La historia de un hombre
que quería embolsar el viento
a fuerza de cobardes
especulaciones
Hacerse de una reserva de barata dignidad
sin correr el riesgo
de ser comido por las ratas
De un cazafortunas extraviado
caballero del vino célebre
de las manchas discretas
Un irreverente tractor
de multitudes violadas
Triste, miope, grisáceo y seborreico
que otra cosa pudo hacer
que inscribirse en la Universidad Del Éxito
para estudiar la nueva carrera de Pasadología
Aquella en la que el objeto de estudio
era el lamento por la verdad perdida
la eviscerada malignidad
de las pruebas fehacientes del aturdimiento
la abrumadora convicción del odio malsano
como trama sonora de la humanidad…
La modestia de sus efluvios trascendentes
lo etiquetó ya de joven
como un asesino serial
de las protuberancias del lenguaje público
Las lentejuelas de su pasiva leche
brillaban como el llanto inevitable
del contemplador impotente…
Si le dieran a elegir
no dudaría en gritar
la única verdad
capaz de aliviar su tormenta menstrual:
Hay que matarlos a todos...
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