El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

abril 21, 2011

La seducción del enemigo II


Hay literatura de autores que juegan a hacerse los sádicos con el lector, mofándose de su ignorancia e insignificancia intelectual. Y hay lectura de lectores que juegan sádicamente a burlarse del ego desaforado que trasunta el autor, expuesto en su desmesura. El acto literario entonces se convierte en un macabro juego de egolatrías lanzadas a poner a prueba su resistencia, una puja de intercambio de desprecios y descalificaciones, de subestimaciones irónicas, de puro regocijo inter destructivo en el campo del lenguaje. Autor y lector son lejanos enemigos, de intereses y orgullos contrapuestos.

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