El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

junio 20, 2009

Caruso




El dogma azaroso de la crueldad futbolera fabrica ídolos con simples arcillas humanoides. Entonces, la simpatía se vuelve inmortalidad mediática que aniquila la imposibilidad y corrompe las leyes de la derrota. La permanencia, rostro plebeyo del milagro


2 comentarios:

Rous dijo...

Nunca me gustó ni entendí el fútbol. Hoy, leyendo esto, vi una luz...las leyes de la derrota, siguen siendo leyes no? y hecha la ley, hecha la trampa.
un abrazo!
Acabas de ser enlazado en mi blog!

Tino Hargén dijo...

Bienvenida Rous a este espacio...Por cierto el fútbol es un mundo que puede cautivarte aunque no sepas del juego porque es casi una suprarealidad...

Por cierto tu espacio también ha sido agregado a mi lista de enlaces