El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

julio 04, 2006

El menor de los análisis III

Repaso de enunciados crudos


- La posmodernidad se adueña de todos los bandos de la disputa

- El neoliberalismo y el progresismo occidental contemporáneos son las caras de una misma moneda llamada posmodernismo. Uno es conservador y el otro trasgresor, pero se articulan en conjunto para operar en favor de la conservación de su estructura. Están pensados para que se compensen mutuamente y dominen la escena, aplicando el principio motor de toda la realidad posmoderna y globalizada; dominar ambos bandos de la contienda. La instancia predominante de los enfrentamientos se desarrolla a nivel de los discursos; son pocas las veces donde se puede ir más allá, por ello el dominio se establece mediante el recurso de ser el narrador omnipotente que escribe los guiones de los dos aparentes contendientes. El objetivo es mantener la pelea dentro de los límites de su interés, esterilizando cualquier peligro de profunda desviación transformadora.

- El primer bastión conceptual es destronar es la profundidad. Las defensas de la superficie que aparecen en primer momento como la aceptación festiva de los hechos consumados, el rescate reivindicatorio de un supuesto sentido común del placer de la realidad que viniera a iluminar la noche oscura del retorcimiento intelectual. Está prohibido desconfiar de las superficies, se desaconseja dudar de los resultados inmediatos y oficiales. Las conceptualizaciones se hacen sin descenso de planos, son ulular de palabras y sentidos estancos, en dos dimensiones, que se regodean en la arbitrariedad de su placer lineal.

- El conformismo como sometimiento atemperado es una forma de socialización. Con sus grados admisibles de rebeldía es alimentado desde el poder como estrategia de dominación y desde el desamparo como estrategia de supervivencia posible. El mandato del opresor y la elección forzada del oprimido coinciden en un punto de altísima estabilidad: hay aprovechar lo que hay. Esa es la clave de la eficaz reproducción de un sistema que sabe captar esas energías negativas a favor de incrementar su invulnerabilidad; por ello hasta se vanagloria de su permisividad ante las voces que lo detestan y cantan a gritos su obsolescencia, porque sabe que es su principal alimento. El sistema aprendió, nada más y nada menos, a captar para si mismo, la energía de la oposición.


- Del orden moral al orden de la seducción

- El paso de una cosmovisión moderna a una posmoderna se manifiesta en una operación social de sentido que es instaurada desde el poder. Para el poder posmoderno es mucho más importante establecer lo que es divertido y lo que es aburrido, que lo que está bien y lo que está mal.

- El sentido de la educación de las conductas muta de un dictamen de naturaleza moral que dominó la escena aún en el iluminismo racionalista, hasta un dictamen del deseo, donde lo que se establece es lo deseable e indeseable. Las amonestaciones morales sean del tipo que sean -de izquierdas o de derechas, justas o injustas, conservadoras o revolucionarias - son desechadas por guardar un perfume de autoritarismo. En cambio el condicionamiento por medio del establecimiento del gusto se reviste con la máscara de la libertad de elección y se muestra muy eficaz a la hora de capturar la dirección de las energías. Esta es la favorita libertad del occidente posmoderno, los conservadores del mundo bendicen todos los días al genio que un día decidió que el mejor antídoto contra toda subversión era permitir la protesta y el reviente entretenido como canalización de la rebeldía. La represión es abandonada a posición de último recurso, y las normas por defecto son la cooptación, el reflujo y la trivialización.

12 comentarios:

werte dijo...

Me pegás en el ojo turro :)
Pero yo no diría que un egocéntrico frívolo es alguien "superficial", salvo que te refieras al par como sinónimos, y claro, así lo acepto, no soy el amo de los significados, así estoy de acuerdo.
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Pero los que tenemos una formación -mala o buena- literato-política no nos podemos sacar de la cabeza que la creación de libertades siempre fue asociada a la crítica -y a la risa, al sarcasmo burlón y chirriante- de la profundidad aparente del poder, de sus Reyes y Profesores. Convertir al Rey en un juego de superficies es lo que hace, por ejemplo, E. de la Boetie. Corroborar que la "profundidad" es un efecto óptico-intelectual producido por el "mero" decorado, por la pompa.

Abrazo.

Anónimo dijo...

A ver si vengo entendiendo: lo que dice Werte respecto de lo que hace "El Poder" se expresa en la fórmula "oscurecer el agua para que parezca profunda". Ahí, el "ser superficial" sería ser capaz de, en forma burlona y chirriante (me gusta aquí el "chirriante"), poner en evidencia esa falsa profundidad. Ahora bien: ¿eso se hará en nombre de otra que sea verdadera? ¿Habrá en algún lugar aguas profundas y, en consecuencia "naturalmente" oscuras? Digamos que sí, pero ahí todavía puede hecharse más tinta oscura o sacarse las patas de rana ;-)

Tino Hargén dijo...

Amigo werte, como autor de Las Piernas de Marlene que fue el primer blog que lei en serio en mi vida y uno de mis favoritos , te cuento que lo mío no va en dirección de interceptar el apacible mísil de tu frase de presentación. Lo tuyo creo que se parece más a una crítica al profundismo como forma de enmascaramiento de la vacuidad; una cosa es el “ser profundo” bufonesco que vos denunciás como actitud nauseabunda y otra la “profundidad” a la que me refiero yo por oposición a una “superficialdiad” dominante. En un mundo que es un supermercado, quedarse en la superficie es amar solamente todo aquello que ocupa el primer lugar en la góndola, sean los tangos de Calamaro o las obras completas del pensador de apellido eslavo más tapado que exista. En todo caso lo peor es el vacío de la represión que no te permite ver que en el fondo de esas cosas si hay algo, y lo que hay es nada más y nada menos que otras superficies...

abrazo

werte dijo...

Ja ja, si, eso de "me pegás en el ojo" fue en joda. Efectivamente, toda esa cultura del pum para arriba es desagradable, y utiliza el ninguneo jocoso como forma de exclusión.

Tino Hargén dijo...

De acuerdo Pablo, una de las formas del "profundismo" es como decía Nietszche "oscurecer las aguas para que parezcan más profundas". Hacer chirriar las supercicies está bueno, pero lo importante es que nos percatemos de hacerlo ante todos los objetos, y no sólo de los se nos ponen por delante.

Para mi profundo y oscuro de ninguna manera son sinónimos, solo se trata de niveles de invasión de la inteligencia; la oscuridad en todo caso sería aquella última instancia donde la luz de la inteligencia ya no llega -mirá que frasecita solemne me salió :-))-

Oscuro es algo que no se puede ver no porque sea inaccesible sino porque nadie lo ha iluminado lo suficiente...

PD:
No se, o sea, digo, pienso de que...

Tino Hargén dijo...

Estaba entendida la joda wertinho, por ay me salió muy seriota la réplica, como si de pronto me hubiera calzado las patas de rana, ja, ja....

lunanueva dijo...

Lo del reflujo como norma por defecto no lo entendí.
Lo demás, de acuerdo.

Nono Trakinas dijo...

yo estoy de acuerdo con lo que no entendí, el resto está de más y al que firmo arriba lo hecho de menos

Anónimo dijo...

Me quedé pensando, Tino, en lo de la oscuridad, en que estaríamos hablando de dos operaciones posibles: vos hablás de que algo permanece oscuro porque no ha sido debidamente iluminado, y ahí estaría la operación de "iluminar", pero además está la operación, también deliberada, de oscurecer: me encantó la fórmula de Wete: "un efecto óptico-intelectual producido por el "mero" decorado". Se me antojan opciones tanto políticas como existenciales, ¿no?

Tino Hargén dijo...

Pablo

Me doy cuenta que decir que algo permanece oscuro porque no ha sido debidamente iluminado corre el riesgo de dar una idea de onmipotencia de la razón, como si existiera una confianza en que todo ha de ser iluminado y que para la razón iluminarlo es un mero trámite que depende de su voluntad. Quiero hacer una diferenecia, todo puede ser iluminado pero no existe la fe en la razón omnipotente que vaya seguramente a iluminralo en el sentido de descubrir su verdad. La luz pondrá claridades en el sentido de poner en foco lo que estaba tapado, que no quiere decir lo mismo que garantizar la obtención de certezas por ello; claridad y oscuridad serían cuestiones de “forma”, niveles de intimidad con el conocimiento de determinados objetos o sucesos, pero las certidumbres o incertidumbres del conocimiento de esos objetos o sucesos son impredecibles. Tal vez se descubran los hilos de la marioneta o tal vez no se descubra nada.

Otro tema es como oscuridad y complejidad del pensamiento se confunden todo el tiempo En esta punta es precisa la denuncia filosófica de la operación de manipular el oscurecimiento como la que citás de wertinho.

Y que toda política incluye una receta de cómo resolver la existencia, la dominación actual debe incluir eso, proporcionarle al dominado una forma potable de resolver su existencia. Una forma de hacerte que ames vivir en los límites de tu corral existencial, es hacerte creer que todo lo hay que por fuera de él es pura oscuridad.

Tino Hargén dijo...

Claudia o lunanueva, bienvenida y gracias por tu comentario.

Lo del reflujo merecería un desarrollo, como mucho de lo que escribí en este puñado de enunciados que son a la vez conclusiones y planteos para desarrollar. Por "reflujo" me refiero a las energías sociales que por decirlo de alguna nacen con un aparente efecto desestebilizante pero que vuelven convertidas en estabilizantes

Chiara Boston dijo...

No me creo capaz de aportar nada a todo este intercambio filosófico intelectual. Pero desde que leí tu post (hace días que sigo el tema), lo único que pienso es que refleja a la perfección la vida en Estados Unidos. Pasé nueve años en esas tierras y padecí exactamente lo que describis con tus palabras. La superficialidad, el corral existencial y el continuo machaque de que todo fuera de él es pura oscuridad. No puedo pensar en otra cosa al leerlo (cada uno lo relaciona con su propio zapato...y con el punto donde le aprieta). Supongo que una manera de "iluminar" estos conceptos sería darle forma de cotidianeidad. Describir un día en la vida de alguien que existe de este modo.

Y así quedaría demostrado que tu escrito no intercepta en absoluto la flecha de Werte. Son ideas distintas, en mi humilde opinión.

Saludos...Laura, que sigue entretenida el partidito de ping pong.