El docktor Bardamu lustra como cada tantos días la hojalata de la chapa que distingue la puerta de su casa y vemos reflejada su mirada sobre la soledad ermitaña del hombre libre. Si uno ha visto a un hombre que presume de ser libre, ¿no nos produce otra cosa que rabia? Es que estamos entre perros, por si nos habíamos olvidado.
Algo de eso puede haber. Las pocas veces que me sentí libre se me hizo dificil soportar a cualquiera a mi lado porque todos me parecían esclavos contagiosos; y uno tiene el instinto natural de preservarse. Pero reflexionar sobre la libertad del hombre, aunque sea así en formato mínimo y cabizbajo, me sumerge de inmediato en un melancólico pesimismo. La cosa empieza mal porque no nacemos libres, esa es una ilusión que nos contaron -una más de tantas- y hacernos libres cuesta un Perú ya que por defecto somos esclavos de todo y de todos, hasta de la soledad. Esto de vivir se trata de un intercambio comercial perpetuo donde negociamos con libertades y esclavitudes, que encima parecen estar tan entrelazadas que sospechamos se deben haber complotado para que creamos que existen por separado. No es que no confíe en la capacidad del hombre de hacerse libre, pero es que siempre la libertad aparece más débil y vulnerable, y los combates que tenemos que librar por su obtención parecen viciados de confusión y trampas. La libertad se convierte en una cenicienta, siempre actriz de una negociación despareja e injusta, donde la claudicación pareciera haber sido instaurada e impuesta como modo de supervivencia de la especie. Como si vivir fuera claudicar y la realidad una fiera siempre avarienta por devorarse nuestras libertades.
6 comentarios:
Pareciera que la libertad es más bien un horizonte, que un lugar al que se llega o un estado que se alcanza.
Se tiende a ella, en el mejor de los casos,y a los tropezones, dolorosamente, a veces parece que nos acercamos.
De todos modos, una relectura del post anterior puede explicar mucho sobre esto...
Tino, quiero decirle que me he dedicado a imprimir sus post. El anterior a éste también. Van a servirme, por su riqueza indiscutible, para proponerlos como moción de debate en una Mesa Redonda en las Jornadas Interprovinciales de Julio previstas por la Comisión de Derechos Humanos de mi colegio profesional, donde se debatirá el tema del posmodernismo y las libertades públicas.
Será "citado" Ud. en la mesa de debate y leídos sus textos, para el conocimiento y la humillación de bogas pretensos cultos y reflexivos de Santa Fé, Rosario y Entre Ríos, no sin antes pedirle permiso, como lo hago en este momento pidiéndole que me mande su nombre completo vía mail.
Quizás la libertad sea solo una tendencia, Tino. Todo lo contario a una posada donde uno puede llegar y sentarse a descansar. Ser libre es trajinoso (y como vos dejas ver, efímero).
Saludos
(Bardamu: doktor en ciencias ocultas y con título trucho)
Siguiendo tu idea luna nueva, creo que si, que se tiende a libertad ya que se parte de su carencia, y como dice Bardamu se experimenta como una tendencia hacia, o de ir en pro de, como muchas otras cosas, y lo que sucede en ese camino es lo que colma de ratos nuestra necesidad de experimnetarla. Es una actitud la de liberarse o libertarse de delicada salud, si se descuida o se deja decaeres fácil caer presa de las esclavitudes que nos rodean y esperan por todas partes.
Silvia, realmente te agradezco mucho por semejante consideración que les dispensás a mis textos. Desde ya que sería un honor y un gusto si quisieras usarlos o leerlos en esos ámbitos, estás autorizada a hacerlo.
PD: No me nombres mucho que los bogas son un gremio jodido, a ver si alguno le cae mal y me manda cartas documento;-))
Saludos
¿Qué es vivir? Es la lucha para adquirir poco a poco las pequeñas libertades que, como bien dices, parecen estarnos negadas desde el nacimiento. Y para ello existen la rebeldía y el inconformismo, esos mismos que los medios de comunicación, la política y la globalización se encargan minuciosamente de destrozar, apalear y hacer que parezcan algo "demodé", fruto de la nostalgia del "cualquier tiempo pasado fue mejor", pero poco práctico en el mundo moderno y tecnológico actual.
Sin embargo creo que es un deber intentar alcanzar las mayores cotas de libertad posible, yendo contracorriente si es necesario, en un intento desesperado a veces de ser uno mismo.
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