Nunca el mundo tuvo tanta instucionalidad alternativa; tantas voces en paralelo. Jamás la expresión estuvo tan democratizada a través de tecnologías como la web que facilitan un aumento abismal de la circulación y el intercambio cultural. Pero al mismo tiempo jamás una ideología en ejercicio del poder planteó la exclusión como una condición necesaria para su existencia, jamás el secreto de trama hubo de exponerse tan claro y contundente, un mercado que incluye con la misma espectacularidad que excluye. Degradación, explotación; La sociedad hiperdigital todo lo maximiza y lo muestra en efectos contradictorios. A cada flagelo inédito se opone una conquista inédita. Una idea de progreso que tratamos de rondar; cerca de nuestro refugio un campo cultural del que todavía sobreviven restos virtuosos y vitales que producen ideas sanas pero que todavía no logra incidir en el poder, aunque a veces haya pequeños milagros de injerencia.
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