( Parte I de "La espora" )
Somos los santos y demonios de este enjambre sígnico donde los fantasmas del reloj ponen el puto y aparte después de cada oración. Es contagiosa la fiebre del oro y los tigres, de la lengua ingrávida y los guanacos de la trastienda. Se pierde el terror a que un lector te haga juicio por mala praxis, nos hacemos la espora desbocada que procrea sin necesidad de matrimoniarse, el cuchillo alucinógeno que cose como aguja la puntada del mensaje en la carne textil.
En la anárquica noche de la escritura, los blogs son los conejillos de indias de nuestras inseguridades, la respuesta que mitiga el infierno de nuestro descontento y traviste en orgullo nuestra mala reputación. Ofrecemos en publicación cada día los metabolitos literarios de nuestra orina matinal. Y dejamos que las palabras que ensucian nuestros dedos en el desayuno se pegoteen en la pantalla, incapaces de hacerlas desaparecer, como si hubiéramos perdido la goma de borrar y el limpia vidrios.
Nos convertimos en el ventrílocuo textual de nuestra propia voz, concientes estamos que se trata de una manguera con añadiduras, pero que nos permite al menos regar el jardín de la expresión propia y mantener laminado el verdor de nuestras superficies de placer. Todo es al fin desmentir la inexistencia con ferocidad. Los que hacen apología de la nada hacen que la nada se desmienta en sangres recicladas, en vapores súbitos, ni más ni menos que un flujo gracioso de dividendos inexplicables. La capacidad de burla y simulacro es la conquista de lo imposible, un rodeo de la manzana a la negación. Hay un nivel de apoderamiento trasvasado en ejemplos absurdos; como saber si una rana muere de un infarto de miocardio, si las cucarachas padecen de diabetes o cual es el nivel de colesterol de los gorriones. No hay algo más estúpido que la modestia solitaria y obediente, subleva el espíritu de cuerpo de cualquier reencarnación.
Y no es que me torture en mi propia tormenta de obstáculos a la melodía, ni que me provoque dolor de cabeza tanto escombro expresivo entre la sencillez; hay en lo profundo un goce de un juego apasionado, tiernamente glorioso en su privacidad: sacarse muestras del propio lenguaje y ponerlas a centrifugar en el giro automático de la realidad.
¡Ay, déjeme!, la culpa es mía por internarme sin desmayos en el bosque de los signos.
( Recidiva )
Por los signos de los signos, amensé.
11 comentarios:
Estoy totalmente sorprendida y sonriente. Usted ha encontrado una matriz con muy buen Tino.
...en el bosque de los signos y en la simbólica Hargentina "
Chan!
Siento que nos ha dado un abrazo a todos.
Un genio, Tino. Un-ge-nio.
En el bosque de signos estamos todos, Tino. Aquí en los suyos también, y los árboles, en este caso, permiten que su suma nos devuelva la visión del bosque. Gracias por su tan gregario post, le mando un beso.
Anárquica, Sue, Inx
Gracias por los comentarios,los nombres de los blogs forman parte de la realidad, uno los lleva encima y los olvida o recuerda en cualquier parte... y los blogs que no estuvieron en este post estarán en cualquier otro...
Si Inx, estamos todos en el bosque de los signos y en el bosque de los siglos.
Besos
¡Qué patchwork fabuloso! Muy halagada. Sí, el contagio entre blogs provoca esta enfermedad que cura, enriquece la propia voz.
Sí, muy bueno, Tino. Hace rato que esto me parece un anillo misterioso y me pregunto: ¿quiénes somos?
Ahora somos un texto, después una manga de langostas guerrineras y después vaya dios -que no existe-, a saber...
Soy una presencia entre la distancia que los aleja y une. Un espíritu recurrente, disuelto en el olvido.
ay Tino, qué bien escribido, mire...
Como le decía antes de ser censurada por Blogger, qué sorpresa en una de mis primeras pasadas por aquí, si no la primera. Como un huevo de pascua con confites, pero más lindo.
Hermosa salsa de chocolate en la que todos untamos los dedos.
También me siento abrazado y abrasado. De norte a sur ¿dónde están los puntos medios?
Salute dice el vientre.
Vero: el contagio en mi caso es voluntario, me devoro las bacterias con gusto..
Carlos: ¿quiénes somos? somos la luz de los farolitos de querosén..
Omar. Tu fantasma abre y cierra venas, habrá quién lo use para terminar de suicidarse, y habrá quién lo use para frenar su propio desangrado...
Aydesa, gracias,asi de escribido
Bienvenida Minerva, una diosa gótica en Hargentina encontrando confites es algo para celebrar!!!!
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