El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

marzo 28, 2010

Las sotanas en el precipicio


La situación de la Iglesia Católica respecto de los abusos sexuales de sus miembros orgánicos no da para más y el peso de la opinión pública internacional presume la necesidad de un gesto muy fuerte de parte de su máxima autoridad, Joseph Ratzinger, el Papa Benedicto XVI. El peso de las verdades al desnudo se hace abrumador y asfixiante. La estrategia del encubrimiento en la que lamentablemente confiaron se les ha vuelto insostenible, y las disculpas, tibias y tardías son como parches de plastilina que tratan de obturar el agua que ingresa a raudales en un barco averiado al que, de no mediar severas reparaciones, le espera un inevitable hundimiento.

Empecinados en una tradición totalmente alejada de las esencias teológicas que dan sustento al credo cristiano, el celibato sacerdotal aparece como un capricho decididamente contraproducente. Es difícil imaginar semejante terquedad de miras ante las evidencias, cuando a la vuelta de sólo una reforma aparecen algunos sencillos caminos que conducirían a una solución. Por un lado, una depuración interna que signifique la quita de toda protección a los implicados conjuntamente con su denuncia y puesta a disposición de las justicias ordinarias de cada país. También, el comienzo de una necesaria renovación que podría implicar una apertura inclusiva para formar ministros o sacerdotes dentro de la ciudadanía fiel, que incluya por igual a mujeres y hombres, con el sólo requisito de poseer vocación, convicción e idoneidad para poder cultivar entre sus semejantes el mensaje cristiano y defender los contenidos propios de la Iglesia Católica. Una inclusión que precisamente no excluya a nadie por el hecho de tener una vida privada pero que permita transparentar las conductas y alejar a los repugnantes delincuentes abusadores. De no hacerlo, caerá en una infausta oscuridad que la convertirá en una anacrónica cueva dorada, lujoso y grotesco refugio de degenerados y pederastas. Si a Ratzinger le queda algo de respeto por la fe y por el legado cristiano que representa no debiera dudar un segundo. No hacerlo significa permitir que el nombre de Jesucristo sea mancillado de la peor forma por quiénes han obtenido la legitimidad institucional para representarlo.


5 comentarios:

Ana Lopez Acosta dijo...

Dudo de que a Ratzinger - justamente por ocupar el lugar que ocupa- le quede algo de respeto por la fe y el legado cristiano que formalmente representa.

El nombre de Jesucristo, viene - a mi criterio - siendo mancillado desde hace siglos, justamente por aquellos que utilizan la controvertidísima legitimidad institucional que han conseguido - a cualquier precio - para representarlo.
Cariños.

Tino Hargén dijo...

Gracias Ana por tu comentario. Las dudas las comparto. Y vale ponerle un sentido irónico a la última frase del post.

Cariños para vos también

Ana Lopez Acosta dijo...

Así lo entendí Tino.
La Iglesia de Roma, una de las grandes paradojas de la historia....
Me olvidé de escribirte antes que está muy buena la entrada.

Severian dijo...

La doble moral de algunos sacerdotes católicos es lamentable. Y ciertamente tiene algo que ver con el celibato. Pero no exajeremos: varios pastores protestantes no son menos hipócritas por el hecho de estar casados....

Ana Lopez Acosta dijo...

Severian: Yo no tomaría por válida la hipótesis de que la conducta perversa de ciertos sacerdotes católicos se relacione directamente con el celibato.
Por otro lado, maestros laicos o padres de familia también ejercen la pederastía.
En relación a las Iglesias - como instituciones y fundamentalmente a la Católica - me parece que las críticas, más que por la cantidad de curas pederastas pasa por un lugar más profundo y complejo: Cómo en nombre de Jesucristo - en este caso- se ejerce EL PODER de modo desvergonzado, y ésto viene sucediendo desde hace siglos.
En estos tiempos aparecen curas pederastas en la Edad media condenaban a la hoguera. Hemos sufrido una interesante evolución.

Cariños.