Un texto de Leonardo Sai en Nación Apache me dejó algún pensamiento dando tumbos.
El anarquismo, que en la época de su apogeo decimonónico era tal vez un exceso de proyecto, paso a ser en esta época posmoderna una pura negación histérica de lo existente; se volvió una excusa para la cancelación de todo proyecto. Hoy es una cómoda poltrona de posicionamiento simbólico, en contra de todo y favor de nada, destinada a eximir de riesgos y conservar auras, puro marketing de una transgresión inocua que en su ingenua pretensión totalizadora se vuelve frívola. El cinismo de sostener lo imposible como imposible, a la vez que se ataca cualquier aventura de la posibilidad y se milita en la materialidad de la plena vida burguesa sin demasiados atenuantes.
El anarquismo, que en la época de su apogeo decimonónico era tal vez un exceso de proyecto, paso a ser en esta época posmoderna una pura negación histérica de lo existente; se volvió una excusa para la cancelación de todo proyecto. Hoy es una cómoda poltrona de posicionamiento simbólico, en contra de todo y favor de nada, destinada a eximir de riesgos y conservar auras, puro marketing de una transgresión inocua que en su ingenua pretensión totalizadora se vuelve frívola. El cinismo de sostener lo imposible como imposible, a la vez que se ataca cualquier aventura de la posibilidad y se milita en la materialidad de la plena vida burguesa sin demasiados atenuantes.
4 comentarios:
Cierto; anarquismo y liberalismo convergieron en algo indistinguible.
OK, pero en el texto al que alude Sai, anarquismo converge con radicalismo (!) y, lo que es peor, con gorilismo...
Algo así Martín, el anarquismo en la era posmoderna se fue vaciando de sus impulsos históricos y se caricaturizó como pose útil para el posicionamiento cultural en muchos casos y en otros se está fosilizando como celebración resignada de la marginalidad -pienso en John Holloway por ejemplo- . En su origen el anarquismo tenía una inigualable potencia de "imaginería impugandora" como dice Christian Ferrer, pero esa profundidad desafiante de su hiper intransigente rechazo no se mantenía a la hora del proyecto, ya que a la hora de diseñar estrategias o imaginar sociedades viables se volvía ingenuo, adolescente, fabulador, sin sustento científico.
Gracias por comentar quí, y ha sido una oportunidad pra mi de conocer tus blogs que aparecen muy interesantes con mucho contenido de opinión.
Saludos
Hola Adrián, "viejo" colega del quehacer bloguero..
Si, me parece que tu lectura es correcta, el texto de Leo deja esa sugerenci..En alguna forma ese anarquismo se dirige al gorilismo, y yo agregaría es una forma de canalizar y blanquear al gorilimso por izquierda, poder acomodarse bajo una especie de "gorilismo políticamente correcto"...
Saludos
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