El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

octubre 25, 2008

El muerto del degollado

Estoy un poco alejado -por razones de un trabajo temporario- de las rutinas lecto-escritoras que suelo practicar en mi habitual bunker insomne. Eso me impide por ejemplo opinar con fundamento puntualmente sobre la reciente medida del gobierno argentino de estatizar las administradoras de fondos previsionales. No descarto que se trate de otro manotón típico de los gobiernos populistas de esta parte del continente para hacer caja, pero frente a la obscena exhibición cotidiana del colapso del sistema financiero internacional, pilar ideológico y paradigma operativo del capitalismo neoliberal de esta era, leer las amonestaciones hacia el "caso argentino" provenientes de las mismas fuentes del desastre -y de sus acólitos ideológicos- me resulta intolerable y hasta ridículo. Uno de los pilares de este sistema en plena etapa de deyección líquida son los cuantiosos fondos de pensión librados al manejo azaroso de gurúes decisores que los someten a una loteria sin control alguno basada en dictámenes de impresentables "calificadoras de riesgo", llevándose por dicho "servicio" una suculenta tajada en concepto de "gasto administrativo". Cuando el halcón Bush no para de reventar fondos del tesoro y desde Merkel hasta Sarcozy buscan la forma de inyectar flotabilidad estatista a un barco al que le entra agua a chorros por todos lados, como dice El Fantasma Genovese ¿con que autoridad pueden emitirse estos rezongos?

Así como mucha gente de la paleoizquierda demasiado anclada en mitos del pasado no asumió todavía la caída del muro de Berlín, me parece que a muchos que creyeron el cuento neoliberal les costará un Perú asumir la caída del "muro de Wall Street".


1 comentario:

Anónimo dijo...

Ta bien, me entrego, voy a la de reparto, pero vuelvan atrás también la edad jubilatoria ¿nadie lo debate? o estaba bíen? Fue un requisito para aumentar el período de capitalización, y al estado le cerró porque tenía un saltito en el que hacía la plancha-
besos