El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

febrero 02, 2008

Ladridos a la luna

Parece mentira. Me pasó en diciembre y me vuelve a suceder ahora. Basta que me desenchufe dos o tres días de la web para que regrese y encuentre que hubo otro disparo de mortero desde las posiciones mediáticas hacia la escurridiza trinchera de los blogs con las consecuentes respuestas de la caballería electrónica que van desde lo analítico -Omar Genovese en Nación Apache- hasta lo divertido -entrada en el blog de la esdudiante crónica-.

Aquella vez fueron Horacio González y Marcelo Birmajer, esta vez le tocó el turno a Cristian Ferrer, sociólogo de extracción anarquista, apretar el detonador desde el suplemento Ñ. ( N. del A.: Perdonen pero me encanta ese modismo “de extracción”)

¿Será cierto que los medios van por los blogs? No es descabellado pensarlo salvo que no sepamos mirar unas cuantas evidencias un tanto flagrantes. Es evidente que los sienten como una amenaza a su hegemonía a su dominio de un territorio expresivo que es su negocio, su fuente de prestigio, de ingresos, de poder y de negociación. Sobre esta cuestión es importante lo que señala Genovese:

“En cierta forma es infantil acusar de anónimos a tanta cantidad de blogs personales, nominales, mantenidos por personas físicas reales. Ocurre que si son identificados uno a uno, los blogs tendrían una personería real en el discurso corporativo, adquiriendo identidad e independencia. Serían, en términos políticos, un enemigo visible”.

El blog resulta más amenazante que lo que una evaluación de fuerzas real indicaría debido a las características novedosas y desconcertantes que su naturaleza plantea. No llega a ser competencia directa porque todavía el blog necesita y depende demasiado de los medios para formar su agenda y garantizarse una mayor circulación, pero igualmente es una voz extraña e indomable. Un enemigo anónimo, invisible y difícil de manipular, por lo tanto temible como todo enemigo cuyo poderío alcanza proyecciones desconocidas. ¿Cómo se negocia con “el blog” si es un adversario inorgánico, impersonal, inmanejable, múltiple y está fuera del influjo de la presión o de las seducciones concretas que funcionaban para el resto de los enemigos conocidos?

Puede haber dos estrategias en plena implementación simultánea, no deliberadas pero que responden a motivaciones semejantes.

Una es la de los ataques firmados con plumas “pesadas”. Se recurre a intelectuales o escritores que integran plantillas de columnistas o asalariados de medios para salpicar el aire con cíclicos artículos de des-acreditación. Estas operaciones son bastante torpes, con enfoques superficiales que repiten de forma patética argumentos despectivos de una inconsistencia insólita. El principal foco que eligen para machacar es lograr establecer que la marca de los blogs “anónimos” (entendiéndose por anónimo no lo que no tiene firma sino que sus autores son personas comunes carentes de reputación mediática) sea la de una superficialidad modernosa, una eventual consecuencia de la ventilación de vanidades y egos domésticos al amparo de las tentaciones tecnológicas. Se abusa de una vaga vulgata anti-tecnosa para ligar este supuestamente exceso narcisista a los efectos licuadores de la hiper-expresividad y la hiper-comunicatividad electrónica.

La otra estrategia es la de recuperar el control del formato amable. Sobre esto señala Genovese:

“Hay en los medios de prensa argentinos una tendencia: extender el costado amable de la información desarrollando sus propios blogs”.

En este caso se cree que la mejor forma de demoler la amenaza es no desacreditándolos sino cooptándolos; un verdadero copamiento de la movilización que asegure el establecimiento de la “marca” del formato con los nombres propios de sus empleados. El blog sería así un apéndice comunicativo modernoso que los “nuevos” elementos de los medios brindan a la gente; un chiche instrumental destinado a mejorar la adaptación de estos medios a las tendencias dominantes. Si “blog” se identifica con “el blog de Fulano de Tal” se supone que pocos irían en búsqueda de los blogs anónimos y plebeyos.


Links: Perdón pero hoy blogger no me deja poner los links en el cuerpo del texto.

Texto Ferrer

Texto Genovese

Estudiantecrónica

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me pregunto si en otros lados del plante la gente se hace tantas preguntas sobre los blogs, y si tanto intelectual escribe notas en diarios al respecto. mi impresión era que los blogs existían, como existen las páginas web personales, y ya está, no mucho mas que debatir. por eso a veces no entiendo ni los González y Ferrer que necesitan analizar el ¨fenómeno blog¨, ni a Clarín que por un lado les pide al análisis y por el otro abre su propio sistema de Weblogs gratis, ni a los que le contestan a González, legitimándole el análisis.
Existen los blogs, de muchos tipos diferentes y para fines diferents, como existe Flikr para que la gente ponga fotos y el que quiere la mire, etc. Me parece que habría que ser más utilitario y menos analítico. Están, se usan y ya está.

Tino Hargén dijo...

Hola Alberto

Leo algunos pocos blogs españoles, italianos y yanquis, puede que el fenómeno de reacción contra el blog sea generalizado, pero aquí en Argentina los celos intelectuales y las defensas de posiciones son mucho más patéticos. Lo que decís de Clarín y su creación de un soporte para blogs va en dirección en lo que apuntaba de la doble estrategia.

Sigo creyendo que se confunde intencionadamente al blog con algunos de sus usos porque interesa instalar la marca blog como contenido menor y degradado.

Por otra parte, lo que me parece un error también es que se hable de los blogs y no de internet toda como soporte expresivo que va más allá de los blogs: web sites interactivos y no interactivos, revistas web, listas y grupos de intercambio temático por e-mail como las de yahoo, foros, etc, donde circula informacióny se gestan opiniones a volúmenes muy grandes. El blog llama la atención especialmente porque se percibe en él algo más inquietante: cierta capacidad de armar comunidad, de gestar cooperatividad de opinión y establecer respuestas de rápida propagación.

Anónimo dijo...

Narcisismo, egocentrismo... un blog es libre, cada quién habla de lo que quiere y como quiere, menos mal que existe algo de la mal llamada a veces libertad en este medio. Y quien quiera hablar de sí mismo, que pueda y lo haga. A lo mejor aprendemos todos mucho más que con las mentiras y falacias de muchos que se llaman "autores". Un abrazo bien egocéntrico.