El lugar donde he sido mandado a vivir sin ninguna experiencia previa en el medio de la más huérfana inconstancia. El que me obliga a tomar por sorteo hasta la más inocente de mis decisiones, como la de creer en la más pálida idea...

noviembre 26, 2007

El menor de los análisis X

EL EFECTO ESTÉREO


Todo pensamiento es reductible a la bipolaridad de un alineamiento dicotómico. Así como los sonidos se reducen a dos canales estéreos, así como la informática es binaria cuando traduce cualquier tipo de operación en dos estados de carga opuesto. La estructura del lenguaje lleva a la reducción posible de toda complejidad a la bipolaridad excluyente de dos opciones opuestas. Es el mecanismo cogitante más elemental, es la última instancia binaria de un pensamiento construido con lenguaje que es binario desde su origen. Del binarismo nacemos y al binarismo volvemos a morir. De allí las dificultades del pensamiento cuando trata de superar esa condición desconociendo que es constitutiva de su elemental esencia. Así es que se construyen modelos complejos que traten de superar la condena al binarismo: tramas, árboles, multiplicidades, rizomas, redes multidimensionales, esferas, estrellas, interconexiones de todo tipo, terceras y cuertas dimensiones, imbricaciones, cambios de niveles y puntos de vista. Pero como todo se construye con binarismo siempre al binarismo retornará.

De este post usted podrá en definitiva tener dos opiniones: es inteligente o es una estupidez.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El mecanismo cogitante que habla de tres, cuatro, cinco, seis, es pura mentira, no hay más que cero o apenas uno.

Alberto dijo...

¿Es todo pensamiento reductible a la bipolaridad de un alineamiento dicotómico sin convertirse en otro pensamiento? En principio, la estructura del lenguaje lleva a la reducción posible pero no siempre necesaria. No siempre necesitamos hacer tal reducción a menos que querramos establecer el contenido de verdad del pensamiento. En ese caso, exluimos el tercero. Pero eso no quiere decir que siempre sea posible. Demostrado quedó que los problemas de las ciencias no son producto de una falta en nuestro idioma, y muchos de esos problemas nos dejan ante hechos que son irreductibles a la bipolaridad, y por lo tanto imposibles de describir con el lenguaje que tenemos. Pero no por ello dejan de ser pensamientos que nos plantean problemas que no podemos describir de la misma forma que no podemos describir un dolor de cabeza.

Tino Hargén dijo...

Alberto
Puede que se convierta en otro pensamiento, es una posibilidad más que ronda el mecanismo.

La idea era enfocar esa tendencia que parece a veces el resultado de nuestra supuesta obtinación reduccionista o de nuestro simplismo, pero que en realidad es una vocación pulsada desde la estructura misma del lenguaje y del pensamiento.

De acuerdo en esto: con el pensamiento alcanzamos a representarnos la idea de cuestiones que parecen irredectibles a la bipolaridad, y a la que si le propinamos esa bipolaridad setnimos que estamos destruyendo o dañando en su integridad y en su naturaleza, por lo tanto es una limitación a enfrentar.

Saludos