El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

marzo 20, 2007

Presunción de confidencialidad

Luis Menéndez ( a.k.a Luis Bardamu o Luis Bernard ) decide publicar un su blog un carta personal que le fuera enviada en referencia a un disgusto de mi parte con él y con otra persona. Quizá como consecuencia de la aplicación de las nuevas tendencias intertextuales el destinatario obviamente no consideró que la misiva fue enviada con presunción de confidencialidad. Yo intuía que esto podía suceder asi que no me ha sorprendido y no me incomoda su exposición más allá del natural pudor que da el hecho de que se ventilen las broncas domésticas que uno padece como cualquier hijo de vecino. De la cuestión temática adjunta a la cuestión personal creo me me he referido ampliamente en diversos posts y comentarios. Lo que me pregunto es que interés puede tener para los lectores una expresión tan de entrecasa de sencilla calentura humana escrita una noche con algún vino de más encima. No pensará Bardamu que iba a tomarme el trabajo de cuidar la construcción gramatical, si bien la carta personal despojada y puramente emocional constituye todo un género, mi texto careció por completo de intenciones literarias.

11 comentarios:

Ruth dijo...

No entiendo, la verdad, por qué tanto lío por esto de Di Nucci. ¿Vale tanto la pena, justifica todas estas cosas? Para mí los mails en privado son eso, mails en privado; si uno pretende que todos lo lean, deja un comentario (en el caso de que sea posible). Pero a lo mejor tampoco entiendo, como en el Nuccigate, cómo funcionan los protocolos de la interné.

Tino Hargén dijo...

Creo que no vale la pena Minerva cuando se mezclan las cosas, ignoro por qué Luis hizo público ese mail que tenía que ver con cuestiones personales. Ojalá todo esto se pueda superar, y el debate servirá en la medida que el debate de ideas pueda tener alguna proyección de vida propia fuera del episodio puntual en si, sino este tipo de polémicas tienen su ciclo y se diluyen sin dejar demasiado rastro como sucedió con el caso de la Biblioteca Nacional.

Silvia Sue dijo...

Lo que me resulta preocupante (por más "vino de más" que digas haber tenido) es eso de considerarte a vos mismo "un perejil", según leí en el mail publicado, en relación a Genovese, Nielsen y no sé quien más, que no tengo el gusto.
Tino, vos escribís de una manera intensa, personalísima y cautivante: a veces, te confieso, me dá pereza visitarte porque sé que tus análisis van a abrir mi cabeza y últimamente tengo tantos problemas y tantos fracasos cotidianos, tantas decepciones, que me pasa eso de que no quiero pensar, quiero dormir. Tenés una formación envidiable, y tu sentido de la estética para la escritura debe ser similar al que sin duda volcarás en tu laburo.
Entonces ¿De dónde sacás ese disparate? ¿Qué pasa, existen jerarquías virtuales? ¿quién las decretó? Por favor, que me lo digan. Ah, y ya que estamos, que me digan en qué lugar del perejilismo estoy.
Yo pensé que acá estaba a salvo de la lucha de poderes con la que sangro todos los días.
Pero no sé qué pasa hoy que vengo acá, hice clic al Doke, estuve en lo de Carlos, y yo que soy tan entrenada para el discenso, tan altanera y bravucona, por primera vez tuve ganas de llorar.

Tino Hargén dijo...

Silvia, antes que nada un gracias enorme por tu aprecio, y arriba ese ánimo!!, nada de lágrimas por asuntos que no creo den para más. Mala suerte si uno no puede llevarse bien con todo el mundo, son cosas que en principio deprimen pero luego fortalecen.

A ver si puedo explicar el contexto en que es frase del “perejil” tiene sentido.

Primero aclaro lo que no es: No es falsa modestia, tampoco es baja autoestima ni tampoco que yo crea en un sistema de jerarquías y que por ello me asigne un lugar en el último rincón del sótano. La frase trata de ser una posible interpretación de lo que pensaron otros de mi, no de lo que yo pienso de mi. “Mejor le pego a éste que es un perejil que se mete con este tema” , supuse que para algunos fue así, era una de mi hipotésis vinculada a la cuestión personal, equivocada o no.

Dicho esto, creo oportuno de paso señalar en honor a ser coherente y ubicado, que es un hecho que yo carezco de los antecedentes y de la trayectoria en materia de producción textual que posee la gente a la que me referí, tampoco tengo antecedentes de participación pública en ámbitos culturales, eso es una realidad y reconocerlo en mi caso implica sólo un sano respeto por la calidad y el trabajo de los demás y no una baja estima propia.

Omar dijo...

No tengo jerarquía por encima de nada ni de nadie. Ni tampoco soy medida para elongación peneana alguna.

Mi fealdad valida lo que digo de mí, y eso, es indiscutible en cualquier terreno, tanto teórico como práctico.

Ahora bien, toda divisoria de aguas no carece de sentido; es más, hay que verle el lado grácil. Y, por qué no, divertido. La eternidad, seguramente, adormecía a los dioses, que se olvidaron de nosotros. Ahora, pretenderla desde un texto cualquiera, es de una vanidad enceguecedora. Por ello, tal vez, creo que las alianzas y estrategias profanadoras del espíritu polémico que contiene el blog resultan hirientes para ambas partes: quiero decir, no hay beneficio, sólo descarne para cuero seco.

¿Alguien puede aspirar a ser amado por tener un blog? ¿A levantarse "minitas"? ¿A ser un tipo "piola"? ¿A crear una imagen distante de su semejanza diaria?

De ser así, que cada uno se haga cargo de la burla. En la miseria, ya está el signo condenatorio de la vulgaridad.

Tino Hargén dijo...

Gracias Omar por tu aporte


Me abstendré de ahora en más de aclarar conceptos derivados de mi mail a Bardamu, no tiene sentido explicar lo que no se debe explicar, ¿acaso no se entiende que uno puede estar caliente y en pedo al punto de decir algo parecido a la verdad y usar lo que haya que usar para mandar a la mierda a alguien? ¿O es que hay que ser riguroso y citar a Musil hasta para ir al baño a mear?

No hice un blog para ocultarme ni para salir del anonimato, en el cual para colmo me hundo día a día más a causa de dedicarle tiempo al blog en vez de hacer lo que debo hacer para ganar más guita. Lo hice para atreverme a conocer eso de mi que algunas veces duele y otras da placer conocer. Soy la trabazón entre la soberbia y la modestia, el nudo entre la prisa desbocada y la pausa sensata, soy un despedicio lamentable y una posibilidad remota con suficientes garantías. El blog no es más importante para mi que encender el fuego para comerme el pescado asado que me comi hoy con un par de amigos y que estoy eructando ahora, beeeeeerppppp, tampoco la pavada, pero igual le regalo tanto mis mejores como mis peores horas, como a mis hijos. Escribir para mi es una satisfacción áurea, glacial, fabulesca, hipnótica, me aviva y me emboba, me embola y me conmueve, ni soy epicúreo ni me clavo la corona de espinas, no ando de putas pero tanpoco chupo sirios. Como ravioles al mediodía.

Anónimo dijo...

Omar, no es que me vaya a convertir en loca de Puán, ni en loca por Puán, pero eso de ser feo... a mí todos los pinchas me parecen lindos. Y en relidad es lo único que nos hace un poco menos perejiles.
Porque ser de Racing...

Vero dijo...

Estoy loca, fui a Puán y soy de Racing, ¿qué onda?

Anónimo dijo...

¿Pero estás loca por Puán?
De todas maneras siempre hay excepciones que confirman las decepciones.

Omar dijo...

Una cosa es la infidencia y otra la evidencia.

El tema sigue por El Fantasma, y el guante no llegó al piso, así de rápido.

No defiendo a nadie, pero el tufo atraviesa la letra. ¿Qué comisario político puede decir que la carta de otro es basura?

Abimael no conoce a sus muertitos, y Pol Pot murió en una choza infecta, negando que sus actos fueran punibles.

Good Night.

Tino Hargén dijo...

Entendido Omar, no existe defensa personal alguna, si mi posición saca algún "beneficio" de la tuya es a partir de hacer uso de los frutos de tu inquebrantable honestidad intelectual y tu coherencia con tus ideas. Por eso si te agradezco.