El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

febrero 26, 2011

Estación incertidumbre


Vuelvo a arrancar, porque el extravío del destino premeditado es mi norma de adaptación cotidiana, todos los días rectifico rumbos, todos los días rompo cartas de navegación, todos los días redefino conflictos perpetuos, todos los días desprendo ramas desconocidas hacia avatares aún más incógnitos. No es vivir sin la memoria, ojalá dispusiera de su indulgencia, se trata de desafiar la autoridad de la memoria que empuja órdenes basadas en sólidos supuestos, que interpela tu agenda con la inconsciente naturalidad que le otorga su mandato. Vamos por tierra, vamos por aire y vamos por más, pero nunca llegar es creer en el tránsito eterno, en el viaje infinito hacia un arribo imposible. Queda el recurso de aferrarse al mudo estancamiento para fundar un alegórico epicentro del desmonte, o bajarse en la estación incertidumbre, siempre atractiva, estimulante y moderna, ocupada por seres de mirada indefinida que muestran sin tapujos las incógintas de sus finales irresueltos…

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