El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

mayo 11, 2011

Extraño enamoramiento


Habría que dejar los rodeos de lado y reconocer que hay una sola palabra que puede incidir en la suerte de las próximas elecciones presidenciales. La palabra clave tiene seis letras: Moyano.

Pero a algunos intelectuales amigos del modelo parece que no les funcionara el sincronismo. Revisando al azar sus últimas intervenciones, vemos por ejemplo a un Ricardo Forster que se empieza a enamorar escénicamente de la CGT y nos quiere convencer, no exento de alguna razonable argumentación, de las bondades del sindicalismo moyanista que acompaña el proyecto. También la lúcida políticologa María Esperanza Casullo se encandila en el redescubrimiento de la mística de la lucha rasa. Pero Cristina tiene que salir a explicar, una vez más, de que va la cosa a los que no terminan de aprender a leer los tiempos políticos.

En plena cresta ascendente de la militancia de base, cuando se comienzan a recuperar un contenido ideológico al escurridizo continente peronista, se les ocurre encontrarle el lado romántico al viejo sindicalismo corporativo; los gordos se vuelven de pronto zurditos, progres y entrañables compañeros de sueños de cambio. Muchachos, todo bien con comprender el rol de la corpo sindical en la sustentabilidad del proyecto, pero tal vez no es el mejor momento para fascinarse con Moyano y dejarse seducir por los gordos; detrás de toda esta iconografía se están jugando internas cruciales para el futuro del modelo y del proyecto. Un poco más de realismo político y menos literatura de fantaciencia proletaria les vendría bien.


4 comentarios:

Jorge dijo...

Julio muy bueno tu post. Creo que está película yo ya la vi. Ojo con los gordos y los progres es una mezcla explosiva.

Tino Hargén dijo...

Así es Jorge, y creo que habría que mirarlo con mayor realismo, y menos candor emocional. Saludos y gracias por comentar aquí

Lilia dijo...

A Moyano la presidenta lo debería mandar a realizar un viaje muy largo de 5 meses,hasta octubre, en acto que se muestre, incidirá de aquí a octubre en disminución de votos de la clase que todo indica que se quiere conquistar, clase media, o media alta.

Tino Hargén dijo...

Lilia, si, creo que el tema va más allá de una conveniencia electoral para captar a la clase media; está en juego una diferencia muy importante en términos políticos y que puede ponerle límites a la expansión de ciertos contenidos progresista que pudiera tener el proyecto K. Por ahora, el tema solo lo agita la prena opositora con el fin de mostrar una fisura, y la prensa oficialista practica la negación, pero el tema está, no debe olvidarse la escena de River cuando Moyano dijo que el próximo presidente debía ser un trabajador y Cristina subió a decir que ella trabajaba desde los 18 años.