Amenazas e intimaciones
La comunidad blogueril anduvo sacudida estos días por el Zicarelligate originado cuando la gente del blog P.U.T.O dio a conocer la intimación -o intimidación- que recibieran de parte de este asesor cultural de la Patricia Bullrich. La reacción de varios blogs fue muy rápida y tan intensa que el propio intimador terminó retractándose y aprovechando la volada para confesar su inclinación sexual. Ojalá termine abriendo un blog, sería un lindo final. Las reacciones en este caso mostraron un más que saludable espíritu de cuerpo en los bloggers, lo que en tiempos donde rigen los más pétreos egoísmos, no es un dato menor. Más allá de que entienda y comparta a veces el exabrupto de algunos insultos, lo que no me gusta es cierta carrera contagiante a la demonización del ocasional personaje vituperado que se da en estos casos. Por ejemplo, si yo me hubiera dejado ganar por la tentación de un desborde temperamental hubiera escrito de este tal Zivarelli cosas como “tilingo y matoncito de cuarta”, “ pseudo-neoliberal gay de décima”, “trepadorcito de baja estofa que ante el vacío de militancia de un partiducho derechoso condenado a la más inoperante minoridad se supo acomodar en ese absurdo puesto de asesor cultural, y pretende con eso ganar puntos antes su jefa con eso de que ‘los intimé a estos del blog, je, je,’ ". Pero no lo escribí. En cambio prefiero reflexionar más en frío sobre la cuestión.
Las demonizaciones y descalificaciones automáticas y reflejas “ en espejo” no son buenas consejeras, ya que al final si se las usa indiscriminada y desproporcionalmente, terminan agrandando a los enemigos, y lo que es peor, provocando ulteriores solidaridades de amigos y de infiderentes hacia ese enemigo, que de otra forma no se generarían. Además de peleas y discusiones entre amigos, que es peor que peor aún.
De acuerdo con Massei, amenaza judicial es una expresión desafortunada. No se puede considerar como amenaza el anuncio de que un ciudadano va a hacer uso de sus derechos civiles. Es un contrasentido, que una persona le anuncie a otra que va hacer uso de sus legítimos derechos bajo una normativa jurídica democrática común es una situación de plena convivencia. Lo que si introduzco es una distinción donde me acerco a la posición de los demás: existen casos donde el anuncio del ejercicio de estos derechos, que no pueden ser en sí una amenaza, son usados como amenaza, lo que los transforma en tales. Sucede todo el tiempo y hay gente que así lo hace como práctica de apriete habitual. Se apela a recursos como la carta documento, la nota, la intimación, la llamada, etc, con el fin de amenazar y amedrentar políticamente a los demás, aprovechándose del miedo, la indefensión e inexperiencia del otro. No se trata de una acción fundada en un deseo evaluado de obtener justicia, sino una mera operación rutinaria de coacción psicológica, muy popularizada en Argentina en todas partes, desde la DGI que nos acosa a exhortaciones al cadalso si no pagamos en término o estos chantapufis de comité que acostumbran a hacer sentir el rigor de sus influencias. Y esto si me parece que fue lo que ocurrió en este caso, lo que es totalmente condenable y abominable. Aunque lo bueno de esto, si es que hay algo bueno, es que este tipo haya sentido que la publicación en un blog era importante.
Pero sucede que la gente de P.U.T.O sacó la solicitada, el objetivo de Zicarelli se cumplió aparentemente, un blog tuvo que modificar su contenido, por eso más vale pensar en esas consecuencias antes que seguir puteando. Hace tiempo escribí algo al respecto, los bloggers somos aficionados a la expresión ejerciendo en un medio impersonal el derecho constitucional de publicar nuestras ideas, y como tales estamos en pelotas legalmente, no tenemos asesores ni experiencia ni estructuras de editoriales que nos avalen, ni sabemos tampoco a todo lo que nos podemos exponer con lo que publicamos. No se trata de salir a hacer gala de valentías o de me “chupa un huevo”, sino de estar preparados para no caer bajo la garra de estas carroñas. Les pasó a unos amigos de un pueblo cercano que pusieron hace unos años una FM con esa onda de hacerse los machos bravíos “tenemos bolas y nos bancamos decir lo que se nos canta” , “Acá estamos, que nos vengan a buscar” y al año quedaron en pelotas, con la radio embargada y casi van presos por decir boludeces no se de quién, y todo por no contar con la más mínima preparación. Si te vas a meter a pelear hay que saber que alcance tienen las armas del enemigo, el cementerio está lleno de héroes al pedo y de pobres gauchos víctimas de su ingenuidad. Ojalá algún día los bloggers contemos con la debida asesoría legal.
Varios insinuaron que una hipotética acción en este caso de P.U.T.O versus Zicarelli no tiene el más mínimo sustento jurídico, yo también lo creo así pero no soy abogado y bueno sería saberlo de boca de algún especialista. Recuerdo a la revista Humor de los 80, que aparte de sufrir el apriete físico del proceso, su director pasaba más horas en Tribunales contestando demandas por calumnias e injurias que dirigiendo su revista, y era un medio gráfico de cierta entidad económica-empresarial que contaba con abogados asesores. Que queda para muchos blogger por ejemplo que sólo pretenden hinchar las pelotas por Internet.
Juicio
Más allá de lo que rodea al caso Cromañón, que daría para cientos de posts por lo vasto y complejo de los temas y las implicancias que se suscitan, vivimos el caso de un político como Ibarra, un verdadero afortunado de la política, que agotó el usufructo y explotación de condiciones externas que nada tenían que ver con su capacidad propia de generar adhesión. Primero su condición de “anti-demonio” frente a Macri, exacerbada hasta el extremo más abusivo a través del ejercicio de la falsa opción. El “Es Macri o Yo” le proporcionó infinidad de votos ajenos y le permitió gozar de una especie de “salvoconducto de impunidad política” ante cualquier inoperancia o tropelía de su gestión. En segundo término, fue gozar de otras “extras” como la protección, asistencia, cuidado, manutención y becado de parte del gobierno nacional. Pero tanta prédica vacía y ciega por su salvación unipersonal, terminó agrandando a Macri en las preferencias del electorado, trayéndole votos que antes no tenía, e instalando costos que perjudican todo el arco ideológico de centro izquierda que supuestamente él representa. En este caso, que le toque ir a juicio político me parece totalmente normal y saludable, ya que sus responsabilidades son políticas, y si la comisión halló suficientes elementos –entre las habilitaciones truchas y otras graves anomalías- como para llevarlo a juicio, pues que se dirima su suerte gobernante en este ámbito. Me resultan llamativas tantas voces de la prensa instalando teorías delirantes como el “golpismo” para ejercer el enésimo intento de victimizacíon que pueda salvarlo una vez más. Es inadmisible que haya tanta preocupación por el costo político que pueda pagar un simple y vulgar personaje más del fracasado “frente de la ineptitud y la corrupción”, ante el costo en vidas que pudieron haberse pagado de probarse sus supuestas negligencias y contubernios.
Hay algo peor en los políticos argentinos que su corrupción, su doble discurso y sus traiciones: lo duros y porfiados que son para reconocer la caída y darse por vencidos, vamos viejo, cuesta tanto mirarse al espejo y decir “fuiste loco!”.
Actualización 17-11-05:
Dos miradas interesantes del caso Ibarra: una periodística, y la otra simplemente desopilante.
5 comentarios:
Estimado Tino:
Para el 84 abrimos fm alternativa 98.3 del dial en la zona de ramos mejía entre tres amigos con esa misma actitud que contás de tus amigos. Que vengan! Que vengan! era más o menos la misma consigna. Bardeamos a medio mundo, una tarde nos vinieron a apretar aun no sé de parte de quien, en ese momento yo no estaba. Dos días más tarde, amparados en la ausencia de ley de radiodifusión los muchachos de alfonsín nos vaciaron el local, nos llevaron hasta los cds. Teníamos 20 años de promedio entre los tres y nos quedamos muy calientes por la pérdida de equipos y la patoteada, sólo atinamos a apedrearlos cuando se iban. Hoy que tengo 40 pirulos sé que el "petardismo" y el "izquierdismo" es una enfermedad que debe superarse. Una cosa es solidaridad y otra corporativismo que raya en el comportamiento cuasi mafioso que se supone combatir.
Disculpame que la hice tan larga, un abrazo.
vadinho: "el petardismo es una enfermedad que debe superarse"
Y vos, sos un flor de caradura ;-)
Hargen: Con vadinho nos conocemos hace MUCHOS años, si vos te pensas que esto es una "pelea de amigos" te aviso que no sólo no lo es, sino que es otra demostración fehaciente de nuestra amistad, en la cual, siempre estaremos de acuerdo con lo ínfimo. Eso es lo que la conserva.
Vadinho-Baker: Por supuesto, di por sentado que los une una verdadera amistad, el comentario mio por ay debió decir "discusión" y no "pelea", pero era a solo efecto de ejemplificar que estas cosas pueden terminan generando más "discusiones internas" que soluciones comunitarias. Me refiero a ponerse a discutir si alguien merece mayores o menores epítetos. En criollo: el tipico caso de excedernos en los conceptos respecto de una de las partes de una disputa, y por ay resulta que uno de esas partes se retracta, todo se olvida y los únicos que terminamos a las piñas somos nosotros que eramos amigos ;-)
Abrazos a ambos
Las discusiones y las diferencias, cuando las hay y cuando van de frente, fortalecen las amistades. Ahora, cuando las cosas las emiten personajes como el Zicarelli, lo único que se fortalece es el vómito.
No creo en inocencias. Los únicos inocentes son los zorzales.
Menos creo en la palabra inocente. Toda palabra tiene significaciones. Y toda palabra tiene consecuencias. Los nazis y la dictadura militar o (por dar solo dos ejemplos, igualmente podría decir Stalin) no se impusieron solo militarmente, ganaron la opinión, ganaron la palabra.
En veinte años el tal Zicarelli bien podrá ser un ministro, un asesor, un funcionario. Para eso trabaja. Yo prefiero aplastar a la serpiente en su huevo.
Por eso la disputa por la palabra jamás es inútil, sobre todo cuando se trata de su libertad.
Luis, la reacción la rescato y como escribí me pareció alentador el "espiritu de cuerpo" que afloró de muchos bloggers para defender una situación. Traté de ir un poquito más allá, y tal vez me ganó cierta lectura un tanto menor del episodio, no digo que no fuera grave su proyección, en definitiva es un poligrillo de la política dandose el lujo de usar el efecto "justicia como amenaza" contra un blog que reproduce encima algo que salió en un diario, algo totalmente desproporcionado. Luego al ver la carrera de comments -muchos anónimos- me preocupó que fueran tal vez sólo el efecto cascada de prenderse en la golpiza demonizadora al caído, o blandir heroicismos de parroquia, en ese sentido tenía un hilo de concordancia con Vadinho y con alguna prevención de Massei.
El tema son los efectos adversos de los actos de defensa que se emprenden a menudo que se terminan acreditando a la cuenta del adversario. En eso quise tirar una punta. Por lo demás, con ironía o sin ella, estaré alerta por si se necesita salir a defender lo que no nos podemos dejar que nos quiten de ninguna forma.
Por último, creo totalmente en la lucha con la palabra, y estoy sonoramente de acuerdo en que las disputas por el dominio del lenguaje y del sentido instalado, son tan importantes como las del dominio físico.
un abrazo
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