El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

abril 05, 2011

Enjabonada terquedad



Quedan muchos remedios todavía, pero hacer del propio territorio cotidiano una locación turística y ponerse a escribir postales del tiempo en fuga pareciera ser el único en esos días donde la inmovilidad te oprime. Salen aguafuertes de una apacible ingravidez, pinceladas de humo que decaen rápidamente para definir solo aquello que ya es conocido, con verbos que representan el infinitivo vagar del acto sobre si mismo y adjetivos que califican aquellos nudos de silencio que para cualquier profesor exigente serían incalificables. No hay otro tiempo que el que nos ha tocado, así como no hay otra lluvia que la que nos ha empapado aquella tarde de verano feliz. Solo habría que preocuparse en el momento que la enjabonada terquedad de seguir existiendo nos haya dejado de parecer redundante.


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