El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

octubre 31, 2005

Repudio a una diosa omnipresente

Se trata de un repudio a una diosa, a una reina, a una monarca absoluta de la arquitectura occidental. Y de la arquitectura argentina, por si quedaban dudas. De ningún modo esto es un homenaje, ni un tributo, ni un reconocimiento a su constante e inexorable presencia. No. Todo lo contrario. Se trata de un enérgico repudio, de un grito desaforado de BASTA! También de un escandaloso pedido de clemencia, de una súplica de graciosa cesación. La forma más fácil de decirlo es simplemente hacerles saber que “No la quiero ver más! “. Es un alarido de hartazgo, es un aullido desesperado que pide un poco de piedad y reclama una necesaria reflexión crítica. Solicitar, al menos, que se nos conceda una breve tregua a su insufrible e insultante unanimidad.

Ya no consigo soportar verla en TODOS los proyectos de vivienda. Oronda, imponente, siempre ocupando un lugar protagónico, central, vital, hegemónico, siempre acaparando el estrellato, siempre previsible, convirtiéndose en espantosa rutina de celebración estandarizada. Sin que nos demos cuenta ella fue matando todo brote de imprevisibilidad en la arquitectura residencial, ese encontrarla brillando en todos los planos y reproducciones, grande o pequeña pero igualmente eufórica e infalible, fueron pequeñas y constantes dosis de arsénico sobre nuestra sensibilidad arquitectónica. Que acabaron por envenenar esa capacidad de asombro que a través de milenios de refulgente historia supo conseguir el noble arte de la arquitectura todo, y la arquitectura de la vivienda en particular. Estoy total y absolutamente harto de su presencia garantizada en cualquier proyecto de casa que haya sido concebido o esté por concebirse aquí o en cualquier lugar de la estratosfera occidental. Y digo occidental porque es el mundo que más conozco pero no me extrañaría que si indagamos la arquitectura oriental, que la muy puerca ande por allí haciendo de las suyas.

Estoy total y absolutamente podrido de su insistente inclusión, de su injusta popularidad, de su insolente soberbia y de su inconmovible caradurismo para invitarse a permanecer en cualquier tipo de proyecto. Aunque en el fondo no puedo negar que la admiro, y que he hecho uso y abuso también yo de sus servicios. Porque tampoco puede negarse su generosidad y su vocación altruista que se demuestra en prestar su prestigio y su efectividad a todos los arquitectos del mundo, sin distinción de credos ni razas estéticas. Ella es generosa y regala incondicionalmente lo mejor de si, pero es de destacar también que TODOS la adoptan y la usan con orgullo y agradecimiento. Ella es una especie de panacea de unidad, un núcleo de consenso y respeto común capaz de unir a los estilos y escuela de diseño más rabiosamente opuestos y antagónicos. Todas las diferencias proyectuales, ideológicas, conceptuales, filosóficas, ambientales, religiosas, políticas, académicas, formales, funcionales y sexuales quedan licuadas a la hora de esta inexplicable coincidencia cósmica. Se extinguen de un suspiro todas las controversias, las irascibles polémicas se transforman en acariciantes mancomuniones, las feroces disputas se desvanecen en el aire ante la ineluctable amiga en común que logra acercar los abismos más distantes. Porque ella está siempre ahí, ubicada como con una invisible autoridad a pesar de su innata timidez. Una autoridad que enhebra bajo un raro ecumenismo todos los signos: es monárquica y es democrática, es nacional y es internacional, es tradición y es moda, es atea y es religiosa. Por momentos nos hace pensarla como un tótem constructivo, un fetiche funcional, un hechizo tridimensional, la encarnación simbólica de un animismo pagano, una ofrenda a la gracia fecundante del hábitat. Su lengua y su mensaje son absolutamente universales, y no necesita de traducciones ni de hermenéuticas.

Ella se yergue de mil formas, se corporiza de mil maneras, con las más variados y disímiles materiales. Ella adopta la forma de su amo, se entrega como esclava, totalmente y sin reservas. La veremos servir a amos racionalistas, orgánicos, formalistas, funcionalistas, maximalistas, minimalistas, semióticos y antisemióticos, modernos y posmodernnos, depredadores y ecologistas. En realidad todos los amos son esclavos de ella. Porque a pesar de discursos, de teorías y de manifiestos, de sintaxis y de semántica, de tratados y de manuales, de ortodoxias y de heterodoxias, todos son débiles a la hora de ceder a la tentación de ponerla en sus proyectos. Pero seguramente algunos de ustedes me dirá, ¨ En los proyectos de Estados Unidos, Europa, Japón, Holanda, Luxemburgo.... no puede ser así ......¨. ¿Que no? Yo los desafío, tomen la revista de arquitectura más refinada y exclusiva que encuentren, la más cara, la que posea las mejores fotos, y hojeen, hurguen entre las imágenes y las reproducciones de planos, vean. Bajo la máscara de algunos infames disfraces constructivos, ocultas tras las configuraciones más rebuscadas que puedan imaginarse, protegida detrás de los más insólitos subterfugios ornamentales, esculpida con los materiales más inverosímiles, sofisticada con las más ultramodernas tecnologías, pero está...impertérrita, inconmovible, tiesa, diabólica, santa.

Creo que ya ha sido suficiente explicación para este verdadero anti-homenaje a esta embustera de la arquitectura. Esta aparentemente simpática, cálida e ingenua señora que se las ha arreglado la muy maldita para hacerse unánime, para hacerse la única estrella indiscutible de cualquier proyecto y amenaza en transformarnos en sus meros administradores. Por eso es que hago un llamamiento a todos los arquitectos del mundo que se encuentren con la posibilidad de proyectar una gran vivienda unifamiliar, y a todos los dichosos clientes que estén por encargarla: por favor, díganle BASTA, stop, out, finish, fuck you, nunca más.....o al menos díganle NO por una sola vez, más que un llamado es una súplica. Extírpenla de sus proyectos, evapórenla de sus cabezas, de sus fantasías, asesínenla, volatilícenla. Si así lo hacen, tengan la plena seguridad que cometerán el acto más revolucionario en la arquitectura de los últimos milenios, inscribirán su nombre en los bronces de la historia como auténticos héroes que han derribado a una gigante, a una Diosa, a una verdadera Deidad hasta ahora invulnerable.


Nota del autor:
Para aquellos que no se hayan dado cuenta de quién se trata, a modo de adivinanza, hagan click en los comments y conocerán la respuesta

6 comentarios:

Tino Hargén dijo...

Dícese de un dispositivo de calefacción que se ubica obligatoriamente en el interior de las viviendas proyectadas por cualquier arquitecto del mundo occidental y dentro de climas supuestamente templados. Consiste en un receptáculo para la combustión - generalmente combustible sólido como madera o carbón, pero puede ser gaseoso - y un conducto vertical de evacuación de humos. Se desconoce el origen de su obligatoriedad.
HOGAR, CHIMENEA, ESTUFA A LEÑA, FIREPLACE O COMO SE LLAME.

Gus Nielsen dijo...

Pero cuando te falta es horrible.

Tino Hargén dijo...

Ves Gustavo? No se puede ir en su contra...aunque a este texto le falta la contracara, hay toda una poética de hogar como mito de celebración...

Miguel P. Soler dijo...

Yo no diría mito de clelbración , pero si imagino, que al igual que la madera da calidez, una casa sin hogar da frío. Basta ver los dibujos de los chicos, y la famosa pruebita sicólogica, de que el dibujar chimenea y humito, significa calidez y protección, y no que se está incendiando la casa por dentro o que es un lugar del infierno.
Sin embargo, prefiero las salamandras antiguas (con buen tiraje) en una casa de madera en la patagonia, pero bueno, es cuestión de preferencias. Yo vivo en depto y no tengo "hogar", cosa que no me molesta dada la calefacción central, pero ¿no es extraño que se vendan chimeneas de fantasía para que los que tienen deptos de 2 ambientes se sientan abrigados y expansivos a la vez?

Miguel P. Soler dijo...

Julio, ¿estás ahí???

Tino Hargén dijo...

Aqui estoy Miguel!!!!!!!!!!!

Anduve borrado de la blogósfera, la semana pasada acuciado por una entrega laboral que no me dejaba ni entrar a la web, sumado al un fin de semana de viaje, pero por suerte puedo decir que el blogueo se extraña!.

Precisamente el tema del poder simbólico convocante de los hogares puede ser motivo de un contrapost algún día,su riqueza es la contracara de la unanimidad que denuncié en el post.

PD:Dural y Hargentina candidatos a blogs más remolones para actualizarse...seremos fiacas che? O todos están al pedo? ;-))))

Un abrazo