El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

enero 16, 2007

El pan de uno


En materia de escribir y ensayar pensamientos siempre me gustaron las pequeñas inversiones de riesgo. En cambio, los negocios seguros de la escritura de notas de divulgación del pensamiento de otros con profusión de citas nunca fueron de mi agrado. Antes que precisar las obvias influencias, prefiero dejarlas que floten en pos de enfatizar alguna mirada personal que pueda surgir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fantástico, Tino, pero viene al caso una anécdota de Ramón del Valle Inclán, que cuenta que estaba reunido con muchos literatos, los cuales no dejaban de hablar, él quería meter prenda y no podía, entonces, sacó un arma y metió un tiro debajo de la mesa, cuando se hizo el silencio, dijo: “como intentaba decirles…”


Y ahora escribo:



¿Esta es la parte del autor?


Ya nadie espera nada, solo les doy el último desconcierto que surge del extinguido país de “Generan”. El Gen, ese inmaculado ser que determina mi verborrágica inacción, fue arrastrado con violencia al partido de ERAN.
Los ERAN, para terminar de una vez con esta dialéctica obtusa, buscaban la purificación a futuro modificando el sentido de mi Gen acorralado. A Casandra nadie la escuchó, podría decir ahora y algunos tendrían que lamentarlo, pero fue inevitable que así les sucediera a los ERAN que estaban hechizados por el castigo de un dios que en realidad la condenó a ella. Sin embargo fue ella quien desde el principio les advirtió sobre el significado de Itaca. Les regaló un maravilloso viaje, solo que algunos se encontraron con lestrigones y cíclopes porque los llevaban en el alma.
El Gen intacto y los mitocondrios no se dieron por enterados.