El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

noviembre 05, 2007

Amasando tendencias

Apuntes sobre web y medios tradicionales



Hace poco leí en no sé en que parte una afirmación un tanto enfática acerca de que el blog estaba a años luz de convertirse en un medio de masas, o algo por el estilo. No sé que en que sentido estaba planteada esta sentencia, pero yo hago la siguiente lectura:

¿Rondará cierto gataflorismo en los bloggers que a su vez actúan en los medios tradicionales? Porque uno siente que se brotan si se habla muy mal de los blogs y se los ningunea, pero también se brotan si se habla demasiado bien del blog, como si eso implicara “ningunear” a los medios tradicionales. Extrañas reacciones por cierto pero entendibles en este contexto de transformaciones en la forma y las estructuras de la comunicación pública.

El blog es en sí mismo un potencial medio de masas, pero eso no asegura hasta ahora que en la realidad alguien pueda convertirse en un comunicador de masas sólo operando desde el blog. ¿O sí? Descartemos de entrada el caso de aquellos que tenían su popularidad ganada de antemano en los medios tradicionales y llegan al blog desde esa plataforma. Me interesa el caso del autor desconocido que abre un blog y comienza a operar dentro de su ámbito. En general lo que se ha visto hasta ahora es que puede que se haga popular pero sólo si los medios tradicionales hablan de él porque todavía las entradas a los medios web se hacen en su gran mayoría relacionadas al poder de información de esos medios tradicionales. Se ha demostrado que el blog que aparece referenciado en los grandes medios (tanto en sus versiones tradicionales o webs ) aumenta considerablemente su caudal lector y eso, de sostenerse, puede significar una plataforma de acceso a cierta “masividad”. Pero, y al mismo tiempo, se supone que para que los medios tradicionales hablen de ese blog seguramente ha debido alcanzar cierta notoriedad dentro del propio submundo blog puramente considerado. Es el medio tradicional el que dirige la mirada sobre lo que sucede en el mundo blog, por alguna razón, este blog debe destacarse como forma de ser encontrado como referente. En este caso no siempre – y por suerte- el criterio de selección es el meramente cuantitativo ( el de mayor número de visitas) sino que puede estar orientado y condicionado por otras pautas más “horizontales” como la temática, la influencia, la calidad, los vínculos, etc. Con esto el teorema nos devuelve al punto de partida y nos dice que si, que desde un blog alguien puede convertirse en un potencial comunicador de masas si se cumplen los pasos descriptos.


Hagamos un elemental y breve ejercicio de prospectiva casera: un día del futuro la compra de diarios en papel se reduce a un punto que los hace económicamente inviables. En este momento ya es sabido que se sostienen por la publicidad ya que su precio de tapa apenas si cubre el costo, pero un descenso en la circulación real también implicaría un descenso progresivo de la inversión publicitaria en ellos que los llevaría a la inviabilidad. Si las lecturas de las versiones web de estos grandes medios se convirtiera en la fuente de acceso mayoritaria algo muy fuerte podría pasar. No tengo estadísticas de cuantos ejemplares vende un diario grande respecto de las visitas a sus versiones web, pero creo que cualquier inversor publicitario inteligente –tal vez los haya- que hiciera algunas elementales operaciones matemáticas empezaría a dudar sobre el verdadero rendimiento comercial del dinero que pone para que su aviso esté en las tiradas, en relación a ese mismo aviso colgado en la versión web del mismo diario. Estas especulaciones me resultan dolorosas ya que me conducen a conclusiones indeseables; en algún momento la industria gráfica aparecería como la primera -y lamentable- víctima. Los hacedores intelectuales –periodistas, redactores, columnistas, webmasters, diagramadores- serían siempre necesarios, pero la baja de la circulación en papel mandaría a la obsolescencia a toda una industria.

Resultando impensado un pago por el acceso a las versiones web, la fuente de recursos entonces quedaría reducida a la publicidad web. El potencial de esta herramienta aparece abrumador. Por ejemplo: ¿Uno se puso a pensar los millones de personas que potencialmente están en condiciones de leer los avisos de Cormillot en hotmail? ¿Cuánto se paga por esos avisos y cuanto por media página en Clarín para que lo lea cuánta gente? La publicidad web aparece como una posible vía de escape al futuro, pero hay una contra: las prácticas establecidas y los hábitos de consumo solidificados en la web no son amigables con el despliegue de demasiada publicidad. ¿Cómo darle lugar a 60 avisadores en una web?

No podemos olvidar que existe y existirá una preferencia por la lectura grafica que permanecerá en millones de usuarios de medios de información. Pero aun esto puede tener una solución diferente. Lo que retrasará el cambio en la hegemonía del formato impreso al web es que es muy alta todavía su dependencia de la lectura en pantalla. Pero en la medida que las tecnologías de impresión hogareña evolucionen esto podría cambiar notablemente. Si las mismas se perfeccionaran y fundamentalmente se abarataran, uno podría armar cómodamente y a un bajo costo una edición en papel personalizada en su propio hogar u oficina. Incluso las versiones web de los grandes medios diarios podrían tener diseños diferentes y opcionales en tanto el destino sea la lectura en pantalla o la composición de una edición personal impresa y “estable”. Y aquí si tal vez la imposición de un pago por el “bajado” de esa edición pudiese tener mejor aceptación. Una podría levantarse, tomar el desayuno, imprimirse su versión del diario que incluyera todas las secciones de su preferencia y disponerse a leerlo en el tren rumbo al trabajo, casi como si lo hubiera comprado en el kiosco de la estación.

2 comentarios:

Miguel P. Soler dijo...

Arriesgo a mi vez, Julio, que la dificultad de que el blog o la web se torne un medio de comunicación masivo, precisamente en lo que lo distingue: su interacción. Un medio de comunicación masiva, se entiende, es primordialmente "verticalista", no permite la interacción, acalla por su unidireccionalidad cualquier versión contrapuesta de lo que comunica. Por otro lado, ¿qué número equivale a una masa? No sé, tal vez hay que mondarlo un poco más.

Saludos

Tino Hargén dijo...

Hola Michael Acteon! viejo amigo, un gusto leerte por acá!!!!

Ahá, si, es un elemento importante, lo mayoritario es un tipo de comunicación unidireccional, el consumidor de medios en su gran mayoria no tiene a la réplica como forma habitual de relación frente a una informacion que le llega, pero lo que no sé es si es taaaan diferente en la web y en los blogs. Hay blogs o webs con miles de visitas diarias y solo un 1% deja algun feedback, no se si es tan diferente la tendencia en tanto la llegada se multiplica, creo que se iguala. Por ay encontrás blogs de 2000 visitas diarias y 50 comments pero son siempre los mismos. Estas son meras especulaciones mías sobre tendencias y en prospectiva; lo que me interesa es escrutar los mecanismos de posibilidades, de aquí a que un ejemplo se concrete falta mucho pero estructuralmente es posible.

Sobre tu última inquietud, habría que ponerse a definir que es masivo o de masas, sopesar contextos relativos, en general lo uso como haciendo referencia a algo que tiene una llegada digamos central referido a la escala de cada medio; ser masivo en TV es 3.000.000 de espectadores, a nivel gráfico es que se yo, muchísimo menor obviamente, dentro de cada rubro de comunicación incluso hay pautas cuantitativas para definir cierta “masividad” o “popularidad”, “ centralidad”. Cuando hablaba de masivo para un blog me refería a un contexto donde tal vez la pauta de referencia sea la de un medio grafico, no de la TV obviamente.