"... Lo que viene ante Alemania es el mejor escenario para que el fútbol alcance su tensión infinita de rito, que cuaje su máxima emoción desesperada. El fútbol es la seducción salvaje de una guerra simbólica, una ficción de trascendencia consumada en la expresión más popularmente sublime, donde la mortalidad y la inmortalidad son súbitas e ingobernables tentaciones que quedan tan cerca y tan lejos de un milagro. Una configuración teatral, que habilita todo peligro de aniquilación estética; la inminencia del accidente injusto y convulsivo, la justicia divina de una euforia o una decepción inexplicables..."
En Crónicas Germanas continúo compartiendo la fiebre del mundial 2006, que ya amenaza con ponerme en la antesala de uno de esos espectáculos inverosímiles de validez cósmica, cuando todo el infierno o todo el paraíso se ponen en disputa.
3 comentarios:
"....donde la mortalidad y la inmortalidad son súbitas e ingobernables tentaciones que quedan tan cerca y tan lejos de un milagro..."
El sábado compartí "tribuna" con una mujer muy bonita que, durante la mitad del partido, mantuvo la cabeza entre los brazos, los ojos cerrados y los labios farfullando un inteligible mantra individual.
Sólo se detenía ante los gritos de la multitud, para abrazar al vecino y confirmar la validez de sus artes sacerdotales.
Pura validez cósmica...estoy de acuerdo.
La clave del fútbol es que reconcilia a la gente con el pensamiento mágico, la más salvaje racionalidad de la especulación matemática del resultado convive con los efectos animistas de pretender controlar la gran dosis de azar de unos accidentes físicos que suceden en un campo. Por otra parte no hay proyección de triunfo y derrota social en lo psicológico que equipare al fútbol, solo bastaría ver la sensación de vacío existencial que se encuentra tras una eliminación, es un volver a la desnudez de esfera privada abruptamente. El colmado colectivo tras una victoria alcanza hasta para mitigar profundos malestares personales.
Gracias por leer
El malestar de la soledad frente a la vida... Se pierde la conexion cosmica con el todo y se regresa al sino de la insoportable individualidad. Vos era rico, yo era pobre, vos casado, yo soltero, vos sano, yo ceropositivo, vos verdugo, yo víctima.
Gracias.
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