El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

agosto 13, 2005

El comment, un cambio casi nupcial (III)

Impactos y visitas

Hay textos que tienen impacto directo, como esos discos que se oyen y de inmediato disparan reacciones, nos dan ganas de gritarle al primero que pase todo lo que nos despierta. Hay textos con esa capacidad, la de estimular la secreción casi instantánea de reacciones, de réplicas, como si nos pincharan en alguna parte sensible, como si excitaran a las bestias dormidas de nuestras usinas de expresión. Entonces el comment brota y es escrito casi como una evacuación urgente, como una necesidad de acabar cuanto antes y hallar la necesaria distensión a la tensión ocurrida. Otros en cambio tienen efecto retardado, si en los primeros cinco minutos de leídos no se te ocurre decir absolutamente nada, no quiere decir que todo esté perdido. Si lo que interesa es conseguir visitas, escribir algo todos los días parece ser un aliado. A menudo muchos acostumbramos a entrar diariamente a dar una vueltita por los blogs que frecuentamos más o menos regularmente y siempre deja una sensación de satisfacción hallar una nueva entrada. Meterte seis días seguidos en un blog sin que nada cambie suele fastidiar, pero es un dato que vamos a tener que incorporar, hay blogs que se actualizarán en muy distintas frecuencias, y tal vez en los avisos vía mail pueda estar una de las salidas para aquellos que se toman un tiempito más. La diversidad de contenidos va a transformar al blog en lo que debiera ser, un medio, y no un género o una tipología discursiva.


Ensayo, el otro efecto dominó

Sobrevolar a mucha altura permite observar las siluetas generales de lo que hay en el blog. Así veo que no es lo mismo decir algo de un cuento, una poesía o una pieza narrativa de un ensayo, comentario o artículo de opinión. En el campo del ensayo funciona la cosa abierta, incita a agregar piezas al texto, se trata del “Otro Efecto Dominó” –anótenlo como un sagaz descubrimiento de este servidorJ-. No el fichaje que cae formando esos bellos movimientos y que sirve para explicar que un estornudo de un agente de bolsa de Chicago provoca el despido de cien trabajadores en un frigorífico de la isla Maciel, sino de la posibilidad de agregar siempre una ficha más a un juego que permanece abierto y puede ir para el lado que se quiera sin que se vea como una descabellada intromisión. No quiere decir que no exista completud y entidad en la ponencia del autor en el ensayo, sólo que puede ser continuado fácilmente, recibe adiciones naturalmente, sin rechazo. Muchas veces se habla en estos casos que el comment completa el texto, es una mirada de algo posible, pero sea que lo complete o no, lo que sucede es que fabrica o instaura la continuidad de su juego, es capaz de prolongar su vida extendiendo la escena expresiva. Si buscamos una analogía sexual, sería un “menage a beaucoup”: el amante-autor del polvo principal de pronto termina su labor y deja al texto-mujer ahí, pero puede que otros ingresen a completar su obra o bien a continuarla aportando nuevas sensaciones inesperadas, el ensayo es en todo caso una dama insaciable que nunca dice basta.


Opinar podemos todos

En plástica recuerdo una frase que decía que el contraste es el sostén de la forma, para mí el debate el sostén de las tetas del discurso ensayístico, el debate desatado es portador de una capacidad de frenesí dialógico inigualable, un nivel de excitación glandular de las ideas desde el cual suelen salpicarnos las más ricas y profundas secreciones.

En el ensayo no hay mejor musa que un buen debate.

Pero hay alguna razón más por la cual la opinión tiene esa capacidad reproductiva, esa fertilidad incomparable frente a los textos de ficción, una de ellas es la facultad de inflamar las ínfulas democráticas de los lectores. Está instalada la idea de que opinar es un derecho y no un arte o una habilidad, por lo tanto basta dar una opinión para el que la lea se crea con derecho a dar la suya, y es esa súbita conciencia participativa la que ayuda a desinhibir la entrega de la propia palabra, independientemente de la auto evaluación de su capacidad en la tarea. Se me ocurre que el ensayo es un género tan difícil de manejar en su destreza básica como cualquiera de los de ficción, pero como en algún sentido común se cree que sólo se trata de “opiniones”, cualquiera que no se consideraría con la más mínima habilidad para narrar puede que si la sienta para opinar.


Cuento, poesía, relato: Ficción y fricción

¿Como quedaría un comment de un cuento donde yo sigo con los personajes y la trama por mi cuenta? Interesante ejercicio formal, ¿no es cierto? Pero si hiciéramos eso un alto porcentaje de los autores nos haría llegar insultos, parecería que estaríamos parodiando o satirizando despectivamente su obra. En definitiva, agarrándola para la joda. La ficción es cerrada, se nos presenta como un objeto terminado con su contenido y su envase, está empaquetada y autónoma, tiene la etiqueta puesta, es difícil de modificar sin romperla. El comment se priva aquí de su máxima sensualidad, porque a partir de esta condición final de la pieza de ficción todo lo que se diga de ella o a partir de ella pasa a ser sobreentendido como evaluación valorativa. Allí comienzan los problemas. Y sucede que la opción menos problemática parece ser la emisión de impresiones con la obvia –y tautológica- disculpa de que son personales: se tratará de me gustó, me conmovió, me aburrió o me hizo cagar.
Esto hace que las réplicas posibles se inhiban y se reduzcan. Si la opinión sobre la pieza ofrecida es de indiferencia o disgusto, ya no queda la habilitación excusatoria del “disiento” u “opino diferente” del ensayo, aquí el comment puede ser una operación de sentido sobre el objeto, con riesgo de agresión crítica, no se puede quitar la etiqueta de la evaluación y la valoración.

Todavía existe mucha dificultad para manejar la mirada crítica, intimida y autocensura mucho por su indiscreción, por las implicancias a nivel agresivo que puede suscitar. Es que si se trata de una felicitación cualquiera se anima a escribirla, que otra cosa se podría esperar más que un lógico agradecimiento. Ahora si se trata de una expresión de disgusto o de una evaluación negativa, las prevenciones son mayores porque los riesgos… quién sabe a donde pueden llegar.

Finalmente, creo que la ficción abre tanto espacio creativo común como el ensayo, el que deja una pieza para ser leída necesita el registro del que lee, es una referencia vital, y para el lector, el feedback con el autor se presenta aún más atractivo, por lo desafiante e incógnito que resulta. Sospecho que logros formalmente refrescantes y renovadores se podrían alcanzar a partir de la relación textual autor-lector respecto de las piezas de ficción, un campo inexplorado seguramente.


El comment, un cambio casi nupcial acaba de terminar, pero lo mejor va a estar en la parte XXIII que saldrá para marzo del 2006 más o menos ;-)

8 comentarios:

Miguel P. Soler dijo...

Tino:
En la Ficción ofrecida hay un problema de retorno: no sabemos a quién, ni a cuántos se lo dimos a leer. Hay un problema desde la visibilidad. Porque está bien, si no querés opinar de lo leído o se te cayó de las manos, o te gustó pero no sabés que decir; no tendrías la obligación de hacer un comment (a menos que te lo pidan). En el Teatro tenés esa posibilidad de no comentar; pero el director nota la densidad del público; cuanto menos, se escuchan algunos aplausos. En cambio, en el Blog, podés estar actuando frente al vacío, y esa tampoco es la idea.
Por otro lado, en el ensayo de opinión, siempre tendrá un efecto dominó devastador un punto de vista muy subjetivo (¿extrema derecha? ¿extrema izquierda? ¿extrema torsión?) El comment sigue, en su amplia mayoría, una ley de acción-reacción. La acción puede ser direccionalmente distinta y de variada intensidad (progesterónica, matóna, narcisista, sadomasoquista, amistosa y grupal, intelectualista, elitìsta, profesionalista); y lo que yo llamo "falta de gesto" acompañando las palabras, aumenta la turbulencia de la comunicación.
Capaz que para cuando escribas la parte XXIII, yo lo tenga un poco más claro o, por el contrario, no necesitemos seguir pensando en las problemáticas técnicas de la bloguescritura.

Saludos.-

Tino Hargén dijo...

Hernán

Si, ves como es necesaria la parte IV ya?;-) No, en serio, este tema del comment me parecía muy obvio y estrecho, pero cada vez que me metí era sorprenderme de las galerías inmensas que se abrían y se abren todavía.

Vos dijiste, la obligación. Hay una cosa muy grossa, una “obligación” como una cuestión de lealtad, reciprocidad, buena onda, gratitud, buena vecindad. O me equivoco? Son los códigos de comunidad y de buena onda personal: yo te leo, vos me leés; yo te meto un comnent y vos me metés uno a mi; yo meto tu link, vos metés el mío. Existen, y me gustan que existan, a nosotros los nuevos de que otra forma nos leería alguien si no recibimos la contención de los bloggers más consolidados? Esa actitud de contención y recepción existe, la he notado en varios, y es bueno destacarla y agradecerla, porque no es poco, ES MUCHO.
El tema es no llevar esta “obligación" al extremo. Uno deja comments en blogs donde no está incluido en la lista de links ni es leído, asi como no puede dejarlos en todos los post de gente a la que le debe cortesía.

Ficción:
A mi por ejemplo me cuesta mucho más leer ficción que ensayo, me gusta la ficción pero la trabajo de una forma muy diferente, enfatizando las connotaciones evocativas, fantasmáticas, muy propias, tal vez demasiado como para tirarlas en un comment. Creo que es una represión pelotuda, puede que lo supere, voy a probar.


Tino

xenia dijo...

Tino:
Diste en el clavo.
"Ínfulas democráticas" es una frase que da en el clavo, por motivos que iré explicando de a poco en mi propio blog.
La parte XXIV de tu ensayo se podría llamar: El blog, ¿un medio o un género?
Saludos.

xenia dijo...

Tino: te dejé recién un comentario a tu post "La Presunción de Mediocridad" y te lo aviso acá porque quiero que lo leas, por supuesto, ya mismo...(¿rompebolas, yo?) y que conste que eso de "todo escritor es mediocre hasta que no se demuestre lo contrario" no sólo me parece, ES una genialidad, lo más lúcido que haya leído en un blog hasta donde puedo recordar...

xenia dijo...

Tino: te dejé recién un comentario a tu post "La Presunción de Mediocridad" y te lo aviso acá porque quiero que lo leas, por supuesto, ya mismo...(¿rompebolas, yo?) y que conste que eso de "todo escritor es mediocre hasta que se demuestre lo contrario" no sólo me parece, ES una genialidad, lo más lúcido que haya leído en un blog hasta donde puedo recordar...

Tino Hargén dijo...

Xenia 1
Si, lo del medio y el género es el planteo que me resulta más gráfico y expresivo del fenómeno blog. ) será mucho hablar de fenómeno blog ? )

Y el de la democratización es un proceso riquísimo para analizar, hay mucha tela para cortar.

Xenia 2
Gracias por tu generosa apreciación de la frase!!!!! Me voy a leer el otro comment....


Saludos!
Tino

Reina dijo...

Tino,cuando dejo un comment en un post algún blog,intento cierta interlocución con los que intervinieron allí. Dejé uno en el post de "tomenlo como de quien viene" pero busqué tu mail para mandártelo a vos también y no lo encontré en tu página. Lo que quería era agradecerles el haberme dejado pensando en algunas cuestiones que ya las tenía rondando.

Tino Hargén dijo...

Gracias Daniela!!!!!!, ando medio perdido todavia con la parte técnica, ya voy a poner mi mail en el profile.

el que quiera contactarme:

nacludos@yahoo.com.ar

Tino