El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

junio 11, 2006

Parte de Guerrín

“Por cuanto el dicente, que se ha hecho presente en esta sede y es recibido por la autoridad a cargo, reconoce haber participado de esa reunión, y que para deslindar sus responsabilidades semánticas y para todo otro uso que pudiera corresponder, realiza la siguiente exposición civil...”

“El declarante manifiesta haber llegado temprano, más precisamente a las veinte horas exactas, luego de haber merodeado la zona en busca de gastar el tiempo sobrado como esos aviones que dan vueltas para quemar el combustible y poder aterrizar livianitos. Que durante ese lapso recorrió librerías y como es habitual en él, no compró nada pero anotó títulos de libros que le impactaron. Que como prueba de esto muestra la anotación del título “Imaginemos que no existe la mujer” de Joan Copjec, libro que confiesa jamás habrá de leer porque a pesar de que esa misma idea ya se la leyó a Lacan hace algunos años, prefiere ni siquiera imaginárselo. Que luego de algunos minutos, ya dentro de las límites de establecimiento, divisó un flaco con cara de ingeniero, y que comprobó fehacientemente que era Racak sin ningún lugar a dudas, acompañado por una morocha que lo hizo vacilar porque basado en información que obraba en su poder la hacía de cara más larga, pero que el resto estaba en su imaginado lugar y entonces confió en que se trataba de Vero…”

“…Que se sentó a una mesa con Vero y Carlos e inició de buena fe una conversación amistosa, y que les juró que había visto a Silvia Sue en la puerta, de minifaldas, cosa que no fue creída por los presentes según lo manifestaron de modo indubitable. Que vuelve a afirmar que fue la pura verdad y que estaba seguro de haberla visto y hablado con ella, y que le manifestó que no podía asistir a la reunión pero que los esperaría ya de madrugada en cualquiera de los lugares convenidos. Que de inmediato se incorporó a la mesa Luis Bardamu, oriundo del Dock, alias Luis Bernard o Enzo Xanadú. Que interrogaron al mozo de bar Don Lorenzo Giantomassi, sesenta y dos años, casado, acerca de si existía una reserva de una señora llamada Aydesa. Que el gastronómico negó toda relación y por eso decidieron por consenso hurgar por el segundo piso donde no sin antes dudar hallaron en el fondo solitario a la mencionada Aydesa acompañada por una joven que se identificó como la diosa Minerva, que a decir del declarante parecían dos velitas fluorescentes lejanas y encendidas… “

“Que una vez allí se agregaron el fantasma Omar, Inés del bosque, la sonrisa Anárquica y un nuevo bloger llamado Marcos cuyo blog no recuerda al día de hoy. Que se contó con la visita de una gentil lectora invitada. Que todas las ausencias fueron lamentadas y que el dicente pedía a gritos la llegada del mozo con la cerveza y la pizza sintiéndose un poco extraño ya que a sus compañeros sólo parecía importarles la meta literatura…”

“Que es de su conocimiento que el fenómeno recibe varios nombres: bola de ruido, murmullo ambiente, resonancia coclear magnética, etcétera. Que se trataba de un estruendo permanente de fondo emitido por los ciento cincuenta comensales presentes, y que por ello, los diálogos, triálogos y cuadrílogos no se las pudieron arreglar para existir porque se empastaba la afinación y todo se reducía a lectura de labios aderezada con algunos pocos fonemas decodificables. Que en el medio de ese magma se vieron favorecidas las exageraciones, las simplificaciones brutales, las consignas tajantes y la desarticulación de contextos y niveles de discursos. Que hubo un momento donde todos se vieron obligados a reducir la literaturosa sinfonía a una lista de exhumaciones e inhumaciones entre la muzzarella: ¡Odio! ¡Amor! ¡Condena! ¡Salvación! ¡Borges! ¡Piglia¡ ¡Sábato! ¡Aira! ¡Sebreli! ¡Soriano! ¡Fontanarrosa! ¡Grass! ¡Cioran! ¡Ferrer! ¡Bonavena! ¡Veira! ¡Schmidt! ¡Weber! ¡Muhainovich! ¡Lo odio! ¡Lo amo! ¡Genio! ¡Torpe! Que sobre los apellidos apenas audibles se dejaba oír al menos la sentencia final…Que los nombres de los blogers mencionados se los reserva en defensa propia y acogiéndose totalmente a la quinta enmienda”

“Que de todos modos la plenitud sabrosa del evento nunca fue mancillada, y que el grupo todo con excepción de dos desertores involuntarios se dirigió al café de la paz en busca de una mejor afinación para sus instrumentos. Que el dicente manifiesta que siendo apenas más allá de la medianoche se retiró saludando a todos y cada uno para perderse en una ruta de regreso quiénsabeadonde, totalmente satisfecho por lo vivido y lo morido, lamentando además que quizá lo mejor, como siempre, estuviera por ocurrir”

17 comentarios:

Anónimo dijo...

es una suerte Tino, pensándolo ahora que te leo, no haber podido llegar hasta allí. Lo mejor está por venir no hay dudas ,(sospechoso consuelo)

Anónimo dijo...

qué grande Tino, una pena que no tengas la trasnoche en tu haber, para continuar con el escrito.

Anónimo dijo...

Llego desde el blog de Plaza Constitución y te garantizo que pasé un momento genial leyendo tu post sobre el encuentro. Tenés un sentido del humor admirable. ¡Qué bueno lograr un encuentro así entre bloguers!! Es genial la idea.
Un saludo!

Carlos dijo...

el de Marcos era algo de un cuete... "El cuete en el ojo", o "Estar al cuete", no sé... que venga y lo diga. Pst, Pst... Marquitos... ¿cómo es?

Che, Tino, dejate de joder que tanta cara de ingeniero no tengo, que van a pensar las chicas. Si hasta había dejado la cinta métrica en el auto, por una vez.

Carlos dijo...

y me dijo Inx que Musil era ingeniero: tomá mate.

Tino Hargén dijo...

Carlos, te pido disculpas publicamente, no es contra vos, lo que pasa es que soy preso de una compulsión obsesiva por referirme a tan noble profesión :-)

Tino Hargén dijo...

Daniela, si, viste al final no quedaste sola, yo tambiém me perdí lo mejor.

Aydesa, ay la madrugada!, ¿y quién entonces hace la crónica de esa madrugada??? vamossss!!!!

Bienvenida Rosa Roja, gracias !

Ruth dijo...

Jajaja, maravilloso. No se preocupen, "las chicas" no tienen nada contra los ingenieros... Tino, una aclaración: ¡yo también quería cerveza, qué metaliteratura ni pongaliteratura!
Ah, y el blog de Marcos es www.elcohetesobreelojo.blogspot.com

Bardamu dijo...

Grande Tino, precisa, agil e incruenta descripcion.
La culpa de la reduccion de "la literaturosa sinfonía a una lista de exhumaciones e inhumaciones" la tuvieron la muzzarela, el tinto, la cerveza y el agua mineral con gas (que hubiera debido ser sin gas), el resto, por supuesto, es anecdota y bellas exageraciones...
Saludos y abrazos

Vero dijo...

Ta güenísmo, Tino. Me quedaste un poco lejos en la mesa, una lástima. Hubo un poco de rotación en el bar, después, me parece. Sí, alejarse del barullo favoreció la posibilidad de diálogo. Un beso.

Silvia Sue dijo...

La de la minifalda sí era yo, pero me dió vergüenza entrar y te esperé después donde dijimos, me llamaste al celular y me dijiste
que estabas demasiado borracho para llegar, así que me tomé el primer micro de la mañana y me volví a mi casa.
¿No te acordás? :)

Jorge Alberdi dijo...

Tino:
hasta hoy no me atreví a confesarlo: la de la minifalda era yo, que la buenaza de Silvia asume para protejerme. A mì también me dio vergüenza entrar.
Saludos.
PS: sí me queda algo muy claro, que para vos, todos los gatos son pardos, en especial si usan minifalda...

Tino Hargén dijo...

Con razón se te veia la costura del muñeco, eras vos!!!!!!!!! ;-)

Silvia Sue dijo...

Mirá, Jorge, eso de "pardo"...no te lo permito. Miau. :)

Jorge Alberdi dijo...

Silvia:
a no enojarse, tengo fascinación por los felinos (con minifalada incluidos), me refería, con lo de pardo, a la ceguera de Tino: ¡no puede confundir una belleza como vos con este desarticulado y travestido muñeco!...
(un ronroneo como saludo)

Miguel P. Soler dijo...

Che, una pena no haber ido; veo que la reunión fue como un baile de máscaras en Venecia. muñecos, muñecas, ingenieros, arquitectos, literatos, y disfrutando de esa pizza que es la que más me gusta del Centro. La próxima, como quién dice, un convidado de piedra.

Un saludazo.-

Tino Hargén dijo...

Viste Hernán? Tu gripe te privó del evento. ¿Y yo que me perdí la segunda mitad? Uqe lástima, como nadie contó demasiados detalles supongo de esas últimas horas de madrugada habrán sido las más heavies....

abrazo