*este post contiene lenguaje soez
La escena es compleja. La reducción a la bipolaridad -un dato esencial de la naturaleza de los hechos de la política y no sólo del discurso- pone a pruebas nuestra capacidad de maniobra. En este escenario se ve de todo. Voces que se quejan de la bipolaridad pero la practican ostensiblemente, adoptando con una literalidad pasmosa los guiones operativos de algunos bandos. Se oyen pocas voces que se sustraigan a la tentación de volverse amigos del enemigo de su enemigo, pocas terceras posiciones claras que eviten el alineamiento automático de obedecer casi textualmente discursos de intereses, pocas miradas sobre el resultado del bosque de acá a diez años por sobre el del arbolito de esta próxima navidad.
Antiperonistas de toda la vida por izquierda, se sienten con obvia legitimidad, autorizados a serlo más aún hoy día, pero no resisten la tentación del canto de sirenas del clarinete herido. A falta de un libreto contrera propio adoptan el que ofrece un grupo empresario en combate y entonces se mimetizan. De nada vale apelar a que piensen en el contexto internacional, en la trama de poderes de la que somos una periférica partecita. Nada. Les hablás con Chomsky, Zizek y Marcuse y te contestan con Van der Kooy.
Un garca, entonces, por comparación con un grosero peroncho, se vuelve un señor respetable con el que se puede conversar, cuando hace un tiempo era simplemente un mercader de la derecha hijaeputa.
Algunos son estéticos. No tienen problemas en seguir siendo oprimidos, pero prefieren que sea a manos de sabios señores blancos en vez de morochos torpes enriquecidos. No está mal, ya que no pueden evitarlo siempre es mejor que sea con buenos modales.
Otros aprovechan para radicalizar su peronismo automático entregándose a una cerrada versión racial de la confrontación que culmina en aprobaciones incondicionales de toda flatulencia que provenga de los intestinos K. Uno los apura al ensanchamiento del proyecto con cierto entusiasmo aperturista pero te responden con la marchita marchita.
Vamos a los consejos:
Si cuando un peronista le toca el culo Usted salta horrorizado exclamando “Ay que gronchos ignorantes, que autoritarios” pero después cuando viene un "empresario de medios" y le mete una garompa hasta el duodeno Usted dice “Ay que lindo, viva la Constitución”
Si piensa que Menem y Duhalde eran peronistas pero bueno, a Usted no le molestaban Toma, Manzano, Cavallo, Gostanián, Kohan, Cotto, Caserta, Barrionuevo, Alderete, Fassi Lavalle, Grosso, Sofovich, Jofre, Amira Yoma, Matilde Menéndez, Yabrán porque eran gente instruida y no los vas a comparar con estos yeguos que rodean a Néstor y a la loca esa del pañuelo.
Si Fernando Iglesias le parece más creíble, honesto y lindo que D´elía
Si alguna de estas tres cosas le ha suecedido, entonces querido amigo Usted tiene un problema de bipolaridad grave. Revise el agua y el aceite, pero sobre todo revise los libros que leyó. Y si descubre que es de derecha, bueno, está en todo su derecho, pues adelante, pero por favor evite rodeos.
Antiperonistas de toda la vida por izquierda, se sienten con obvia legitimidad, autorizados a serlo más aún hoy día, pero no resisten la tentación del canto de sirenas del clarinete herido. A falta de un libreto contrera propio adoptan el que ofrece un grupo empresario en combate y entonces se mimetizan. De nada vale apelar a que piensen en el contexto internacional, en la trama de poderes de la que somos una periférica partecita. Nada. Les hablás con Chomsky, Zizek y Marcuse y te contestan con Van der Kooy.
Un garca, entonces, por comparación con un grosero peroncho, se vuelve un señor respetable con el que se puede conversar, cuando hace un tiempo era simplemente un mercader de la derecha hijaeputa.
Algunos son estéticos. No tienen problemas en seguir siendo oprimidos, pero prefieren que sea a manos de sabios señores blancos en vez de morochos torpes enriquecidos. No está mal, ya que no pueden evitarlo siempre es mejor que sea con buenos modales.
Otros aprovechan para radicalizar su peronismo automático entregándose a una cerrada versión racial de la confrontación que culmina en aprobaciones incondicionales de toda flatulencia que provenga de los intestinos K. Uno los apura al ensanchamiento del proyecto con cierto entusiasmo aperturista pero te responden con la marchita marchita.
Vamos a los consejos:
Si cuando un peronista le toca el culo Usted salta horrorizado exclamando “Ay que gronchos ignorantes, que autoritarios” pero después cuando viene un "empresario de medios" y le mete una garompa hasta el duodeno Usted dice “Ay que lindo, viva la Constitución”
Si piensa que Menem y Duhalde eran peronistas pero bueno, a Usted no le molestaban Toma, Manzano, Cavallo, Gostanián, Kohan, Cotto, Caserta, Barrionuevo, Alderete, Fassi Lavalle, Grosso, Sofovich, Jofre, Amira Yoma, Matilde Menéndez, Yabrán porque eran gente instruida y no los vas a comparar con estos yeguos que rodean a Néstor y a la loca esa del pañuelo.
Si Fernando Iglesias le parece más creíble, honesto y lindo que D´elía
Si alguna de estas tres cosas le ha suecedido, entonces querido amigo Usted tiene un problema de bipolaridad grave. Revise el agua y el aceite, pero sobre todo revise los libros que leyó. Y si descubre que es de derecha, bueno, está en todo su derecho, pues adelante, pero por favor evite rodeos.
2 comentarios:
Muy bueno Tino. En esa línea diría que el horror que causaron las palabras de Hebe - que ya nos tiene acostumbrados a sus desbordes de sinceridad - me pareció hasta gracioso....no digo que avale la toma violenta de ninguna institución...además los turritos y corruptos no son sólo los de "ellos", pero por lo menos perdonarle a nuestra Hebe los sinceros y nada disparatados exabruptos, asi como se los perdonamos a nuestra Su Gimenez o a nuestro Roberto Piazza...( no es mi ánimo homologar a los unos con la otra eh!!! sólo entro en la onda de lo soez)
Un beso
Me gustó lo que escribiste..el cómo y la sustancia. Saludos
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