El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

febrero 12, 2007

Con las manos en la masa

"....No nos tomen más el pelo, dejen de insultar nuestra buena fe y nuestra inteligencia, como si no supiéramos que cosa es inspirarse en obra anterior y que otra es copiar párrafos enteros de una obra ajena y presentarlos como propios. Pongamos fin a esta torpe igualación entre copisteros y honestos creadores. Siempre la explicación de que se trataba de un “homenaje” o una obra basada en “la reescritura” basada en no se cual estética es un argumento que se esgrime después que los descubren con las manos en la masa, y habiéndose pavoneado como auténticos creadores por ahí...."


En mis colaboraciones para el excelente blog colectivo Nación Apache siempre envié textos madurados al fresco devenir de algunas jornadas de decantación. Pero esta vez decididamente fue la simple y plebeya calentura la que me urgió a escribir en torno a las repercusiones del revocado premio de novela La Nación.

6 comentarios:

Puck dijo...

Mi acuerdo total y de plano con tus palabras, Julio; incluso acuerdo en el tono, tal "plebeya calentura". La verdá verdá, no sé cómo puede haber gente tan pero tan pelotuda.
Pensé, sí, mientras leía tu post de NA, que no es urgente entrar en morfologías de "escritores" y "periodistas": una vez más veo definitiva esa línea más o menos clara, antes de eso, que separa a los chantas de quienes no lo son.

Tino Hargén dijo...

Asi es Puck, la cosa es entre chantas y no chantas, y los que se prestan a legitimar como esta lista de "notables" que aparece hoy en NA entre académicos, curadores, antropólogos y comisarios. Me molesta que nos tomen de pelotudos y usen su formación para versear acerca de que "en realidad fue un ejercicio de intertextualidad, bla, bla, de transfiguración". No somos tan idiotas ni ignorantes como para que nos vendan ahora con cuatro palabritas dificiles que un robo de gallinas era en realidad un ejercicio alegórico cuya originalidad era el plagio.

Menos mal que los jurados casi siempre son escritores y no los llaman a estos "académicos" de la literatura.

ericz dijo...

Excelente nota.
Felicitaciones.

Tino Hargén dijo...

Bienvenido ericz y gracias por dejar tu opinión, y por tu opinión :-)

Silvia Sue dijo...

¡Ese es nuestro Tino!!!

Bien, Julio, pero muy bien.

Tino Hargén dijo...

Si Silvia, ante todo soy el Tino de ustedes!

Ah, feliz cumple, llevo ya 4 días sin internet, hoy espiando desde un cyber....