El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

abril 16, 2010

Cuenta regresiva del cuento



Miguel Soler da cuenta de la caída del cuento con interesantes observaciones.

¿Qué pasará con los escritores? Mi intuición mal informada me dice que en los últimos tiempos tal vez se sientan más cómodos en la novela que en el cuento. Primero, si bien hay algunos que escriben a mano todavía -como Martín Kohan por ejemplo- el uso generalizado del procesador de textos rompió el disuasivo de la fatigosa acumulación de mecanografiados y correcciones físicas del texto, acumular páginas se hace con una facilidad asombrosa y nada invita a acotar espacio, sino todo lo contrario, extender la escritura, dejarla fluir, ir encontrando el ritmo y las ideas en el tránsito de la letra, en el remanso de las descripciones. En la novela hay un espacio tan amplio de libertad que permite retozar por mucho tiempo aunque haya momentos para tareas "duras" como estructurar o seleccionar. Escribir mucho en crudo y corregir con el delete se vuelve hasta un ejercicio entretenido.

El cuento en cambio es más amenazante porque plantea un encierro desde el punto de partida. Todo debe cuidarse al detalle en su expansión, es un terreno limitado que provoca cierta tensión. Además cada cuento se supone que requiere al menos de una idea. Y si vamos a escribir una serie de pongamos diez cuentos necesitamos diez ideas diferentes. Las novelas en cambio se pueden escribir con una sola idea que se estira hasta el infinito, se la puede enrevesar, distorsionar, complejizar, pero siempre es una sola y no es necesario buscar otra. Y a veces hay novelas que se hacen con ninguna idea.

Otro interrogante que me deja el texto de Miguel: ¿el cuento no le calzaba a medida al blog? Todo hacía pensar tiempo atrás que era un género ideal para esta herramienta de publicación, pero la dinámica del medio en su desarrollo parece haber estabilizado como lectura ideal una aún más breve e inestable que la que requiere el cuento. Para ese rango, el formato posible no pasa del microrelato, una lectura menor a cinco minutos quizá. Después creo que hay otra razón fundamental por la que no se publican más cuentos en blogs: el que tiene un buen cuento lo reserva para si algún día lo publica en un libro. El miedo a quemar la idea pesa bastante.


2 comentarios:

Ana Lopez Acosta dijo...

Me quedé pensando Tino, en base a la entrada de Miguel Soler y a la tuya. Creo que hay varios tipos de lectores, bueno cada lector es un tipo o de un tipo, jeje. Pero a grandes rasgos está quien tiene instalado el hábito de leer y va a seguir leyendo, novelas, ensayos, cuentos o lo que sea. Para ellos la pantalla, la pc, digo es una herramienta sumamente útil, encontrás los libros que querés, los descargás y ya! Los lees en pantalla, en papel, o en papiro. Imagino que se puede modificar un poquito el hábito de ESE lector, pero no tanto.
Por otro lado está el lector que lee si le resulta "fácil"- como bien menciona Miguel Soler, la necesidad de ficción se descarga mirando la TV y sin el trabajo que produce la lectura, creo que ese tipo de lector es mayoría, por eso el riesgo - como muy bien lo marca el artículo que mencionás - es la caída de la lectura "crítica", con la suspensión del disfrute por un lado y por el otro el riesgo de "tragarse" cualquier cosa.
Es decir somos ciudadanos alfabetizados ¿Pero sabemos leer?????
Un abrazo.

Tino Hargén dijo...

Ana, ahora que ya tengo unos años en esto de andar tras la pantalla de la PC creo que la suma de pequeñas lecturas, aunque sea dispersa y fragmentaria que el medio nos impone, es lectura al fin, algo queda..Lo que me resulta complicado es leer libros en pantalla, tengo muchos e-books en word o pdf y se me hace imposible seguirlos, hay algo que me desconcentra. A veces leo las primeras páginas y luego no puedo ya retomarlos (una vez pintaba el color azul el texto leído para darme cuenta donde lo había lejado). He terminado imprimiendo en forma casera algunos para poder leerlos...

besos