La verdad es una mentira todavía no descubierta, es lo que nos da la sensación de verdad, la sensación racional de que hemos arribado a una ciudad que hasta ese momento nos convence de que podemos llamarla de ese modo, pero que puede ser reemplazada toda vez que el pensamiento vuelva a arder. De ahí que el arribo a la verdad derive del debate, de la discusión, del fuego dialógico. Como digo en el lema de mi blog La Tapa De Los Sesos: la verdad no tiene verbo, para nombrarla decir no hay un verbo; y si lo tiene la mentira porque lo que está probado que existe es mentir, de lo que estamos seguros es de que hay mentiras, la verdad como discurso siempre es una posibilidad, una probabilidad cuya vigencia es provisional. La verdad siempre es una versión de los hechos. Pensar es poner en riesgo nuestras verdades, nuestros supuestos, aún eso que parecen de granito, que no cambiaremos hasta morir porque los creemos parte de nosotros mismos.
Comprender es descubrir una trampa.
Comprender es descubrir una trampa.
Dar de baja un engaño. La ignorancia es siempre una forma de engaño vigente, sea por sustitución de la verdad anterior o por ocupación nueva de un espacio donde no existía idea alguna.
6 comentarios:
¡Qué grande, Tino! Mirá que no había reparado en que no existe el verbo "verdar".
"yo verdureo" levanta sospechas y suspicacias.
muy bueno Tino.
Lo que dice Tino no es verdurita, Aydessa.
Está bueno de verdá.
Tino, Ud. también...Aunque estoy estrenando casa, no por eso voy a dejar de venir.
Me voy a preparar unos mates.
Me gustó muchísimo. En especial esto "cada vez que el pensamiento vuelva a arder". Bah, todo.
creo que, es una pena, pero la mentira no existe.
sólo un multiplicación estética de la verdad no?
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