El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

noviembre 23, 2008

La insoportable ciclotimia del deporte argentino


(Hargentina en la Davis II)


Me tiene harto. Asqueado. Y no sólo viene pasando en esta final de la Copa Davis donde un tal Feliciano no se cansa de pintarnos la cara con su tenis cagándose en toda la basura mediática, sino que sucede en casi todos los deportes, especialmente en los que más dinero mueven. Es ya intratable la tremebunda psicopatía de los deportistas argentinos y su paso sin escalas intermedias de la euforia triufalista irracional, desmedida y soberbia que los obnubila ni bien ganan un partido o tienen una rachita favorable, a la depresión abrupta que los ataca ni bien sufren una pasajera adversidad. ¿Hasta cuanto vamos a soportar a estos alfeñiques mentales bajonearse por perder un partido y pasear su llanto de espíritu derrotado? Encima son los mismos que horas antes la iban de superados "ganadores" y "luchadores". Un verdadero ganador sabe que debe convivir con la derrota y que si quiere ser realmente un buen deportista su ánimo no debe minarse porque sufra una derrota, algo que es previsible y lógico dentro de una actividad que es un juego competitivo donde nada responde a la propia voluntad sino a una serie de factores entrecruzados que ligan su accionar con el del rival.


La clave de este sainete patético está en que los argentinos se agrandan y se la creen tanto ante cualquie triunfo que se edifican en la cabeza una fantasía de euforia triunfalista, basada no en el análisis racional de su nivel de juego sino en proyectarse delirantes grandezas propias a partir de meros resultados, muchas veces conseguidos con más fortuna que sapiencia. Cuando por pura lógica el resultado deja de acompañarlos se les derrumba el castillo artificial de héroes por lo que se "caen anímicamente". Entonces comienza un chupete depresivo absurdo con periodistas que en conferencias de prensa que parecen velorios rinden pleitesía morbosa a este síndrome ultra-depresivo.

Ahora andan los tenistas llorando la depresión; anímicamente caídos, liquidados. Ahí anda cualquier equipucho de fútbol que presumía de gran puntero o de gran líder porque había embocado a pura suerte 4 o 5 partidos. Al primer traspié mutan en la peor de las desconfianzas y en el más infame sentimiento de inferioridad. Le pasa a San Lorenzon en este torneo, le pasó a River respecto del torneo anterior.


A todo se le busca una -falsa- explicación psicologista; se habla hasta el abuso de la presión, de los nervios, del factor anímico. De tenis, nada; del saque perfecto de López niente piu, es un problema anímico, de confianza. Si la pelota pega en la faja es porque el tipo está mal anímicamente, perdió la confianza; si pasa 3 mm más arriba es porque supo abosorber muy bien la presión, tiene mucha "cabeza".

Un manto de piedad urgente



3 comentarios:

ŜhЄrezάđξ dijo...

Usas las palabras precisas para "decir".

Te adjudico toda la razón y me sumo a tu postura.

Bien viene de vez en cuando( aún q debiera ser más seguido en las sociedades) las cosas por su nombre y ya....

Buen día!!

:)

Tino Hargén dijo...

Gracias Shere!!

Y ahora esperando que con "puro huevo" un jugador sin buen saque ni buena devolucion como Acasuso le gane a Verdasco en una superficie que requiere buen saque y buena devolución....díficil..y no hay cabeza ni huevo que lo solucione

marcelo dijo...

Coincido (en casi todo), Tino. Lástima San Lorenzo...
Saludos,