El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

julio 28, 2011

Sobre el binarismo en política

Apuntes sobre el binarismo político

I.

La lógica de la política es necesariamente binaria porque es una lógica de la opción material. El posibilismo ineluctable diferencia a la política de la filosofía o la ideología, del hecho intelectual. En política como en la guerra todo se reduce a la opción binaria porque se trata de resolver relaciones de fuerza, relaciones de poder en pugna que tienden a agregarse en forma directamente proporcional a su aglutinamiento y no a su atomización, que harán que tiendan a resolverse en una opción binaria. La opción es por naturaleza “sucia” ya que las purezas se pierden en ese complejo proceso de síntesis de las posibilidades diversas que lleva a la binarización final. La binarización de la opción es un dato de la realidad material pragmática, y no del lenguaje.


II.
El binarismo es parte de la naturaleza de la política. La lógica binaria, que el lenguaje importa no es aplicable a muchos otros procesos y disciplinas como la filosofía, el arte, la literatura, pero en cuestiones de poder si porque no proviene de una aplicación artificial sino que es consecuencia de su naturaleza constitutiva. En las disciplinas especulativas, que se basan en la observación y en la especulación, la descripción, el binarismo puede ser útil como simplificación de comprensión, pero si nos quedamos en él se vuelve reduccionista y erróneo como herramienta de conocimiento. Estos procesos reniegan del binarismo porque éste actúa como un extraño reductor de sus riquezas, complejidades y matices que no puede de ningún modo restringirse a una lógica binaria. Pero la política es diferente en tanto no es una disciplina del pensamiento que termina en si misma sino apenas la síntesis previa a la acción. La política es praxis, acción y opción en tanto relaciones de poder, relaciones de fuerzas, y éstas tienden al binarismo.


III.
Todas las grandes guerras tuvieron su natural síntesis hacia el binarismo, por una fuerza centrípeta inherente a su naturaleza y su lógica. Tomemos la Segunda Guerra Mundial, vaya si tenían diferencias los países que finalmente optaron por unirse a uno de los dos bloques en pugna. ¿Acaso no había muy diferentes y complejas posiciones como para que se tuvieran que sintetizar en dos bandos? ¿Era posible aspirar a la pureza?¿Acaso eran lo mismo Rusia y Estados Unidos cuando tuvieron que aliarse? La praxis del devenir de las luchas por el poder imponen esta reducción necesaria que atiende a su naturaleza física.

IV.
El "facticisimo" es una fuerza que opera desde el mundo real hacia el mundo del lenguaje y el conocimiento. Lo que en el mundo representativo del lenguaje y el conocimiento es posible, no siempre es posible en la realidad práctica, en la tramitación de la vida real en un determinado tiempo y espacio y entre personas. El conocimiento puede ser capaz de establecer infinitos matices de una realidad a través de infinitas o múltiples gradaciones de conceptos, pero sólo algunos de ellos sobrevivirán en el campo de la realidad que tiende a la simplificación, donde la densidad de las descripciones y caracterizaciones deben adaptarse a presupuesto o marcos de tiempo y espacio determinados, ya previamente conformados por el historial de hábitos establecidos. En la vida práctica, a la pregunta ¿de que color es esa manzana? Sólo se puede responder un tiempo y en un modo limitado por la convención. Se espera que la respuesta se dilucide en segundos, y con una o dos palabras; estaría fuera de todo código ponerse a desarrollar una explicación sobre los matices cromáticos que la componen o responder con un sustantivo y seis o siete adjetivos combinados. El mismo imperativo de síntesis se muestra al decir; ¿puedes alcanzarme la manzana roja? Necesariamente he tenido que hacer una opción y tomar como “roja” la calificación del color que si lo analizo tendría cientos de matices reconocibles. La simplificación es un retorno a lo esencial, una síntesis que no hace otra cosa que propiciar un regreso a la simplificación original después de haberse permitido una complejización mediante el pensamiento abstracto –lo que es puesto aparte para su entendimiento-

V.
Llegado el momento hay que optar, se está con alguno de los dos bandos más fuertes o se está afuera, se es víctima o cómplice de algunos de los bandos, la neutralidad se vuelve una caricatura.
Y los que critican el binarismo desde las democracias liberales, ignoran que todas las constituciones son binaristas al establecer como principio básico la obtención de la mayoría electoral como forma de resolución de las pujas de poder. Desde el momento que se establece que la mayoría es la única forma de legitimar institucionalmente un triunfo se está imponiendo una lógica binaria, a tal punto extremo literal que en casi todas las constituciones modernas se establece el ballotage, que no es otra cosa que la obligación premeditada y legislada de desembocar en el binarismo como final. Los escenarios múltiples son irresolubles para la institucionalidad predominante de las democracias liberales. Dentro de sus presupuestos básicos está la idea de que el poder tiene una sola condición y es que alguien debe detentarlo, la ejecutividad no puede ser compartida, las decisiones deben ser tomadas y no se puede permanecer en un estado previo a ellas como el eterno debate de ideas.

VI.
La proyección de los escenarios múltiples, las votaciones por simple primera minoría jamás funcionan porque resultan sin respaldo. Si tenemos 14 propuestas y la que mayor adhesión tiene es un 12%. Para romper la lógica binaria habría que romper este sistema político e inventar otro radicalmente diferente. Las decisiones, como tales, sintéticas e impuras, no pueden conformar a todos, y lo más gracioso es que no deben.


julio 26, 2011

El año que fuimos puteados


De pronto me encontré pasando al hall de la casa de un desconocido. En una pared aparecía colgando de un cuadrito, de fino marco de madera y un bien mantenido vidrio protector. Adentro se veía una cartulina blanca prolijamente recortada con una leyemda impresa en gran tipografía: “El insulto es el impuesto al éxito”.

Solo puede ser político o futbolista, pensé.

julio 25, 2011

Candidato se busca


Ante los fracasos de Chivos Hoscos y Panes Tristes varios, el FPV debería probar con otras tipologías humanas. Hete aquí una hipótesis:


Candidato se busca. Presentarse en Balcarce 50 o en cualquier sede del FPV.

El aspirante deberá cumplir las siguientes condiciones de mínima:

Que sea capaz de seducir a quienes son refractarios al relato nacional y popular explicando sus ventajas y virtudes por sobre los demás modelos pero sin hacer binarismo excluyente como si dieran a entender que “todos los que no están con nosotros son unos hijos de puta”

Que sea simpático, entrador, dispuesto a la sonrisa y la buena onda. Que sepa explicar las diferencias ideológicas desde un lugar de respeto.

Que a las acusaciones malsanas de “autoritarismo” responda con soltura, simpatía, refutándolas con altura y buen gusto.

Que no tenga cara de malo ni semblante triste, preferentemente con ocurrencia y buen humor pero que no abuse de la ironía hiriente hacia el adversario.

Que no tenga un discurso narcisista sobre que lo único bueno que le pasó al país es el kirchnerismo y que todo lo demás es una mierda. Que defienda los logros del modelo K por el peso de sus resultados y con una mirada inclusiva hacia el resto de los sectores, sin caer en la defenestración de los adversarios.

Que no tenga un discurso ultra peronista que deje afuera a todo lo demás descartándolos como gorilaje impresentable.

Que no responda con gruñidos o rabietas a las preguntas de los opositores o periodistas no partidarios.

Que sea capaz de seducir a quienes son refractarios al relato nacional y popular y tienen bloqueadas sus cabezas por una vulgata de sentido común neogarca a la que adhieren casi sin tomar conciencia.

Que no hable para intelectuales sino trate de explicar las situaciones en términos de la calle.

Que sepa que deberá dirigirse a personas dañadas por años y años de prédica despolitizadora de los medios. Tener en cuenta esto sin echárselo en cara como si fuera una culpa.

Que sepa darle prioridad a la identidad local de toda propuesta sin dar a entender que el éxito sólo vendrá de la mano de la bendición del gobierno nacional. Causa mucho rechazo la idea de ver a los distritos del interior como rehenes de las dádivas nacionales.


julio 23, 2011

El otro Freud

Vista trasera (Leigh Bowery)


Lucian Freud (1922-2011). No tan popular como su abuelo, pero un artista plástico de ensueño.



julio 15, 2011

La mascota de la inmensidad



Mensajes, metrallas, besos..

El ángulo oblicuo de la enunciación
El celibato intelectual de los simios
La banda y la bandera a rombos
El tañido de la campaña al deshielo

Los huesos demolidos por la gravedad
El salvoconducto transcontinental
La obra manchada por la deshonra
El parto partido

La conspiración de los herederos
El haz de soplidos que azotan tu rostro
La influencia del paternalismo trágico en la poesía de Raymond Nudler
El prólogo a la nonagésima edición del Quijote

La barba rojiza del presbítero anglosajón
Las peñas de los remontadores de desventajas
La mascota de la inmensidad...

Furores, mesetas, raíces…


(foto: Luis Beltrán)

julio 09, 2011

Una hostilidad irracional


Duele el alma ser testigo de una injusticia semejante. Asistir a este fusilamiento social de un inocente sobre el que pesa una contagiosa psicosis de hostilidad como si de pronto muchos se hubieran complotado para ejecutarlo sin atender razones ni piedades por unos crímenes que jamás cometió, de volverlo el chivo expiatorio de todas las calamidades. Y va más allá de gustos futbolísticos o polémicas sobre quién es o fue el mejor de la historia. Tampoco si juega para seis o tres puntos, si más adelante o más atrás, peor o mejor que en su club. El odio social que se canaliza sobre Messi es una de las expresiones de la miseria argumental de un pueblo preso de sus propios fantasmas simbólicos que descarga sus frustraciones psico-sociales en algunos íconos del éxito deportivo cuando estos no pueden volverse los agentes mágicos que consumen sus fantasías triunfalistas. Es evidente que el peor componente fascista del alma social argentina está presente en esta actitud.


La dependencia del exitismo inhibe a una gran parte de los argentinos a ver a Messi tal como a es y a valorarlo según la dimensión de su talento deportivo cuando juega para la selección. El caso de Messi no es el único en la historia, pero si es uno de los más complejos. Siempre los grandes referentes del deporte se convierten en los grandes eventos mundiales en figuras que concitan la atención de una considerable cantidad de público que desconoce el abc de la disciplina y suele guiarse por un primitivismo exitista. Se montan sobre los ecos mediáticos para fabricar una expectativa de facilismo triunfalista que razona según un primarismo emocional demandante alejado de cualquier análisis racional de razones objetivas. Se carga a las figuras de una demanda absoluta; si son campeones de algo se supone tienen que ganar siempre, si son los mejores en alguna actividad deben ganar o ganar, ofrendar éxitos completos so pena de ser aborrecidos y arrojados a la hoguera de los enemigos sin ninguna contemplación. Lo llamativo del caso Messi es que se pliega a esta serie de obvias inconsistencias mucha gente que sabe de fútbol pero que ante su caso reacciona con una flagrante falta de equidad en los juicios.


El posicionamiento de Messi como objeto irracional de desprecio y subvaloración comienza en lo futbolero por una orfandad popular que deriva de haberse ido a los 13 años a España y no haber jugado ni en Boca ni en River, lo que lo priva de un manto de fanatismo protector como el que gozan otros jugadores que ni por asomo se acercan a su nivel y que también se han cansado de fracasar en la selección como Riquelme y Tévez por ejemplo, por citar justo dos casos de jugadores de características diferentes y contradictorias pero que resultan igualmente protegidos por el afecto popular. Uno es endiosado por representar el paradigma popular de “jugar con el corazón” y “poner huevos”. El otro es amado por una personalidad rebelde y un fino juego de toque a pesar de su reconocida indolencia en la cancha.


Otra contra de Messi es su personalidad, su carácter humilde y poco afecto a vender humo con declaraciones compadritas. La paradoja es que se criticó mucho a Maradona por su personalidad altanera y provocadora, por su soberbia agresiva en las declaraciones, pero en el fondo se lo ama por eso y desprecia a Messi por ser todo lo contario. Si tuviera otro carácter por ejemplo debería hacer valer su condición de mejor del mundo a riesgo de parecer pedante o soberbio ya que eso al final termina pagando a la hora del aprecio de la gente. El humilde que no se sabe ejercer cierta defensa egocéntrica de su lugar no solo que no es valorado sino que termina siendo brutalmente despreciado por eso. Imaginemos cuales serían las reacciones posibles si Messi tuviera, por ejemplo, el carácter de Maradona o Passarella: frente a un Burdisso que lo putea en cancha porque se deja anticipar, lo menos que haría sería devolverle un “vos callate la concha de tu madre que sos un tronco de mierda y un 4 de copas, fijate en lo tuyo que le diste la pelota a Teo Gutierrez”. Y ante tanto hostigamiento general saldría en conferencia de prensa a hacerles un “fuck you a todos los boludos que me putean” a imagen y semejanza del célebre “sigan mamando”. Pero la indefensión discursiva de Messi excita a sus victimarios críticos que arman su propio festín de crueldad revanchista, como si él le hubiera robado a alguien las dotes naturales y el esfuerzo que lo llevaron a ser lo que es.


La vertiente que completa el combo es la permanente y absurda comparación a la que se lo somete con el mito de Superman Maradona. Si la comparación fuera racional, respecto del Maradona que entregan los verdaderos datos históricos, Messi a esta altura de su carrera -24 años- podría salir airoso de cualquier intento de paralelo, por más odioso y en extremo relativo que fuera comparar prestaciones futbolísticas en distintas epocas. Pero no se lo compara con el Maradona real sino con la ficción mitológica del Superman maradoniano que se ha ido construyendo en todos estos años de acumular sequía de títulos internacionales. La más común de las fábulas sostiene que Maradona “se ponía el equipo al hombro”, “ganaba partidos y torneos solo” y “hacía jugar bien a todo el equipo”, imponiéndose a cualquier deficiencia de sus compañeros. Una leyenda de una falsedad histórica absoluta, digno de las fábulas épicas de la más imaginativa literatura. Una de las versiones particulares del gran mito es que “hizo él solo campeón al Nápoli con 10 troncos como compañeros”. El Nápoli de fines de los ochenta que ganó las ligas italianas de 1986-87 y 1989-90 no era un equipo que haya pasado a la historia por desplegar un fútbol vistoso pero si era un muy buen equipo, bien estructurado defensivamente, con un medio campo combativo y el funcionamiento necesario para desequilibrar. Y tenía jugadores de selección italiana -como Di Nápoli- junto a otros buenos valores como Ferrara, Carnevale o Giordano en el 86-87, a los que se sumaron en la temporada 89-90 dos grandes jugadores de selección brasileña como Careca y Alemao. Aún así, la estrella de Superman Maradona que ganaba solo llevando a la rastra a 10 pataduras no alcanzó para hacerlo avanzar a instancias finales de una Champions League, y en materia internacional solo obtuvo una copa de segundo orden como es la Copa UEFA 1989. Ahora bien, aún desconociendo estos datos de la realidad nos creyéramos por un instante el cuento de los superpoderes del Diego, ¿por qué Messi debería igualar esa característica? El rosarino en esta era puede ser el mejor del mundo y ser determinante de otra madera, a su estilo, pero no, se insiste en condenar a Messi por el crimen de no realizar aquellas hazañas cósmicamente milagrosas que se le adjudican al Santo Diego Armando; se lo criminaliza por no mimetizarse con la naturaleza sobrenatural del ídolo.


Los malos equipos no los levanta ningún jugador por más que sea el mejor del mundo. Tampoco puede responsabilizárselo con exclusividad del mal funcionamiento colectivo y menos que menos de las malas actuaciones individuales de sus compañeros. Y aquí si analizamos la realidad y no el mito, Maradona sufrió esta situación en carne propia varias veces a lo largo de su carrera. Ni aquella selección del 82 con Menotti ni aún la del 90 de Bilardo fueron buenos equipos, y nada pudo hacer Maradona frente a aquellas pobrezas de sus compañeros o las flaquezas estructurales, como no podría haberlo hecho ningún jugador. Hay infinidad de ejemplos puntuales que podría citar; aquel debut del 90 frente a Camerún, con un equipo asustado al que le quemaba la pelota, un error de Pumpido y la derrota. No hubo ni “puesta de equipo al hombro” ni “salvación” alguna. Tampoco alcanzó la magia de Diego para levantar a un equipo caído en la final contra Alemania que se perdió sin pena ni gloria ¿Acaso se lo responsabilizó a Maradona por ello? Las eliminatorias para el mundial 86 que no se caracterizaron por el buen juego aún con la presencia del Todopoderoso Diego, clasificándose angustiosamente frente a Perú en cancha de River tras un agónico gol de Gareca que empujó la pelota luego de una arremetida de cabeza de Passarella. Solo cuando hubo equipo Maradona descolló en el 86; y si todos recordamos el pase gol de Diego a Burruchaga en la final contra Alemania, pensemos si en vez de Burruchaga para definir perfectamente la jugada hubiera estado el inepto Lavezzi como la noche pasada contra Colombia, que diferente hubiera sido la historia.


Para terminar, y volviendo al plano del juego, deberíamos comenzar por el principio: Messi juega de Messi y no tiene por qué jugar de Maradona ni ser la reencarnación del Maradona real o mitológico. Y sin un equipo que funcione como equipo no habrá Messi superlativo. Decía Edgardo Bauza: “Se espera que Messi levante su nivel para que arrastre a toda la selección juegue mejor, y es al revés, la selección tiene que levantar su nivel para que Messi eleve el suyo”. Agrego que esto se debe a que Messi es el mejor jugador del mundo como individualidad pero en un juego cuyo carácter colectivo es insoslayable. Nada puede hacer Messi ni ningún jugador ante un equipo que tiene una defensa mal parada o que comete errores individuales, o que no posee una buena estructura de circulación de pelota y de juego colectivo, como nada pudo hacer Maradona para que los malos equipos que integró se transformaran en buenos equipos.

julio 08, 2011

El flagelo de la relatividad


¿Qué es peor? ¿Qué es mejor?
La experiencia pobremente enriquecedora.
O la experiencia ricamente empobrecedora.

julio 06, 2011

El vuelo de Pynchon


"En el monstruo argumental y estilístico de Contraluz (una literatura de izquierda y de derecha trabajando al unísono como el cerebro aún no invadido por el pánico cirrus de un piloto), por ahora aprecio la ductibilidad y la libertad de un tipo que edita lo que quiere, con sus aciertos, sus complejidades y sus riesgos. Un escritor extremo bancado por un editor extremo. Eso es lo más envidiable de Pynchon (al menos para mí): el uso y abuso de los seis grados de libertad que habita como Skip, la centella parlante..."


Miguel Soler se mete con Pynchon y descubre que como escritor es un gran ingeniero aeronáutico.

julio 05, 2011

Las semillas suicidas


El ingenio del negocio cautivo es inagotable. La imaginación de la multinacionales al servicio de la dependencia económica no descansa. Como si no tuvieran suficientes negocios infinitos y estrategias para asegurarse ventas compulsivas, ahora parece que volverán al ruedo por las semillas llamadas "Terminator":

"Se trata de una tecnología transgénica para hacer semillas suicidas: se plantan, dan fruto, pero la segunda generación se vuelve estéril, para obligar a los agricultores a volver a comprar semilla en cada estación".

A estar atentos el año que viene en la RIO+20 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable) donde estos temas deberán tratarse.



julio 01, 2011

Aguardiente




Para el frío nade mejor que un trago fuerte.