Y a tu cuerpo regresará
Las investigaciones de la justicia española en el marco de la “Operación Puerto” sobre dopaje en el deporte han dado ya el resonante resultado de la detención del médico español Eufemiano Fuentes, acusado de aplicar a deportistas profesionales tratamientos en base EPO, auto-transfusiones de sangre y otras técnicas mejoradoras del rendimiento a costa de graves daños a la salud. Más allá de la noticia y de lo reveladora que promete ser esta pesquisa en torno al mundo del deporte hiper-prefesional, la técnica de la auto-transfusión es la que más escalofríos poéticos me he provocado. Es que el acto de ingerir una píldora es casi intrascendente en su teatralidad cotidiana, pero la imagen de un jugador de fútbol o de tenis en un vestuario recostado en una camilla mientras una colosal aguja trepana sus venas para restituirle su sangre es todo un acto de tétrica y helada sordidez. Además, ese color borravino oscuro que tienen las bolsas de sangre me parece siniestro, macabro, vampiresco. Por otra parte y yendo más allá del deporte, me imagino a un artista que tras tener la gracia de un día de fosforescente inspiración acude a uno de estos doctores a quitarse medio litro de su sangre para poder, en cualquier momento del futuro que lo aqueje la impotencia creadora, hacerla regresar a su cuerpo.
¿Y si se le extrae sangre a reconocidos talentosos y se la guarda? ¿Cuantos interesados habría en trasfundirse? ¿Cuanto se pagaría por un litro de sangre de un ídolo?
Pero la pregunta final es ¿daría resultado?
Pero la pregunta final es ¿daría resultado?
1 comentario:
no sé si daría resultado, pero que habría cientos de postulantes ponele la firma. todo sea por el éxito.
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