El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

mayo 03, 2009

Los medios que se quitan del medio


El periodismo y el falso mito del espejo

El periodismo trabaja de testigo de la realidad, y ese trabajo lo hace ignorar que forma parte de ella, que es un actor incidente. Cuando leemos análisis periodísticos de tal o cual tema se leen a menudo frases del tipo “todos los involucrados en esto debieran reunirse para hallar una solución”. Y cuando describen a los involucrados describen a todos menos a ellos mismos. El periodismo se auto excluye y ningún análisis hecho desde algún medio dará cuenta a los medios como actores de la realidad social, siempre los considerarán situados fuera del escenario. “La prensa sólo informa lo que sucede”, “la prensa no genera la realidad, la refleja” son las fórmulas de excusación habituales. Pero la prensa no es sólo parte influyente sino interesada en los procesos que describe.

Si se desea leer algún tipo de análisis que mínimamente incluya a la prensa según un nivel mínimo de coherencia con la realidad, uno debe recurrir a ensayos de sociólogos o intelectuales independientes de toda adscripción a lo periodístico. Y no me refiero a que el periodista excluya a su medio, sino que por definición excluye de la reflexión a todos los medios como una generalidad. ¿Existe alguna orden concreta o tácita de quitarse del medio de parte de los medios? ¿O es una deformación mental del periodista en cuanto asume las coordenadas mentales de reflexionar la realidad desde ese falso microcosmos de aparente testigo neutral de la realidad?


La primera falsificación de la realidad que comete el periodismo es excluirse de ella


Existe prejuicio acerca de no incluir a otros medios en las reflexiones. Un periodista no puede incluirse a si mismo como parte central de lo que narra, y parece que hacer prensa de la prensa no es algo bien visto por una cuestión de supuesta solidaridad gremial que en realidad es defensa corporativa; típico narcisismo de grupo. “No hago periodismo de periodistas” suelen decir algunos con aires superados para salvaguardar una dignidad profesional, pero evitar hacer periodismo de una parte de la realidad tan gruesa como los periodistas es hacer un periodismo miope y autocensurado.

Hay una excepción legible: cuando el periodista es enviado a otro país a cubrir determinados sucesos, ahí situado por fuera de su medio habitual logra tener en cuenta a la prensa de ese país como agente de la realidad, y podemos leer a menudo comentarios que la incluyen.


1 comentario:

Jota Jota Russó dijo...

Es cierto, es cierto... los periodistas nos hacemos los bobos respecto de nuestras propias responsabilidades.
Por caso, si ocurre un grave y previsible accidente los periodistas no vacilamos en endilgarle las culpas a los políticos porque "no pusieron" o "sacaron" un lomo de burro, o porque no prestaron atención a los vecinos que advertían respecto de la peligrosidad de esa esquina.
Pero es raro que un periodista se pregunte si alguna vez había prestado atención al tema, si había hecho notas respecto del eventual peligro...

Nosotros... ¡Hargentinos!