4. tr.
4. Encontrar justificados o naturales los actos o sentimientos de otro.



"No hace falta presentar como una revelación algo que está testimoniado en infinitas partes. El nacional socialismo tuvo amplio apoyo popular e intelectual, aún desde sectores ajenos a las derechas y que podrían agruparse globalmente dentro de un pensamiento “progresista”. Tampoco es una novedad que los populismos totalitarios de derecha son generalmente y valga la redundancia, populares. Lo que más me llama la atención es que este debate se haya dado a partir de la confesión de un escritor como Güther Grass, lo que parece querer indicar que esto de descubrir intelectuales de prestigio vinculados al nazismo es una cuestión de seguir buscando en los archivos o bien de continuar aguardando nuevas confesiones; la sensación es que aún no se ha visto todo. Pero en caso de Grass se agrega una nueva duda: ¿por qué eligió este momento para hacerlo? Si no fue una motivación de índole puramente personal, tal vez entendió que hay en el ambiente una mejor predisposición a recibir este tipo de confesiones, favorable quizá a entenderlos como “pecados de juventud” o ubicarlas en su debido contexto histórico ¿O es que habrá percibido cierto relajamiento en torno a la oposición al fenómeno nazi que ya no provoca tanto unánime rechazo? Si evidentemente especuló con ocultarlo todos estos años no es descabellado pensar que también haya especulado en relación a cuando confesarlo (..)"

En Nación Apache podrán leer el texto completo de estas reflexiones. Se suman a los diversos aportes en torno a un tema que ha tenido una nueva e intensa puesta en escena tras la confesión del escritor alemán Gunther Grass de su militancia en las Waffen-SS.

septiembre 02, 2006

Nosotros te redescubriremos

Los planetas, los continentes, las estatuas y las vacunas se descubren. Los escritores en cambio se redescubren.

Usted, si, usted, quién lee estas líneas, piense que puede ser el próximo redescubierto.

Un escritor contemporáneo que se precie de cargar con el peso de su nombre debe tener tres elementos básicos en su haber: algunos libros, una buena construcción de su propio personaje y algún escritor redescubierto o desenterrado.

Hechos trizas por la pobreza, la enfermedad, el alcohol, las drogas, la esposa, las esposas o las críticas desfavorables. Maníacos pasapapelones, putañeros desorejados, violentos intemperantes, tragasables compulsivos, depresivos de ojerosas miradas, cirróticos terminales, bolches o fascistas impresentables, son algunas de las tipologías más utilizadas. La aniquilación crítica o el sordo ninguneo del hoy puede ser la semilla de efecto retardado del redescubrimiento estelar en el futuro. Y una vez producida la venganza la espiral laudatoria será imparable


Al compás de la música de Queen cantamos:

We will, we will rediscover you!!


Anexo documental:


Nómina provisoria de probables escritores a ser redescubiertos

Jorge Asís
Sserá redescubierto en el 2023 por Washington Cucurto y poblará cátedras en la nueva Facultad de Filosofía, Letras y a construirse en el nuevo barrio de Puerto Madero Hollywood. Una ya anciana Beatriz Sarlo escribirá una nota en el suplemento cultural de Clarín

José Narosky
Será redescubierto y reivindicado en el año 2245 por los sobrevivientes de una catástrofe nuclear. Su célebre aforismo “Hay quién arroja un vidrio en la playa, pero hay quién se levanta a recogerlo” será falsificado y presentado con la siguiente fórmula subrogante: “Hay quién arroja a su mujer desnuda en la playa, pero hay quién la levanta para recogérsela” (x)


Nómina de probables caídos en desgracia

Manuel Puig
Reciente y paradigmático caso de redescubrimiento súbito que hace volar de fiebre uterina e incontinencia eyaculatoria a chicas y chicos de letras, críticos, periodistas culturosos y literatos, caerá en un efecto cascada allá por 2028 y se dirá de él que escribía noveluchas sobre putitas de pueblo chico y encima ya nadie aceptará que porque en Pubis Angelical escribíó la palabra “peronismo” fue un corajudo visionario de la intelectualidad que se animó a enfrentar a la dictadura.

Jorge Luis Borges
Si, al gran viejo, al gran unánime de los unánimes le va a llegar también la hora del escarnio, caerá en desgracia en el 2106 y será canonizado como un ciego que se quedó ciego por leer tanto, ya que se descubrirá que escribir leyendo tanto no tiene gracia ni sentido alguno; es más, se declarará totalmente al pedo.


(x) Coger: Argentinismo por follar