El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

mayo 30, 2006

El menor de los análisis ( II )

Apenan y alejan

La permanencia del afecto y la afinidad mutua entre dos personas es directamente proporcional al modo en que logran mantener zonas de desconocimiento. Entre las personas, conocerse es diferenciarse. El disenso y la divergencia son el correlato natural de la intensificación de una relación, ya que conocimiento y diferenciación son procesos de crecimiento paralelo y simultáneo. Cuando predomina el desconocimiento sobre el conocimiento, existe el espacio suficiente para que flote una ficción optimista de comunión que sobreestima toda coincidencia acontenida y elude la presunción de las diferencias que una ulterior profundización de la relación pudiera descubrir.

Así es que las primeras coincidencias entusiasman y acercan, tanto como las últimas diferencias apenan y alejan. Si queremos conservar el estado de gracia de una empatía, mejor nunca conocerse del todo. Cuanto más desnudos y revelados dos seres se despedacen, su interacción irá perdiendo atractivo, hasta marchitarse en la imposibilidad.

18 comentarios:

Vainilla dijo...

tino: cuánta razón.

Anónimo dijo...

Qué te tiró de las patas, Tino. E' así, nomás...

No se me ocurre en este momento nada más perturbador que una noticia triste comunicada con gracia: "Cuanto más desnudos y revelados dos seres se despedacen, su interacción irá perdiendo atractivo, hasta marchitarse en la imposibilidad".

Marchitarse en la imposibilidad, marchitarse... imposibilidad...

Anónimo dijo...

¿Cómo convivir en el misterio perpetuo? ¿Aferrándose a un puro idealismo? Porque eso es lo que ocurre cuando, por defecto de conocimiento, se rellena con cualidades propias o imaginadas el espacio que nos falta del otro.
Tienes gran parte de razón en lo que dices, pero creo que vale más ser valiente y presentar al otro transparencia, con lo que conlleva de riesgo. En el amor, no sólo las virtudes son lo que debe contar, se deben amar también los defectos y hacer por comprenderlos, no por anularlos.
Si no, condenas toda relación amorosa a esa imposibilidad que, personalmente, me niego a aceptar.

inx dijo...

Sin embargo, (Pavese dixit)"El amor tiene
la virtud de desnudara los amantes, no el uno frente al otro, sino a cada uno frente a sí mismo".

Silvia Sue dijo...

De dónde saco, a ver...eso de que "el amor es una carencia", en definitiva. Estoy buscando en el otro lo que me falta, me enamoro de eso que le pongo que es lo que yo no tengo...
Ay, déjeme, ya parezco Jorge Bucay.

Anónimo dijo...

estoy pensando en ese secreto de las palabras. Partagé en frances es repartir y a la vez ser pareja.

Creo que todo puede marchitarse y no solo por efecto de su revelación, sino también de todo lo contrario.

¿habrá posibilidad de que el otro no sea siempre -por suerte- en alguna medida ,otro?

Tino Hargén dijo...

Anárquica, bienvenida a este comentedero!

Pablo. Las malas noticias hasta parecen más fáciles de ataviar en la expresión.

Tino Hargén dijo...

Isabel, certera y sagaz, le pegás justo en su parte más débil al postito. Yo planteé el nudo, vos llevás la cuestión al nivel de los desenlaces posibles, y ahí descubris uan cosa: deslizo eso de “mejor no conocerse”, arriesgo una posible respuesta apresurada, un posible desenlace, ligeramente esbozado.

Después de planteado este nudo, hay varios desenlaces a escoger: Mantener espacios de misterio y ocultamiento parece una receta insatisfactoria en principio, pero si te fijás es como un escudo de protección, de la relación y de vos mismo. Fabricarse una versión aceptable del otro por el hecho de no atreverse a conocerlo -y “aceptarlo” tal como es- es otra salida engañosa, cuya consecuencia puede ser peor que el de una toma de conciencia de la imposibilad de comunión que te puede dar un conocimiento asfixiante.

No, condenar a la imposibilidad nunca, eso si que no. Mientras haya latidos imprevisibles no hay condena


Inx, impresiona Pavese. Vamos por desnudarnos ante el otro y terminamos desnudos ante nosotros. Hay una tensión contradictoria allí, me desnudo tanto porque quiero fundirme con el otro tal como soy, y de tanto que me desnudo me despojo aún de las prendas que soportaban la fusión con ese otro.


Silvia..
"El amor es una carencia", ahá, claro, si el mismísimo deseo es una carencia, el mismísimo impulso vital es una falta que se busca colmar, de aire, de sangre, de luz, de sentido, de paz, de ruido. No temamos a la bucayización de Hargentina.

Dani
Interesante , a mi me da más miedo que pareja quiere decir también "emaparejado", even, bien, toda igualacion implica descartar rasgos extraños y rescatar rasgos comunes. El tema es cuanto podemos crear con esos rasgos que se salvaron en la igualacion, y como nos reclaman los que dejamos fuera.

"Creo que todo puede marchitarse y no solo por efecto de su revelación, sino también de todo lo contrario" Si, y no puede marchitarse lo que nunca florece.

inx dijo...

Además, Tino, ¿hay algo que entusiasme más que las diferencias?
Me extraña, araña, un polemista de base como usted...

Anónimo dijo...

insisto que uno se enamora de cómo el otro se enamora de uno.
con las coincidencias hago amigos, otro tipo de amores, y luego nunca termina. salvo que las cosas nos lleven por otra senda.

Carlos dijo...

Me gustó lo de Inx, lo de Pavese, como si el amor sacara a la luz lo mejorcito que tenemos, o encubriera un poco las ineludibles miserias. O como si creara algo nuevo. Esperanzador, o algo así.

Anónimo dijo...

Creo que es imposible conocer “del todo” a un ser humano y en ello reside la motivación de la búsqueda para seguir amando. La psique, el alma y la biología del ser humano son oscuros laberintos donde nos encontramos manoteando referencias que comprendamos, ya sean coincidencias o diferencias.
Nada puede marchitar ningún tipo de relación mientras tengamos imaginación para seguir trabajando en ella, y por supuesto, nos genere ese desafío. No puedo amar a la Humanidad, por ejemplo, porque no me motiva su perpetua rigidez a la invasión de la individualidad.
¿Me fui al carajo, no?

Me gusta tu blog, Tino.
Besos

Tino Hargén dijo...

Bienvenida Migaly!!!
Para ud ni se fue, pero sepa que acquí está permitido y alentado irse al carajo. Se me ocurrió algo: El carajo es ese espacio detrás de la línea de llegada de una carrera de atletismo cuando los atletas después de cruzar la linea de meta siguen por su propio impulso.

Tino Hargén dijo...

Ayde, Carlos y todos:
Saben que el postito mio estaba referido a las relacioens en general, no a la relacion amorosa especificamente, pero ese es el caso que más nos moviliza a todos seguramente. LO digo porque con los amigos lo que comentaba me sucede.


Ah, Migaly, le devuelvo el beso

Anónimo dijo...

Tino, en mi familia hubo algún que otro "lobo de mar", hay una leyenda que cuenta que en los barcos antiguos se mandaba "al carajo" a los borrachos o insurrectos que "se pasaban de la raya". El carajo es como una tabla que se situaba en el palo más alto de la embarcación.
Ya que mencionás la "raya", me inspiraste un palíndromo:

"Ajo raya rotor roto, raya roja"

Es temprana y todavía no bebí.

Saludos

Anónimo dijo...

Temprana la mañana

Vero dijo...

Tu post me recuerda a uno de Luis (Doke Libertario) que citaba la frase: Toda persona, tanto la mejor como la más miserable, lleva consigo un misterio que, de ser conocido, le haría odiosa a todas las demás.
Concuerdo con vos, con Luis. Todos fuimos alguna vez cobardes o crueles. Hasta ese ser (amigo, pareja) que tanto amamos.
Digresión, pero viene al caso: mi hermana tenía 22 años cuando yo tenía 13 y sufría porque el chico que me gustaba no me daba bola. Además de hermoso, para mí tenía todas las virtudes posibles. "Lo que tenés que hacer" me dijo mi sabia hermana, "es imaginártelo en el baño cagando, haciendo fuerza". ¿No es buenísimo?

Anónimo dijo...

jajjajajaja!
métodos para engañar obsesiones... muy bueno.