El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

julio 03, 2009

El argentino como factor de riesgo


Una pandemia para una larva antropológica como el Sujeto Hargentino es algo explosivo. No existe a la vez entidad psicofísica tan paranoide para abrazar terrores apocalípticos a la menor escaldadura de su pielcita perfumada, como tan rebosante de omnipotente necedad para minimizarlo todo y renegar de cualquier medida de prevención. Aceptar que atarse dentro de un automóvil es algo racional llevó años de psicoanálisis y desmembramiento de teorías conspirativas; digerir esta espantosa confusión de negligencia con ignorancia oficial promete ser aún más ardua.

Cunden los regueros de terror ciudadano al oler que estamos en manos de puercos mercaderes. Los barbijos a 15 pesos, la reventa de alcohol en gel a 40, que se viene el tráfico de Tamiflú y Oseltamivir, que no te dicen la verdad y hay cadáveres amontonados en los hospitales. ¿Y si nos inoculamos el virus y vamos todos a Plaza de Mayo a tosernos encima?





3 comentarios:

Severian dijo...

El cinturon lo uso desde siempre, pero lo del barbijo en el subte y el alcohol en gel en el bosillo, me sigue pareciendo pura psicosis colectiva. Y no hacen falta las teorias conspirativas, basta con creer en la estupidez profunda como el estado natural del ser humano, del que nos atrevemos a salir muy de vez en cuando para pensar por nosotros mismos.

Tino Hargén dijo...

La actitud omnipotente y refractaria a las medidas de seguridad va más allá de ponerse o no un barbijo, lo que convive junto al exceso de pánico irracional es un tambien irracional y tilingo chupahuevismo de los que subestiman la realidad a favor de creerse que a ellos no los puede alcanzar..

Ana Lopez Acosta dijo...

La mezcla de: confusión en la ciudadanía - en parte generada desde afuera y en parte autogenerada - con el accionar claramente poco serio de quien debe administrar el estado, más los años y años de mentiras, contubernios varios y mediopelismo han generado un coctel dificil de tragar.
Un beso