El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

junio 29, 2012

De la mano de su voz



El efecto que ha provocado la muerte de Juan Alberto Badía –respetuoso y afectuoso furor en las redes sociales- me recuerda un poco a los sentimientos que despertó la muerte de Alfonsín. Esa necesidad súbita de expresar un sentir donde se funden gratitud y reconocimiento, donde se mezcla el arrepentimiento de pasadas indiferencias con una revalorización compensatoria, esa que permite una pausa de autorizada nostalgia.

Icono exitoso de una época, diría que las décadas del 70 y 80 enteras casi, de la radio y la televisión, del espectáculo y de la música popular. Manteniendo una apuesta enamorada de la calidad, de lo mejor de si, de la no complacencia, de ser fiel a las pasiones y los gustos, de tratar de reflejar el talento. Lo suyo no fue nunca la difusión de una cultura excelsa ni elitista ni “under”, pero si de una cultura popular encariñada con la calidad, de un sentido del espectáculo que busca ser masivo pero que a la vez lo hace apostando por la excelencia artística. 

Pero no olvidemos que fue barrido, a una edad todavía plena, por el alud mierdoso que fue invadiendo los medios en los dorados y menemados noventa. De a poco, la televisión que se impuso bajo la potente directriz de Marcelo Tinelli, alguien al que él le abrió las puertas de la TV, lo fue dejando sin aire, obligándolo a jugar en ligas regionales y a sumergirse en proyectos de repercusión escasa. El alud de las pantallas calientes, los reality-bost y la agitación del entretenimiento tilingo y facilón, fueron eclipsando su otrora popularmente arrasador estilo de hacer comunicación. De golpe, para los productores de los grandes medios, su impronta se volvió caduca, sus propuestas, por obvia comparación, se vieron demasiado serias y solemnes, sospechadas de formar parte del oscuro elenco del aburrimiento. Su brillo se opacaba bruscamente, pasado de moda y arrollado por los tiempos urgentes del conflicto, la chabacanería, el ruido, el pum para arriba, el cinismo y el amarillismo pendenciero de la industria de la farándula. Tener buena onda, cuidar el lenguaje, presentar artistas de rock de calidad, eran condenas al fracaso. El estándar de calidad “normal” con el que se podía convocar suficiente público como para ser un éxito, se había vuelto “under”, un producto de segundo perfil para los acotados refugios de los canales de cable. 
 
Son escasos los hombres públicos que son como parecen. Se fue un tipo que trabajaba de buen tipo, de gran tipo. Es cierto. Pero fui conociendo con el tiempo testimonios acerca de que realmente lo era, entonces llegué a la conclusión de que era auténtico, que en todo caso solo se interpretaba a si mismo.

Lo despido recordando alguna noche de mis trece años, en mi cuarto, con una radio Noblex Carina en mi mesa de luz, descubriendo a Los Beatles antes que viniera el sueño de la mano de su voz,  dueña de un sonido casi único capaz de combinar ceremoniosa sobriedad con crisitalina calidez. Fue apenas el comienzo del descubrimiento de todo un universo musical.

4 comentarios:

Patricia Verón dijo...

Si fuese en dibujo, entonces: un dedo arriba. Abrazo.

Juan Bautista Echegaray dijo...

Nadie habló de su voz, excepto en Hargentina, mi lugar para despedirlo con agradecimiento.

Tino Hargén dijo...

Gracias Patricia y Juan Bautista por los comentarios.

Edgardo dijo...

Precisas las palabras del amigo Tino, adecuadas...como es adecuada la verdad en cada momento de nuestras (solemnes?) vidas...mi deseo es millones de badias con propuestas aburridas y pasadas de moda...tipos que lleven a las nuevas bandas del rock y que recuerden a aquellos que estan y marcaron el camino y a todos aquellos que no estan y tambien lo marcaron. Badias que armen un living con instrumentos detras para que nos deleitemos con la charla, la cordialidad y la musica de algunos de nuestros grandes...y vamos Tino...sigamos en el cable si es necesario a esos Badias que (espero) lleguen algun dia si en definitiva no interesa donde esten...sino que esten...El rating pone al producto facilon de Tinelli ahi arriba, queriendo hacernos creer que por ser tan pantalla caliente es bueno...pero no...es solo eso, berretada,,,chusmerio....un par de momias que sobreviven a base de botox que creen que pueden evaluar a lguien que baila o canta...y, que si no estuviesen ahi.....donde podrian caber???...señores de alta mediocridad estereotipada...hacen de malos y de muy malos, pero sus papeles son tan poco creibles....Amigos....Se fue Badia...se fue a juntar con otros enormes que estan alla arriba y (como decia Alberto Cortez), nos dejo un espacio vacio....tremendamente vacio....que no lo va a llenar ningun Tinelli ni ningun Bebe Contempomi...quizas exista en poco tiempo algun otro tipo que sin putear, sin mostrar culos...dignifique la locucion y nos entregue un producto de alta calidad.....Chau Juan Alberto......hasta siempre....
Cabia ponerlo aca tambien...