El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

octubre 07, 2009

Platinos



La historia es una seductora empedernida, pero como buena dama nunca se deja escribir sin exigir el cumplimiento de algunos requisitos. Pues ahora parece que ella ha reconocido que está vez ha sido ganado su consentimiento. Las páginas vírgenes de su libro mayor están blancas y vacías, aguardando la fiebre entintada que las atacará para estampar el registro de lo inenarrable.

Cuando todo verdor humano se enciende para brillar, atrás, en el furgón del olvido, quedan los residuos de la mezquindad de pieles, y entonces hay luz suficiente para que haga foco en los rostros de un puñado de tiernos incurables, de egocéntricos recalcitrantes que se alimentan de extrañas pócimas afectivas, de obsecuentes militantes de una supuesta complejidad musical que no es más que el atavío señorial de unas melodías y armonías rebeldes, de abonados regulares al destino del encuentro, que se complotan orgullosos para festejarse como oros en polvo de estrellas, como platinos en resonancia armónica.


2 comentarios:

ŜhЄrezάđξ dijo...

La virginidad del alma se contrapone definitiva_mente al descubrimiento de la cruda redacción en las manos del señor placer/dolor/pavor/edición, sin embargo abre las piernas gustosa y mansa_mente en pos de la publicación.

Besotes!!!!!

ŜhЄrezάđξ dijo...

La virginidad del alma se contrapone definitiva_mente al descubrimiento de la cruda redacción en las manos del señor placer/dolor/pavor/edición, sin embargo abre las piernas gustosa y mansa_mente en pos de la publicación.

Besotes!!!!!