El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

noviembre 19, 2007

Las direcciones del deseo


Los muros se construyen para que pueda dirigirse sobre ellos el deseo de derribarlos. Las planicies se construyen para que pueda dirigirse sobre ellas el deseo de dividirlas con muros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bellísimo el deseo de la contradicción. Mejor sería si no hubiesen muros ni ganas de construirlos.