El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

diciembre 21, 2011

La bala en los labios

A la arquitectura no hay con que darle en términos de potencia simbólica, por decirlo en sencillos términos. La capacidad brutal de sus obras para comunicar masivamente un mensaje conceptual desde las formas es inigualable. Y a propósito del arquitecto francés Jean Nouvel, recientemente galardonado con el Premio Pritzker, observando una de sus obras -el edificio Agbar de Barcelona- se me ocurrió que sería interesante hacer una encuesta de opinión con dos opciones:


¿Usted cree que el edificio representa una bala?





¿Usted cree que el edificio representa un lápiz labial?




En cuanto me inclino por la primera opción el edificio me parece un asco, una total aberración. Pero en cuanto pienso en lo segundo hasta lo encuentro encantador.

3 comentarios:

Jorge dijo...

Es muy feo!

Tino Hargén dijo...

Comparto, es horrible realmente, aunque como profesional del tema debería ser cuidadoso en el juicio, como bloguero me tomo la libertad de expresarlo sin mas jajaja. Por eso la ironía, la unica forma de que me guste es imaginarlo un lapiz labial...

Tino Hargén dijo...

O habrá pensado en un pene de perro? ;-)